En Santiago de Cuba
una iniciativa loable: el
“Ñico Saquito in memoriam”
M.Sc. Miguel A. Gaínza Chacón
Santiago de Cuba, febrero 13.- Como una iniciativa loable es
considerado aquí el evento Ñico Saquito in memoriam, que finaliza hoy en la
ciudad, luego de tres días de actividades.
El
encuentro, que ahonda en la vida y obra musical de ese gigante de la música
popular cubana que fue el santiaguero Benito Antonio Fernández Ortiz, Ñico
Saquito, tiene especial connotación esta vez, pues celebra el aniversario 115
del natalicio del popular sonero y creador de decenas de canciones que parecen
no sentir el paso del tiempo.
La organización
corresponde a la Casa de Cultura Josué País (Casa del Estudiante),
especialmente del infatigable Eduardo Esteban Roll Armiñán, especialista y
promotor cultural de esa institución.
Como la música cubana le debe a Ñico Saquito y a Silvio Rodríguez |
Y aunque
el segmento artístico se desarrolla y finaliza hoy en la calle Vargas, entre
Santa Isabel y San Ricardo (donde vivía José Fernández Arbelo, combatiente
revolucionario, promotor cultural e hijo de Ñico), con predominio allí de la
música tradicional bailable, Armiñán desarrollaría el jueves, en la Casa de
Cultura Josué País, un espacio teórico para presentar testimonios inéditos
sobre Ñico Saquito, incluso textos completamente inéditos del creador de María
Cristina, redactados poco antes de su muerte.
Benito Antonio además de compositor prolífero
era guitarrista y cantante; nació el 13 de febrero en Santiago de Cuba, donde
se nutrió de lo mejor de la trova tradicional cubana. Alcanzó una enorme
popularidad, y falleció el 4 de agosto de 1982, en La Habana.
Con una picaresca inigualable en sus temas, Ñico
se hizo inolvidable en el pentagrama cubano, y ningún otro aval superó al de
sus decenas de composiciones y canciones, entre estas No dejes camino por
vereda, Dale tumba, Cuidadito, compay gallo; Los que son y no son, Al vaivén de
mi carreta, Ya que estoy en mi Cubita, A orillas del Cauto, Adiós, compay gato;
A mi me gusta el cha cha cha, María Cristina, Volveré, Estoy hecho tierra, Me
tenía amarra’o con P, Menéame la cuna, Ramón; La negra Leonor, Mariposita de
primavera…
También, Ñico era apasionado jugador aficionado de
béisbol y refieren que lo de Saquito le viene, porque todos los batazos que
iban en dirección a donde se encontraba “caían en el saco” (guante de
béisbol).
Hace casi 34 años el cantor se despidió. Nos
dejó una obra de incalculable valor que pondera el “Ñico Saquito in memoriam”.
Un punto a favor de la Casa de Cultura “Josué País” y de Armiñán.
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