sábado, 31 de diciembre de 2011

FIESTA DE LA BANDERA: SIEMPRE JOVEN CON 110 AÑOS

M.Sc. Miguel A. Gaínza Chacón

Santiago de Cuba, dic 31.- Aun sus 110 años, la Fiesta de la Bandera tiene la peculiaridad de ser, cada 31 de diciembre y 1. de enero, el único festejo que al mismo tiempo despide lo viejo y celebra lo nuevo. Por lo tanto, en el mismo instante que es una fiesta añeja se convierte en joven.
Entonces el Parque Céspedes es escenario del espectáculo más hermoso, y gentes que ni se conocen se abrazan; todos: familiares, amigos, conciudadanos, en medio de la música y los fuegos artificiales, se desean buena suerte y la mejor salud, para que el año recién comenzado sea próspero.
Esa es la Fiesta de la Bandera en esta ciudad sinónimo de heroísmo y también de alegría.
Son los santiagueros más apegados a las tradiciones los que van hasta la céntrica plaza frente al antiguo Ayuntamiento, para aguardar expectantes si la Bandera cuando llegue a lo alto del mástil ondea o no. Rito popular ese: si no ondea, las cosas se presentarán difíciles en el nuevo año; si se mueve al compás del viento, todo irá de maravillas. Sea de una manera u otra, el pueblo de Santiago de Cuba, especialmente en ese momento solemne de la medianoche, cuando se escucha el Himno Nacional y es izada la Enseña Nacional, enorme por demás, en el frente del vetusto edificio, parece rejuvenecer con más bríos, listo para enfrentar lo que venga. Así ha sido durante 110 años. 
Esta de hoy será, además, una fiesta novedosa. Los organizadores, junto con el elemento artístico han sumado iniciativas y mientras canten, bailen y declamen los artistas sobre el escenario portátil, el entorno del Parque Céspedes mostrará otro espectáculo también bello, alumbrado, decorado con motivos alusivos al Fin de Año, al Año Nuevo y a la llegada de un aniversario más del triunfo de la Revolución, que cambió para bien el destino de la Patria.
Hoy en el “Céspedes”, corazón urbano de la ciudad, los santiagueros disfrutarán con la música de agrupaciones como Los Karachi y Sonora Huracán, los vocalistas y las vocalistas Marjuris Romero, Marilis González, Joel Leyva, Frank González, Yeline Peña, Yeline Lafargue, Zulema Iglesias, Adolfo Iglesias y Yunier Puente; de los grupos de danza y folclóricos All Star, Cutumba y De Oriente, la Compañía Teatro de la Danza del Caribe, y de los conductores Leticia Rodríguez y Ado Sanz.
Las actrices Fátima Sánchez y Dalia Leyva, y los actores Alexander Legró, Maikel Eduardo Santiago y Julio César Bell trasmitirán con sus declamaciones y actuaciones, la idea del director general de la velada, William Ortiz Domínguez, de saludar los 110 años de la Fiesta de la Bandera, instituida en 1900 por Don Emilio Bacardí y que solo se ha dejado de celebrar de 1957 al 1958, por interpretar el sentimiento de dolor de los cubanos ante las Pascuas Sangrientas, que a cuentas de la tiranía del dictador Fulgencio Batista enlutaron aún más a Cuba y especialmente al Oriente indómito.
Y el ambiente concebido para la alegría y el disfrute del pueblo mostrará un Parque Céspedes más engalanado, y los famosos tríos musicales, formato tan popular en esta ciudad, recorrerán la plaza, al tiempo que violeteras pondrán las flores más bellas a disposición de santiagueras y santiagueros.
Instalaciones móviles de Turismo y Comercio completarán el entorno de la fiesta, con ventas de confituras, turrones, manzanas, uvas, sidra, dulces finos, vinos, cocteles, cervezas, refrescos, jugos, y frutas tropicales, y una decoración hermosa en cada instalación, y mientras transcurra el festejo, las tiendas de la Cadena Caracol ubicadas en el área, estarán abiertas al público.
Así será hoy la tradicional Fiesta de la Bandera en Santiago de Cuba, una ceremonia alegre y patriótica y única porque además de su concepción como jolgorio, tiene la virtud de ser nuevamente joven la medianoche de cada 31 diciembre, aunque lleve ya en su bolso imaginario la carga de 110 años. 

