martes, 9 de febrero de 2016

Todos los pensamientos en Santiago de Cuba están puestos en apaciguar la violencia de las entrañas de La Tierra



Babalawos en Santiago de Cuba
predicen que habrá más calma 
en la tierra en lo que resta de 2016 

M.Sc. Miguel A. Gaínza Chacón

Santiago de Cuba, febrero 9.- En lo que resta de 2016 no debe ocurrir un sismo de gran intensidad en esta urbe, según las predicciones de un grupo de babalawos que desde el pasado 30 de enero llevan adelante invocaciones por la ciudad en puntos neurálgicos del entorno santiaguero.

Como resumen de estas ceremonias y adivinaciones, sacerdotes y representantes de otras denominaciones se reunieron en la Casa del Caribe para dar a conocer qué ha expresado el Gran Tambor Akeya.   

Robert Noa, que atiende Asuntos Religiosos en el Comité Provincial del Partido Comunista de Cuba, participó en el encuentro.

Orlando Vergés, director de la Casa del Caribe, dijo que la reunión era continuidad y cierre de las invocaciones hechas por la ciudad, a raíz de la situación anómala con los sismos.

Explicó que los conocimientos y las sabidurías han sido puestos a favor de mitigar los efectos de cualquier movimiento fuerte de la tierra.

Describió la fortaleza y crecimiento de la comunidad de “babalawos”, que hace 25 años sumaban cinco en Santiago de Cuba y ahora son alrededor de 3 000, de los cuales una representación de más de 150 realizó las ceremonias.  

“A nosotros (la Casa del Caribe) no nos cabe otra por hacer que amplificar hasta la dimensión social, lo manifestado por los “babalawos”, con toda la carga cultural que tiene”, aseguró el Director de la Casa del Caribe.   

Junto con Vergés se encontraban los sacerdotes de Ifá Rolando Maceda, Juan Martén “Wancho”, y Enrique Orozco.

María Isabel Berbes leyó parte del documento
María Isabel Berbes “Maruchi”, investigadora de la Casa, a modo de introducción de los sacerdotes, leyó un documento titulado Invocaciones por la Ciudad.

Dijo que el 30 de enero pasado se reunieron en Santiago de Cuba un grupo de religiosos para decidir una conducta a seguir en torno al fenómeno sísmico que acontece y puede afectar severamente la urbe.

El grupo estuvo compuesto por sacerdotes de Ifá, santeros y otros, además de estudiosos de la Casa del Caribe quienes acordaron unánimemente, realizar ceremonias rituales por la ciudad, para lo cual se convocó a la comunidad religiosa santiaguera.

Explicó que el martes 2 de febrero, luego de realizar adivinación por diferentes lugares importantes de la localidad, para esta predicción, se le hicieron ceremonias a lugares simbólicos de Santiago de Cuba: cementerio Santa Ifigenia, entrada de la ciudad, en la Plaza de la Revolución; centro de la urbe, en la ceiba ubicada en los alrededores del Arzobispado; salida de la ciudad, por la carretera de Mar Verde; la playa Mar Verde, la loma del Puerto de Boniato, el Basurero Municipal, el Hospital Provincial Saturnino Lora, y cuatro esquinas, aledañas al templo donde se realizaron los actos rituales.

Previamente, además, dichas ceremonias estuvieron consagradas  a Eschu, Olorun y a la luna. A la ceremonia de atefo que se realizó, vinieron odúnes (letra).

Carlos Lloga, investigador de la Casa del Caribe, calificó como un hecho histórico, que por primera vez en Santiago de Cuba los babalawos se reunieran para favorecer a toda la ciudad y no a ahijados.

Puntualizó, que las personas estaban esperando esa comunión con diferentes religiones, y que el pensamiento de Orula está con todos.

Pidió Lloga que todo el que pueda hacer algo en beneficio de la sociedad que lo haga, y llamó a aunar toda esa energía.

El sacerdote de Ifá, Juan Martén “Wancho”, intervino y aseguró que todo está bien pero no se puede estar confiado, porque las predicciones también señalan cosas malas en este signo. Dijo que hay que evitar las maldiciones, la falta de respeto a los mayores de edad, y que debe prevalecer la unidad espiritual para ser cada vez más fuertes.

Las lecturas y reflexiones del sacerdote Rolando Maceda constituyeron el centro del encuentro. Señaló que el 2 de febrero de 2016 se reunieron en la barriada René Ramos Latour varias “cabezas” de familias religiosas, de Ifá y santoral, con el único propósito de buscar una predicción, directamente para los acontecimientos sísmicos, y así obtener una guía para el pueblo, ya que este se encontraba preocupado.

A su llamado, los babalawos, hicieron ceremonias en distintos puntos de la ciudad, con las deidades acordadas, y luego de cumplir todos los ceremoniales se encontraron el 4 de febrero en ita.

Rolando Maceda
“Orula determina esta profecía para Santiago de Cuba: signo regente Ogbe weña. Ire iona alafia.intori oma aye: una suerte por los caminos hacia la felicidad, a través de un buen proceder con inteligencia hacia la tierra (haciéndole sacrificios para un buen augurio).

“Lese obatalá: obatalá es quien nos defiende (prestarle la debida atención a este santo). Oya inle: firme y seguros, siempre y cuando se cumplan los consejos. Ónice Orula: Orula quiere un adimun, que es una ofrenda de una torre de ñame con cacao, bastante cascarilla, y 16 azucenas a su alrededor, esto debe de ponérsele a Orula hasta que la torre se desvanezca. Kilebbo: Akuku fifeshu, atitan ile oke, atitan ile oddo, atitan ile okun, bogbo taniye.

“Traducción del ebbo: gallo directo a eshu, tierra de una loma. Tierra del río, tierra del mar, varios ingredientes, más los implementos del ebbo.”

