sábado, 13 de febrero de 2016

Ñico Saquito trabajó y creó para hacerse eterno en la memoria de los cubanos



En Santiago de Cuba
una iniciativa loable: el
“Ñico Saquito in memoriam”

M.Sc. Miguel A. Gaínza Chacón

Santiago de Cuba, febrero 13.- Como una iniciativa loable es considerado aquí el evento Ñico Saquito in memoriam, que finaliza hoy en la ciudad, luego de tres días de actividades.
El encuentro, que ahonda en la vida y obra musical de ese gigante de la música popular cubana que fue el santiaguero Benito Antonio Fernández Ortiz, Ñico Saquito, tiene especial connotación esta vez, pues celebra el aniversario 115 del natalicio del popular sonero y creador de decenas de canciones que parecen no sentir el paso del tiempo.
La organización corresponde a la Casa de Cultura Josué País (Casa del Estudiante), especialmente del infatigable Eduardo Esteban Roll Armiñán, especialista y promotor cultural de esa institución.
Como la música cubana le debe a Ñico Saquito y a Silvio Rodríguez
Y aunque el segmento artístico se desarrolla y finaliza hoy en la calle Vargas, entre Santa Isabel y San Ricardo (donde vivía José Fernández Arbelo, combatiente revolucionario, promotor cultural e hijo de Ñico), con predominio allí de la música tradicional bailable, Armiñán desarrollaría el jueves, en la Casa de Cultura Josué País, un espacio teórico para presentar testimonios inéditos sobre Ñico Saquito, incluso textos completamente inéditos del creador de María Cristina, redactados poco antes de su muerte.
Benito Antonio además de compositor prolífero era guitarrista y cantante; nació el 13 de febrero en Santiago de Cuba, donde se nutrió de lo mejor de la trova tradicional cubana. Alcanzó una enorme popularidad, y falleció el 4 de agosto de 1982, en La Habana.
Con una picaresca inigualable en sus temas, Ñico se hizo inolvidable en el pentagrama cubano, y ningún otro aval superó al de sus decenas de composiciones y canciones, entre estas No dejes camino por vereda, Dale tumba, Cuidadito, compay gallo; Los que son y no son, Al vaivén de mi carreta, Ya que estoy en mi Cubita, A orillas del Cauto, Adiós, compay gato; A mi me gusta el cha cha cha, María Cristina, Volveré, Estoy hecho tierra, Me tenía amarra’o con P, Menéame la cuna, Ramón; La negra Leonor, Mariposita de primavera…
También, Ñico era apasionado jugador aficionado de béisbol y refieren que lo de Saquito le viene, porque todos los batazos que iban en dirección a donde se encontraba “caían en el saco” (guante de béisbol). 
Hace casi 34 años el cantor se despidió. Nos dejó una obra de incalculable valor que pondera el “Ñico Saquito in memoriam”. Un punto a favor de la Casa de Cultura “Josué País” y de Armiñán. 

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