  

 





 

DIPLOMA A FIDEL POR SER LA PERSONALIDAD DE MAYOR ESTANCIA EN EL HOTEL VERSALLES

M.Sc. Miguel A. Gaínza Chacón

Santiago de Cuba, dic 31.- Al Comandante en Jefe Fidel Castro, líder de la Revolución Cubana, el colectivo de trabajadores del Hotel Versalles, en Santiago de Cuba le otorgó un Diploma de Distinción, por sus 28 visitas a la instalación, y las 26 ocasiones en que se ha alojado allí,
El centro acaba de celebrar los 50 años de su apertura el 26 de diciembre de 1961.
Para la ocasión, las organizaciones del centro turístico de mayor tradición de excelencia en la única Ciudad Héroe de la República de Cuba, celebraron una velada política y artística, cuyo momento esencial fue el otorgamiento a Fidel de la condición de “Personalidad de mayor estancia” en el “Versalles”.
La celebración fue dedicada también al inolvidable Comandante de la Revolución Juan Almeida Bosque, con la proyección de un audiovisual que muestra las ocasiones numerosas en que Almeida participó en el desarrollo y consolidación del hotel.
De ahí que toda la música utilizada en la gala por el aniversario 50 del centro es del compositor Juan Almeida, y ser recordó que cuando el hotel llegó a las cuatro décadas de funcionamiento, el Comandante de la Revolución tuvo un gesto especial para el colectivo, al hacerle una canción, “Hotel Versalles”, que se estrenó en la voz de Inalvis Margarita Durán, secretaria ejecutiva de la instalación, recordó Débora Breff Fonseca, especialista comercial.
La gala celebrada el pasado 26 de diciembre, reconoció también a los mejores trabajadores de 2011 y a un grupo de fundadores y trabajadores jubilados.
Desde su apertura hace medio siglo en la cúspide de las elevaciones conocidas como Alturas de Versalles, en las afueras y el sur de Santiago de Cuba, el hotel, perteneciente hoy al Grupo Hotelero Cubanacán, es considerado insignia del sector, con sus 72 habitaciones y un servicio de excelencia, homologado por diversos premios y reconocimientos.
El “Versalles” está a unos 10 minutos en automóvil del Parque Céspedes, corazón urbano de la ciudad. De hecho, la ubicación del hotel y la panorámica que ofrece desde allí la segunda urbe en importancia de Cuba, lo convierten en uno de los sitios más apreciados por el turismo tanto nacional como internacional.
Un repaso a la historia de la instalación, permite conocer que su construcción se inició en 1958, a cargo de la Compañía Urbanizadora Versalles S.A., que llevaba adelante en ese mismo perímetro, la ejecución de un reparto residencial exclusivo, bien cerca del antiguo Club de Cazadores, cuyos socios eran en su mayoría de la llamada alta sociedad.
El fragor de la lucha revolucionaria, el desplome de la tiranía pronorteamericana de Fulgencio Batista y el clima político interno que siguió a la victoria popular de enero de 1959 detuvieron la obra por unas semanas, aunque poco después se reiniciaron como parte de un plan de construcciones sociales y turísticas de la Revolución.
Y se trabajó con tanto entusiasmo que algunas capacidades pudieron utilizarse el 26 de Julio de 1960, para recibir a  los invitados al acto por el VII aniversario del Asalto revolucionario al Cuartel Moncada, en esta ciudad, ocurrido el 26 de julio pero de 1953. Pero de manera oficial es el 26 de diciembre de 1961 que abre sus puertas al turismo nacional e internacional.  