Explicó que Ifá es un sistema para adivinar, que habla en un término interpretativo. “Nos deja caer un mensaje y nosotros lo interpretamos. Según los términos y las situaciones que vengan sacamos las conclusiones; según el evento que nos esté pasando en ese momento.

“Qué nos dijo el gran tambor Akeya: que demoraría mucho en emitir su sonido.

“Nosotros, si estamos esperando unos eventos sismológicos que van a venir, le hacemos los sacrificios a la tierra, los sacrificios pertinentes mandados por el mismo Orula, para que estas cosas no sucedan. Y él nos da este consejo: que tardará en sonar.

“Lo que no podemos es tapar el sol con un dedo y sencillamente decir que no va a pasar. Eso es imposible, porque ni científicamente hay aparatos ni equipos que lo digan con plena certeza.

“Esas cosas nosotros no la podemos determinar como tal. Nosotros lo que sí podemos es alivianar, un tanto como cambiar el curso de ciertas y determinadas energías que puedan estar pasando.  

Enrique Orozco
“Nosotros hacemos estos sacrificios, esta adivinación y nos da esta predicción: el Gran Tambor Akeya tardará mucho en sonar. O sea: que tardará mucho se refiere a que quizás no pase en este año pero a lo mejor el año que viene sí, por eso la necesidad de acudir de nuevo a este sistema, de volver a hacer los sacrificios, para mantener la situación así o conseguir un aviso… o a lo mejor el año que viene te dice ahora sí va a pasar. Y hay que estar preparado y tomar las medidas pertinentes. Esa es la idea por lo cual hacemos estos sacrificios.”

Maceda dio lectura a una extensa lista de Consejos, salidos de la reunión de los babalawos:

“Cada persona debe usar en su bolsillo izquierdo, como un resguardo, un pedacito de palo pierde rumbo; agregarle al collar de Orula una cuenta de coral y gloria; va a llover seguro y serán lluvias fuertes; no dejarse mojar con agua de lluvia para evitar enfermedades; todos los religiosos deben de darle de comer a la tierra; no comer ñame sino ofrecérselo a Orula; no comer maní para no ser esclavizado; no comer gallo, pues este es la ofrenda para poder salvarnos; los médicos deben poner mucha atención e interrogar y examinar minuciosamente a los pacientes, para evitar pérdidas irremediables; atención con los frenos en los vehículos para evitar accidentes y pérdidas, y colocar banderas blancas en las puertas del frente de las casas o detrás de las puertas, para que Obatalá nos visite.”

También, “usar los atributos religiosos como idde y collar de Orula y de Osha; predomina el color blanco, vístase lo más claro posible; colgar detrás de la puerta de la casa una bolsita azul con maíz tostado, soplándole vino seco y humo de tabaco, para evitar las enfermedades; evitar la soberbia para no perderse; tener paciencia y tranquilidad, que todo llegará; no intercambiarse gorras o sombreros; si su madre está viva todos los trabajos que se hagan debe hacérselo a ella también; cuidado al rasurarse la piel: las personas que son velludas no se rasuran porque este es el don que necesitan para vencer en la vida, y mantener porte y aspecto.”

Igualmente son Consejos: “los santeros que tengan Ochún le deben poner un tablero pequeño y un ecuele, un pomito con ashe de Orula y tapar a Ochún con un paño amarillo; darse baños a las 12 del día con campanas blancas y perfume; no dejar dormir a personas extrañas en su casa; arreglar las goteras; evitar la humedad dentro de la casa; no dejar a los menores ir a la playa solos; no ser curioso; la cortesía no cuesta nada, cada humano es digno de respeto, y la bendición de Olofin no puede ser forzada; para ser respetado primero hay que respetar; limpiarse con un rabo de vaca para espantar las enfermedades; refrescarse la cabeza con dos palomas blancas; los babalawos deben conservar la calma, la serenidad, y la buena conducta, aunque reciban ingratitudes.

Juan Martén "Wancho"
Señalan los Consejos: “cuidar los niños y los ancianos, ya que las enfermedades los atacarán a ellos principalmente; tener la casa bien “asegurada”; mantener la unificación familiar; no hacer mal; no echar maldiciones; respetar a los mayores, respetar a las mujeres ajenas; evitar guerras; si no puedes sacrificarte por lo menos respeta el sacrificio ajeno; evitar enemistad entre compañeros de trabajo; no es aconsejable salir rápido de la casa, debe salir despacio y mirar siempre a ambos lados, y también para cruzar la calle; en la casa el esposo debe llevar las riendas para evitar bochornos; controlar el desenfreno sexual ya que aumentarán las enfermedades por trasmisión sexual; cuidado con los secretos, pueden ser descubiertos; darle todos los días gracias a Obatalá, controlar la ingestión de bebidas alcohólicas; según nos cuidemos y nos unamos, así saldremos adelante; ser fieles seguidores de los consejos de Ifá; ser fieles cuidadores de las medidas sanitarias; respetar las leyes y las normas impuestas por la Salud Pública; pintar la casa de blanco, usando preferentemente pintura de cal; se incrementarán las epidemias; se recomienda usar encima una bolsita de alcanfor para alejar las enfermedades; cuidar las doncellas que pueden ser engañadas y ser perjudicadas.

“El Gran Tambor de Akeya dijo que el demoraría mucho para emitir su sonido; se aconseja dar un Tambor Aña en el centro de la ciudad, con la participación de todos los religiosos vestidos de blanco y ser disciplinados. Este tambor se le dará a Oddua.” 

Finalmente, Orlando Vergés estimó que ese Tambor Aña quizás tenga lugar en el Parque Céspedes de Santiago de Cuba, tentativamente el 24 de febrero venidero.


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