Berta Esperanza Bonne Castillo:
más que una
longeva de la escultura
Por Luisa María Ramírez Moreira
(vicepresidenta del Consejo Provincial
de las Artes Plásticas)
Santiago de Cuba, febrero 13.- Hace más de dos meses que esta
ciudad perdió una hija, y la cultura a una artista consagrada en cuerpo y alma,
porque 3 de diciembre del 2015 se despidió de este mundo, la inolvidable
Berta Esperanza Bonne Castillo a la edad de 101 años.
Berta nació a unos 30 kilómetros de
esta ciudad, en San Luis de las Enramadas, el 13 de febrero de 1914. En su
entorno familiar se alimentó de la savia de músicos e intelectuales renombrados,
que inciden en la cultura nacional.
Recuerdo,
cuando la visitábamos, que a pesar de sus enfermedades, no dejaba de pensar en
sus proyectos de libros y en trabajos por publicar, y en sus colegas de las
artes santiagueras, en ese afán continuo de la creación.
Egresada
de la Academia de Artes Plásticas José
Joaquín Tejada en la especialidad de escultura, se convirtió por sus
notable experiencia y conocimientos, en la primera mujer en trabajar la escultura
en plásticos, y en la primera también, en concebir las tan renombradas
instalaciones, que ya en los años 70, Berta fue capaz de mostrar en la entonces
insigne Galería Oriente, frente al Parque Céspedes santiaguero.
Participó
en los salones de pintura y escultura en los años 50; convocada por el Grupo
Galería, que agrupó a destacadas personalidades de la cultura en Santiago de
Cuba y el Oriente del país, obtuvo Premio en Escultura, con su obra Musicantromorfo.
En fin,
que la historia de la escultura santiaguera jamás podrá escribirse con nitidez
si se deja al margen a Berta Bonne, esa mujer que fue capaz de con pasión, entregarse
a la creación artística y al mismo
tiempo asumirla con una mirada vanguardista hasta el grado de hacerse una
mujer de todos los tiempos.
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