Documentos de la dirección del centro explican que el proyecto arquitectónico conjuga la funcionalidad de las instalaciones y los elementos típicos de las construcciones tradicionales cubanas, con un sello caribeño que le confiere originalidad, frescura e intimidad familiar, al combinar las tejas rojas y maderas preciosas de los bosques tropicales cubanos para los techos; ladrillos rojos expuestos en las paredes; baldosas de piedras “chinas pelonas” para pisos de las escaleras y pasillos; en cada habitación balcones privados y amplios ventanales, y una exuberante jardinería en el entorno.
Un restaurante para casi 100 comensales al mismo tiempo, rodeado de hermosos vitrales; una piscina de configuración artística, el acogedor bar-club Salón Rojo,  y un servicio de excelencia completan las bondades que el turista encuentra en el hotel.
Esas características atrajeron siempre la atención de huéspedes y visitantes muy distinguidos y de personalidades políticas, científicas, artísticas y deportivas, de ahí que aparezcan junto al nombre de Fidel Castro Ruz, los de Ernesto Guevara de la Serna, el Che; el Comandante de la Revolución  Juan Almeida Bosque, y numerosos jefes de Estado, primeros ministros, cancilleres de Europa, Asia, África, América Latina y el Caribe.
Así, la excelencia en el servicio y el confort del “Versalles” recibieron elogios de Erik Honecker, Presidente del Consejo de Estado de la antigua República Democrática Alemana; Phan Van Dong, Primer Ministro de la República Socialista de Viet Nam; Michael Manley, Primer Ministro de Jamaica; Omar Torrijos, Comandante en Jefe de la Guardia Nacional de Panamá; Agosthino Neto, Presidente de la República Popular de Angola; Marién Ngoabí, Presidente de la República Popular del Congo; Nicolae Ceausescu, Presidente de la ex República de Rumania; Samora Machel, Presidente de la República de Mozambique; Maurice Bishop, Primer Ministro de Granada; Yasser Arafat, Presidente del Comité Ejecutivo de la Organización para la Liberación de Palestina; Francois Mitterrand, entonces Secretario General de Partido Socialista Francés; Luis Corvalán Secretario General del Partido Comunista de Chile.
En el hotel son recordadas las visitantes de la primera mujer cosmonauta en el mundo: Valentina Tereschkova, del primer cosmonauta latinoamericano, Arnaldo Tamayo Méndez,  la vedette de impacto mundial, la norteamericana Josephine Baker; Joan Manuel Serrat, Ana Belén, Víctor Manuel, Luis Gardey, Moncho el Gitano del Bolero; el bailarín Antonio Gades, Sergio Endrigo, Lucía Altieri, Miguel Aceves Mejías, Alberto Cortés, Mercedes Sosa, Sonia Silvestre, Danny Rivera, Lucecita Benítez, el carismático actor cinematográfico Pierre Richard, el Premio Nobel de Literatura, José A. Saramago...
En fin, la lista de distinguidos en el “Versalles” es extensa, pues aparecen también nombres como los del inigualable Ignacio Villa, “Bola de Nieve”; la prima ballerina assoluta Alicia Alonso, Rosita Fornés, Silvio Rodríguez, Pablo Milanés, Elena Bourke, Farah María, Pacho Alonso, las orquestas Aragón y los Van Van...
Y también lo han visitado equipos e individualidades deportivas de relieve mundial, procedentes de Canadá, Estados Unidos, Perú, la antigua Unión Soviética, Polonia, Rumania, Bulgaria, ciclistas de ediciones de la Vuelta a Cuba, y atletas participantes en los Juegos Centroamericanos y del Caribe, en 1983, y en Juegos Panamericanos, en 1991.
A lo largo de medio siglo, en el “Versalles” su personal ha constituido el pilar fundamental no solo para la satisfacción de sus huéspedes y visitantes, sino para que el centro muestre resultados loables como los de Vanguardia Nacional, dentro de la emulación socialista que desarrolla el movimiento obrero en Cuba. Y más: la categoría de Colectivo Eficiente, ser Centro Promotor Nacional de las Donaciones de Sangre y los aportes voluntarios del colectivo, al sistema de Salud cubano.

