domingo, 13 de noviembre de 2011

En Santiago de Cuba ciclo cinematográfico al gran comediante francés Louis de Funes


M.Sc. Miguel A. Gaínza Chacón

 
Al famoso comediante francés Louis Germain David de Funes de Galarza estará dedicado un ciclo de comedias fílmicas del 14 al 19 de noviembre, en el Complejo Cultural Cinematográfico Rialto, en Santiago de Cuba, ciudad sur oriental de Cuba.
Los santiagueros amantes del género humorístico en el cine disfrutarán el lunes 14 y el martes 15 de noviembre, a partir de las 17:00 horas, del filme franco-italiano Fantomas, de André Hunebelle, estrenado en 1964.
Jean Marais, Mylene Demongeot y Marie-Helene Arnaud completan el equipo protagónico en la película, que abre el ciclo dedicado a De Funes.
En los años finales de la década del 60 y en los 70, “Fantomas” hizo furor en los cines cubanos, especialmente por la trilogía de filmes sobre el llamado Maestro del Terror, que tiene sus comienzos cuando es recreada en el cine la famosa novela de Pierre Souvestre y Marcel Allain, publicada entre 1911 y 1914.
La adaptación para el cine de Fantomas, en 1913, se debe a Louis Feuillade, lo que marcó también a esa labor, como uno de los primeros ciclos episódicos en el cine.
Los años 1932, 1947 y 1949 ven nacer remakes sobre Fantomas, hasta que en 1964 se inicia la trilogía conocida en Cuba y dirigida por André Hunebelle, que tiene en el papel de Fantomas al popular Jean Marais, y como el inquieto comisario Juve a Louis de Funes.
Para el miércoles 16 y el jueves 17 de noviembre, el “Rialto”, a media cuadra del céntrico Parque Céspedes, corazón urbano de la ciudad de Santiago de Cuba, anuncia “Fantomas se desencadena”, de 1965, también basada en la novela de Souvestre y Allain, en la que el mítico personaje de terror trata de secuestrar a un científico, pero se tendrá que enfrentar a la “astucia y gracia desmedidas” del comisario Juve, acompañado esta vez por el periodista Fandor. 
Y el viernes 18 y sábado 19 de noviembre está señalado el cierre del ciclo sobre De Funes, con la popularísima “Fantomas contra Scotland Yard”, con los mismos artistas y Hunebelle en la dirección.
Las peripecias de Fantomas enfrentado a la policía británica, dan pie al filme más violento de la trilogía sobre el personaje terrorífico, y es a su vez, el que cierra el ciclo en el ámbito mundial.  
Al margen de la popularidad que mediante la gran pantalla alcanza el personaje de Fantomas, tanto en Francia como en los países donde se exhibe el filme, es incuestionable que las dotes histriónicas de De Funes constituyen un porciento alto del éxito de la película.
Lo precedente puede ser ilustrado con solo decir que casi al final de su vida, el comediante galo de origen español, Louis Germain David de Funes de Galarza, fue calificado como el Chaplin francés, lo que le hizo reaccionar con estas palabras: “Es un elogio desmedido”.
De Funes nació el 31 de julio de 1914 en Courbevoil, cerca de Nantes y cerró los ojos para siempre, el 27 de enero de 1983, luego de acumular la cifra impresionante de 144 filmes.
Sin embargo, su popularidad muchos la señalan como retardada, debido a la timidez que solo supera De Funes gracias a sus cualidades como actor y cómico excepcionales.
Los biógrafos del artistas dicen que la familia del actor pertenecía a la nobleza en Sevilla, España, y que Carlos Luis, el padre, era abogado y luego joyero, y la madre, Leonor Soto Reguera, ama de casa e hija de un notario de Ortiguera, en La Coruña.
Sin convertirse en una tragedia para Louis pero su timidez influyó en que la vida artística no fuese tan placentera en los inicios: hace pequeños trabajos y como es músico y pianista, toca en bares de poco calibre. Pero es buen músico y tiene un oído genial, características que le servirán luego para películas como El gran restaurante, El hombre orquesta...
Aun su apocamiento en los escenarios, De Funes sí interioriza que posee dotes excepcionales para la comedia y ejercita y ensaya una mirada sollozante y ademanes impertinentes que se convertirán en únicos en la pantalla mundial. Dicen que lo aprendió mirando al Pato Donald.
Finalmente, descubren el talento de Louis cuando incursiona en un papel secundario de “La travesía de Paris”, a pesar de estar entre dos monstruos de la pantalla: Jean Gabin y Bourvil, y es en 1964 cuando De Funes alcanza la fama para no separarse jamás de esta, cuando hace El Gendarme de Saint-Tropez. Y aún así no se despoja del fantasma de la timidez.
Pero ya es famoso y lo consolida con “Fantomas”, “El hombre del Cadilac” y con Bourvil constituye un dúo antológico. “La Gran Fuga” es en Francia el filme que más entradas vende: 17 millones, solo desplazada años después por “Titanic”, en 1998, y otro filme francés: Bienvenidos al Norte.
Louis de Funes también hace teatro: Oscar, de 1971 a 1972 lo consolida aún más como estrella, pero en 1972 un infarto lo hace renunciar, con mucho pesar, a las tablas que ya ama con intensidad.
Tiene el actor 60 años y decide, aunque “a media máquina” no apartarse totalmente del cine. Dispone de un gran talento pero de una salud muy delicada, que implica ir a los set de filmación acompañado por un médico y una ambulancia. Es la época en que otro comediante mundial: Jerry Lewis le entregue personalmente un premio.
Transcurre 1981 y a sugerencia de un hijo, Louis de Funes lee La sopa de coles y trata de adaptarla al cine. Su carrera la finaliza con Le Gendarme et Les Gendarmetts.


El 27 de enero de 1983 un nuevo infarto lo derrumba para siempre. Lo entierran en el cementerio de Le Cellier, cerca de Nantes, Francia, en una tumba sencilla pero bellamente florida. Allí descansa un gigante de la comedia francesa, que al menos hasta hoy no ha tenido sustituto.
En Cuba los cinéfilos disfrutaron con creces de las artimañas y gestos de Louis de Funes, y más de un comediante habrá aprendido de la capacidad de gesticulación y de imitación del actor; de su habilidad para repetir en una misma escena ademanes y parlamentos; de esa manera especial de recrear los sentimientos y emociones en forma de miedo y desesperación, o la cólera mediante gruñidos y ruidos vocales.
Lamentablemente, De Funes no es hoy una figura cotidiana en las pantallas cubanas ni incluso en los ciclos de cine francés. Pero hay un público de la generación de los 60 y los 70 que recuerda con cariño y mucha admiración al comediante genial, Caballero de la Legión de Honor, en 1973 y al distinguido con el “Cesar de Honor”, que a partir del lunes estará en el Complejo Cultural Cinematográfico Rialto, en Santiago de Cuba.   


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