Es muy conocido en el ámbito del sector turístico en Cuba, cómo sistemáticamente gran cantidad de trabajadores del hotel santiaguero ofrecen voluntariamente su sangre para cubrir parte de  las necesidades del territorio. Y también es notorio el aporte que hacen, a partir de las propinas que reciben en moneda libremente convertible, al sistema de Salud, una ayuda modesta, pero de  enorme significación humana y política.
Cincuenta años después de aquel 26 de diciembre de 1961 si bien hay orgullo entre los trabajadores y directivos del Hotel Versalles, más aún es el de la ciudad de Santiago de Cuba cuando puede mostrar al visitante, nacional o extranjero, un sitio que es emblema en el siempre exigente trabajo hotelero.
 

Ramiro Herrero: Un nombre imprescindible en el teatro cubano


M.Sc. Miguel A. Gaínza Chacón

Una ovación prolongada siguió a las palabras de la presentadora, cuando dio lectura a la biografía del artista. Hacía solo minutos que en el fono del escenario del Teatro Heredia se había proyecto un hermoso documental que sintetiza la vida y obra de Ramiro Herrero Beatón, un nombre imprescindible en la historia del teatro cubano, y muy especialmente en la trayectoria de las artes escénicas santiaguera y del Oriente del país.
Y en verdad, es imposible hablar del teatro cubano y no dedicarle un espacio protagónico a Ramiro. Por eso los aplausos y tanto cariño expresado por el público hace dos fines de semana, cuando en el “Heredia” el grupo Arcoiris y la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC) le dedicaron un homenaje.
Aquejado por una dolencia, Herrero se encontraba hospitalizado en el momento de la velada en el teatro santiaguero, y no por eso disminuyó la emotividad del momento y del compromiso de llevarle al centro asistencial o a su hogar, las muestras de respeto y cariño que acontecieron en el majestuoso escenario de la Avenida de las Américas, un acto de gratitud inmensa hacia una figura que en los últimos 52 años se ha entregado en cuerpo y alma a la promoción, investigación, actuación y pedagogía del teatro. 
En la esquina de Enramadas y Calvario, solo a metros de la actual Sala Nguyen Van Troi, sede del Cabildo Teatral Santiago, nació Herrero Beatón hace 73 años.
Hace solo semanas, cuando alguien quiso saber por qué el español Antonio Gades en 1996 le echó refresco de cola a casi todo el escenario del “Heredia”, y luego bailó sobre este, le respondieron: “Pregúntale a Ramiro... él sabe todo sobre teatro.”
Para esa figura imprescindible de la escena, aplaudida mil veces, el tiempo ha transcurrido vertiginosamente, mas supo arreglársela y hoy exhibe un currículo envidiable: como director artístico ha montado más de 150 obras: Cefi y la Muerte, De cómo Santiago Apóstol puso los pies en la tierra, Asamblea de mujeres, Macbeth, Angélica, Yepeto, El otoño del Rey Mago, Los dos viejos pánicos..., de las que más de 30 son de él como dramaturgo. 
“En la Universidad de Oriente hice la Licenciatura en Letras y Literatura Hispanoamericanas, pero también matriculé en la Cátedra de Teatro, inscripta a la Facultad de Filosofía y Letras, en la que recibí clases de ilustres profesores como el Dr. Prats, el Dr. Sabourint, la Dra. Cossío, el Dr. Ferraté, la Dra. Labarta, la Dra. Maggi, el profesor Nils Castro, el profesor Ricardo Repilado, el Dr. José A. Portuondo; de teatro, de Francisco Morín, uno de los teatristas más significativo de la década de los años cincuenta en Cuba.”   
A pesar de la enfermedad, en su hogar Ramiro no descansa: terminó un libro sobre la historia del teatro cubano, perfila tres más; tiene fama de incansable, herencia que le quedó de sus jornadas laborales en almacenes, bufetes, en la Minera de Moa, en Educación, después del triunfo de la Revolución; en sus tareas en integrante de la Campaña de Alfabetización, como maestro-instructor en el Caney de las Mercedes. En 1964 llega al Conjunto Dramático de Oriente, hasta 1977, y hasta 1995 en el Cabildo Teatral Santiago... luego dirige proyectos, grupos..., lo cierto es que jamás se ha separado del teatro, porque va a Uruguay, Argentina, Jamaica, España; es instructor y profesor adjunto en la Universidad de Oriente, monta obras, imparte talleres, participa en los festivales del Caribe, asesora a la TV santiaguera, y más recientemente, de 2000 hasta el 2006 es director artístico de A dos Manos (Santiago de Cuba), Gestus (Santiago de Cuba), Fuerteteatro (España), Caliban Teatro (Santiago de Cuba).
Trasmite sus experiencias, y también aprende, en otras tierras: Caracas, Venezuela; Guanajuato, México, en el Festival Cervantino; Managua, Nicaragua; Panamá, Guyana, Jamaica, Madrid, España; Colonia, Alemania; Bulgaria... 
Efectivamente, Ramiro es incansable, porque además trabaja para la radio, la TV y el cine, con Iván el explorador, Doña Guiomar, El mar del tiempo perdido, La recurva, Ya estamos en combate, Via Crucis, El Renunciamiento, La carga al machete, La Cueva del muerto, En el aire... Y paralelamente realiza su labor periodística y ejecutiva en publicaciones como Del Caribe, la Revista El Caserón, Conjunto, revistas universitarias, Revista Cabildo, La última rueda, Perfil de Santiago, Revolución y Cultura, Teatro Mundial, Caribenet, Letras Cubanas, y publicaciones de y otros países. 
Tratar de encerrar en unos párrafos las menciones, diplomas, reconocimientos y premios de Ramiro Herrero Beatón es poco menos que imposible. Por lo pronto: Distinción Raúl Gómez García, Medalla por la Alfabetización, Distinción por la Cultura Nacional, Placa de Reconocimiento José María Heredia, y enumerados al vuelo, de Cuba y otros países, más de 40 galardones. La voz del artista es respetada en simposios, Congresos, encuentros, y festivales internacionales, nacionales y territoriales sobre teatro.
La energía que mana de su espíritu fue entrenada en las luchas estudiantiles contra la dictadura, y luego del triunfo revolucionario en las tareas de todo tipo, que como joven asumió, por ejemplo estar al frente de la Ciudad Escolar Camilo Cienfuegos. 

En el “Heredia” reconocieron, además, la constancia por el arte y la Patria; la vida y obra de un maestro de la escena; al Profesor Auxiliar de la Universidad de Oriente,  al pedagogo de la Escuela Internacional de Teatro América Latina y del Caribe, al director artístico, al profesor  de actuación del instituto  Superior de Arte... El público ovacionó al director artístico de A Dos Manos, o sencillamente como a él le gusta más: a Ramiro.

 

BERTHA, LA DIVA

M.Sc. Miguel A. Gaínza Chacón 

Cuando Bertha canta parece que nada existe a su alrededor. Solo ella. Todos los sentidos del público se concentran en ella, aunque a su alrededor estén bailando. Su voz subyuga por el timbre enérgico, por momento dulce y al mismo tiempo alegre o como un lamento. Es una diva, plenamente.
Bertha Armiñán Linares nació en el mes del Carnaval Santiaguero y lo hizo con un designio: cantar... y bailar. Y así fue de las primeras en enrolarse en aquella aventura que a inicios del triunfo de la Revolución inició un grupo audaz en Santiago de Cuba, bajo el nombre de Conjunto Folclórico de Oriente.
Hace una semana, en la sede de la UNEAC, en la calle Heredia, se le hizo un homenaje a Bertha, mientras la ciudad celebraba la Fiesta de la Danza, precisamente consagrada a la diva de la canción folclórica. Uno más, pues el cariño popular a lo largo de años de quehacer artístico, ha constituido el homenaje más sincero para Bertha.
Con esa aureola pasa luego a formar parte del Ballet Folclórico Cutumba, donde su voz constituye pilar de la agrupación. Y por ese modo de cantar, la Armiñán es considerada una de las voces más ricas del folclor cubano, a la vez que en su labor artística descuella la investigación directamente en las fuentes, camino muy acertado que le permitió montar obras de alta calidad y participar también con una alta representatividad, en festivales organizados por la provincia y el país.  
Labor tan sobresaliente como integrante de la UNEAC santiaguera y los diversos reconocimientos aquí y en toda Cuba, se sumaron a su prestigio, conjunto de cualidades que la llevan a integrar el Consejo de Expertos de las Artes Escénicas en la provincia.
En su página personal, el periodista Reynaldo Cedeño insertó una crónica dedicada a la Armiñán Linares que apunta en un párrafo:
Dicen que te vieron cantar en Barlovento, en las pequeñas islas del Caribe, en la arenas de Argelia, en tierras de Sandino, en la patria de Lorca y de Carmen Amaya. En la Europa de Dante y Rosalía de Castro, cerca del Mar del Norte, de los Alpes. Y en Santiago, en Santiago de Cuba...”
Aquí, en esta ciudad donde Bertha buscó y encontró la simiente de su canto excepcional, cada saludo en el barrio, en las calles, sobre un escenario, es el homenaje perenne que más agradece la Diva, porque es el sentimiento de su pueblo.
 

ELIADES, EL GRAMMY Y “AFROCUBISM”

M.Sc. Miguel A. Gaínza Chacón

 
Por “Afrocubism”, Eliades Ochoa ha sido nominado a los Premios Grammy 2012 en la categoría Mejor Álbum de Música del Mundo. 
La entidad World Circuit, de Inglaterra, realizó el disco, que es una obra en conjunto del  “Patria” y artistas de Mali.
Junto a Ochoa y el “Patria” aparecen en “Afrocubism”, el cantante Kasse Mady Diabaté, la kora, un arpa-laúd de 21 cuerdas, ejecutado por Toumani Diabaté;  el  N'goni o Kameln'goni, también arpa-laud de entre 4 y 10 cuerdas, popular en Senegal, Burkina Faso y Mali, a cargo de Bassekou Kouyate; la guitarra de Djelimady Tounkara, y un balafón, especie de marimba con teclado de madera, resonadores de calabaza y percutido con dos mazos, oriundo de Mali y Burkina Faso, tocado por Lassana Diabaté. El balafon dio origen a la marimba que se conoce en Cuba. 
La esencia del disco es la música cubana y maliense con una base común: el componente africano, de ahí los números del país africano y canciones como Al vaivén de mi carreta, de Ñico Saquito, La culebra, de Obdulio Morales...  
Explica la AIN en un cable, que Eliades y los músicos de Mali aspiran al galardón, igual que  Africa For Africa, del nigeriano Femi Kuti, Songs from a Zulu Farm, del coro masculino sudafricano Ladysmith Black Mambazo, y Tassili, del grupo musical maliense Tinariweny.
En su exitosa carrera, Ochoa ganó el Grammy en 1999, como parte del Buena Vista Social Club; y ha estado nominado en 2000 y 2001.

“Simplemente, estoy vivo, trabajando y siendo útil”


M.Sc. Miguel A. Gaínza Chacón
Fotos del Autor y archivo

“Yo llego a estos 75 años y ni me doy cuenta que he llegado. Simplemente sé que estoy vivo, trabajando y siendo útil. Eso es muy importante: Cuando usted es una persona mayor, que cuenta con muchos años, lo esencial es ser útil, y poder seguir dando,  aportando, generando... Me parece que ahí está lo cardinal de la edad: sentirse como yo: con mucho ánimo.”   
Transcurre el fin de semana en Santiago de Cuba. Hace solo minutos que Eduardo Rivero Walker recibió en el Teatro Heredia, de esta ciudad, un homenaje por su cumpleaños 75, por los 40 años del estreno de Súlkary, una de sus obras cumbre, y porque su Premio Nacional de Danza arriba a los 10 años.  
Aún tiene entre sus manos un diploma hermoso, que enseña a todo el mundo. Una figura como él, que ha sido distinguido en tantos escenarios del mundo, está emocionado con un diploma, porque en solo dos líneas de texto le reconocen que haya consagrado su vida a la danza y al trabajo. Por eso lo dejo casi desconcertado con la primera pregunta, no referida a la danza sino a la edad. Y no puede menos que reírse.  
“No me preocupo por la edad sino por lo que debo hacer; por lo que puedo hacer; por lo que necesito hacer; por lo que quiero hacer... Trato de hacerlo y hacerlo lo mejor posible en todos los sentidos, tanto con mis amigos, con mis amistades, con mi familia, con mis hijos, con mi esposa, con mis nietos, con las personas como Ud. que siempre está junto a nosotros, junto a la Compañía. En fin, trato  de todo hacerlo todo lo mejor posible en mi vida personal y artística.
UNA OBRA EN SÍNTESIS
Eduardo Rivero Walker fue distinguido en 2001 con el Premio Nacional de Danza 2001, el más alto galardón que un bailarín en su especialidad, puede recibir en Cuba.
Rivero Walker es fundador de la Compañía Nacional de Danza Contemporánea y de la Compañía Teatro de la Danza del Caribe, que dirige en Santiago de Cuba.
Como bailarín solista conquistó los más entusiastas elogios del público y la crítica. La mítica imagen del Ogún de Eduardo Rivero fue llevada al cine. Era su personaje en la Suite Yoruba, de Ramiro Guerra, que en 1962 José Massip convirtió en el documental Historia de un ballet.
Medea y los negreros”, “Chacona”, “Ceremonial de la danza” y “Orfeo Antillano”, aparecen en su bregar como bailarín.
Desde 1970 emprende el camino en solitario en la creación y deslumbra a la crítica con su obra inicial: Okantomí, luego serían Sulkary, Otansí, Tanagras, Omnira y Zarabanda...
Por su larga trayectoria sobre las tablas, Eduardo ha sido reconocido con la Distinción Raúl Gómez García y la Distinción Por la Cultura Nacional, y es considerado como uno de los paradigmas de la danza moderna en Cuba, sin dejar al margen su trabajo pedagógico, mediante el cual trasmite experiencia y conocimiento, tanto en Cuba como en el extranjero.  
Y aunque nació en La Habana y comenzó allí en el mundo del arte y la danza, Rivero Walker reside en Santiago de Cuba desde 1988, ciudad sur oriental de Cuba, caracterizada por la profusión de músicos, cantores y bailarines.
Eduardo fundó en 1988 la Compañía Teatro de la Danza del Caribe en Santiago de Cuba, una agrupación que inmediatamente escaló sitios cimeros en la urbe oriental, en Cuba y en escenarios internacionales, con coreografías de su director y una labor musical y danzaria excepcionales, con ejemplos evidentes en obras como Balada de los dos abuelos, Tributo, Trío, Lambarena...

Llegar a los 75 años trabajando como Ud. lo hace ¿ha constituido un sacrificio?
“En absoluto. Al contrario: me ha ayudado muchísimo, porque yo hago coreografías, imparto clases, y ya yo no bailo para el público pero me muevo para los bailarines; tengo que demostrar para los bailarines, sobre todo no solo aquí con los bailarines nuestros que me conocen y saben que cuando muevo un dedo o una mano conocen lo que yo quiero decir sino cuando voy a otros países, por ejemplo acabo de ir a Jamaica y a Belice, y allí tuve que demostrar las clases... impartir clases pero demostrarlas. O sea, estoy activo... me siento muy bien físicamente.”
El tema de la velada en la sala principal del “Heredia”, sin querer deja a un lado el homenaje personal que  Rivero Walker parece olvidar por completo, para hablar entonces de lo que más él conoce:   de la danza:
“Realmente, fue apoteósico. La velada quedó muy buena. Se hizo Destellos, Súlkary y después del intermedio, Lambarena. No hubo una caída, un resbalón, bache alguno con el vestuario. Todo funcionó brillantemente, y el público respondió calurosamente. Los bailarines dieron todo lo que de ellos se esperaba. En verdad, los muchachos se crecieron. Y para mí, que veo el espectáculo integralmente, resultó de mucha satisfacción, porque observé que ellos se sintieron realizados.”
La tarde del domingo, entonces hicieron, además de Súlkary y Lambarena, Suite de Blue y Barjalá.Un espectáculo de primerísimo nivel.     
“El lunes nos vamos a Villa Clara a trabajar con la Compañía Danza del Alma, que nos invitó para bailar tres días en Santa Clara. Luego regresamos, estamos unos días acá, y dos bailarines y uno de los músicos que fueron conmigo a Jamaica y a Belice (Deuris Cisneros Marsal, Delvis Saviñas Friñón y Edisnel Rodríguez González), los cuatro vamos nuevamente a Jamaica, a remontar Súlkary. Además, ellos van a impartir clases y a montar el cuarteto Siempre corriendo, de Ramón Ramos, que tuvo allá un gran impacto. La crítica habló muy bien de ellos y también la radio, la prensa, la televisión... Ramón lo montó aquí y allá lo bailaron los muchachos. Ellos hicieron un dúo de lo que es un cuarteto, entonces la Compañía jamaicana nos invitó para que estos dos muchachos fueran y se lo montaran a otros dos muchachos de allá y se hiciera el cuarteto, para entonces ir en julio-agosto a la celebración del aniversario 50 de la Compañía Nacional de Danza de Jamaica, cuando se pondrá en escena Súlkary, Siempre corriendo.
Ni un instante Eduardo ha dejado el cuadro del homenaje, que además del texto muestra en el diseño una composición gráfica en la que aparece el joven bailarín Rivero en dos momentos estelares de su carrera.
“Me gusta esta composición –y señala las gráficas— del Dúo a Lam que yo lo bailé con esta muchacha, Silvia Myrle, aunque lo coreografié primeramente para Luz María Collazo y yo, pero bueno se ve la cara mía, el cuerpo mío; y la cara y el cuerpo de El Ogún que yo hago en Suite Yoruba, que se filmó por el ICAIC para Historia de un ballet. Esa composición es muy interesante y me gusta mucho. Me lo entregó Tenchi (Hortensia Ortiz, presidenta del Consejo Provincial de las Artes Escénicas). Es muy bonito, en verdad.”
En qué estado se encuentra Teatro de la Danza del Caribe, teniendo en cuenta que Ud. es un director que constantemente está renovando la agrupación.
La Compañía ahora está en un momento brillante. Y por qué te digo esto: No solamente por el trabajo que se ha ido realizando, en el que han permanecido las obras clásicas de la danza moderna nuestra sino por otras obras como Destellos, Súlkary, Okantomí, que se está terminando de perfilar; Lambarena... Vaya, todas las obras de la Compañía están ya recoreografiadas con este elenco joven y ponen mucha fuerza en lo que ellos hacen.
“Son jóvenes y tienen la frescura de la juventud, y tienen toda esa inmadurez en todos los sentidos, propia de la edad. Pero cuando  bailan para el público, realmente lo conquistan. Yo estoy muy contento con el colectivo, muy contento. No lo digo realmente por quedar bien con Ud. ni con la prensa ni con el público sino por lo que siento cuando los veo ejecutar las obras.”
Si son tan buenos como Ud. dice entonces se le facilitará el trabajo ¿no?
“No es fácil mantener la disciplina de la gente, de esta generación joven. Y yo soy solo. No tengo una gente que me acompañe, que me apoye, como estaban antes Yamilia y otros. Ahora todo el mundo está retirado y yo he montado este programa solo; y he remontado el trabajo de la Compañía solo. Cuando yo salgo de viaje, los que se quedan aquí que son Bárbara y otros compañeros, ellos hacen su trabajo, muy bueno, imparten clases, ‘limpian’ otras coreografías, que es muy bueno porque siempre es conveniente que el grupo tenga un diapasón de obras de distintos coreógrafos, pero mis obras no se ‘trabajan’; las trabajo yo. O sea que ha sido una labor muy fuerte y muy consagrada la que yo hago con el colectivo. Y fue corto el tiempo: Llegué de Belice y me puse a trabajar inmediatamente. Yo llegué el 7 de noviembre y estuve solo unos días descansando, porque vine muy cansado de allá, y empecé a trabajar para esta temporada, para tener listo el programa para este 17 de diciembre y para las funciones en Santa Clara. Pero estoy muy contento porque todo el repertorio está remontado, en verdad con mucha fuerza, con mucho entusiasmo.


“Tengo tres alumnos de la escuela (escuela de danza, dirigida por Marieta Mesa dentro de la Escuela Vocacional de Arte de Santiago de Cuba): un muchacho del segundo año, que es muy bueno y promete. Le dicen un apodo... no me acuerdo de su nombre, le dicen Pindo. Un muchacho muy buen. Él trabajó ahora con nosotros y se aprendió en un ‘santiamén’ lo que tenía que hacer para Lambarena; está haciendo Súlkary, también, aunque todavía no lo ha bailado para el público pero se lo está aprendiendo, y dos muchachas del último año de la escuela, que están próximas a graduarse. Y estos tres muchachos de la escuela, ya  trabajaron esta noche en Lambarena. Hay una relación muy estrecha entre la escuela y la Compañía; un trabajo muy bueno de siempre. Estoy muy contento: la Compañía está viva y tenemos proposiciones muy interesantes para el año próximo que esperamos realizar, para otros países y en Cuba. Yo pienso montar una obra nueva, con música muy nueva que traje de un viaje...”
¿Será una superproducción como Lambarena?
No, no, no creo. Trabajaré con bastante bailarines pero no como Lambarena, en la que el vestuario es otra cosa. A mí me gusta trabajar con los cuerpos de los bailarines, pero bueno, tenía en mente hacía muchos años hacer algo grande, y lo fui perfilando poco a poco hasta que por fin lo pude concretar. Fíjate si es difícil, que yo estrené Lambarena el año pasado, en septiembre, y lo vine a remontar ahora en este año en diciembre: un año y meses después.”
Apenas hemos hablado del homenaje, de cómo se sintió...
“Muy lindo todo. Lo agradezco. Los muchachos bailaron así...
Pero ¿qué representó para Ud. ese reconocimiento por sus 75 años?
“Es como empezar el trabajo nuevamente. Para eso tengo mucho ánimo y muchos deseos de hacer cosas. Además, soy joven aún ¿no?”

domingo, 18 de diciembre de 2011

CELEBRAN EN EL "HEREDIA" HOMENAJE AL MAESTRO EDUARDO RIVERO


M.Sc. Miguel A. Gaínza Chacón
Fotos del Autor

Santiago de Cuba, dic. 18.-En ocasión de su 75 cumpleaños, el maestro Eduardo Rivero Walker, Premio Nacional de Danza 2001, fue distinguido anoche, en el Teatro Heredia, en la Avenida de las Américas, por el Consejo Provincial de las Artes Escénicas (CPAE).
La velada constituyó el cierre de la penúltima jornada de la Fiesta de la Danza (FIDANZ), que tiene lugar en esta en esta ciudad desde el pasado miércoles, dedicada a la diva de la canción folclórica, Berta Armiñán Linares, y al cuarto de siglo de la Escuela Vocacional de Arte José María Heredia, de donde han salido numerosas figuras de la danza y el ballet cubanos.
En medio de los aplausos del público, Rivero Walker recibió de manos de Hortensia Ortiz García, presidenta del CPAE, un diploma cuyo texto, fechado en Santiago de Cuba en el Año 53 de la Revolución, consigna:
“... Felicitaciones al maestro Eduardo Rivero Walker en ocasión de su 75 cumpleaños...”.
Pero lo más llamativo del diploma es que en su diseño fueron utilizadas dos imágenes trascendentales del artista: la personificación por él de Ogún, en Suite Yoruba, que luego dio paso al documental titulado Historia de un ballet; y otra de cuando hizo Dúo Alán, con la bailarina Silvia Merle.
En el “Heredia” se encontraban personalidades de la Cultura y el arte, figuras de la danza y el ballet, y directivos de la Dirección Provincial y Municipal de Cultura.
Rivero agradeció, emocionado, el homenaje y tuvo palabras de elogios para Santiago de Cuba, ciudad y público que lo han acogido como un hijo más, desde que pasó a residir aquí en la década de los años 80.
Los integrantes de la Compañía que fundó y dirige Rivero, Teatro de la Danza del Caribe, les regalaron a su director y al público en el “Heredia”, un espectáculo de primerísimo nivel mundial, en dos momentos: primero, “Destellos”, “Siempre corriendo” y la mítica “Súlkary”, una de las coreografías de Walker, mundialmente conocida.

El segundo tiempo fue para la superproducción “Lambarena”, la obra más reciente del Premio Nacional de Danza 2001, estrenada precisamente en el Teatro Heredia, a finales de 2010.
Eduardo Rivero acaba de cumplir 75 años y también acaba de regresar de uno de sus periplos habituales por el extranjero, esta vez por Jamaica y Belice, países donde montó coreografías e impartió clases y talleres, acompañado por dos de sus bailarines y uno de los músicos de “Teatro de la Danza del Caribe”.
La semana entrante la agrupación santiaguera, de la mano de Eduardo Rivero, se presentará en tres funciones consecutivas en la ciudad de Santa Clara, en el centro geográfico de Cuba, invitados por la compañía Danza del Alma.
Luego de una breve estancia en Santiago de Cuba, el equipo que acompañó al maestro en su   viaje internacional más reciente, irá con Rivero Walker nuevamente a Jamaica para alistar la celebración en esa isla caribeña de los 40 años de Súlkary, y más adelante, en 2012, los 50 años de la Compañía Nacional de Danza de Jamaica.