sábado, 24 de mayo de 2014

Adiós a un inolvidable bolerista santiaguero



SE APAGÓ OTRA VOZ DEL 
BOLERO: EDDY ÁLVAREZ

M.Sc. Miguel A. Gaínza Chacón

Santiago de Cuba, mayo 24.- A pesar de sus 88 años, Eddy Álvarez seguía cantando en las peñas del bolero que proliferan por la ciudad. Y siempre su porte y buen vestir atraían la atención del público… hasta que comenzaba a cantar. Entonces su voz grave y el sentimiento hecho bolero lo monopolizaban todo.
Así lo vimos en 2013 en la Sala Dolores, cuando la edición del Festival Boleros en Santiago (Boleros de Oro) estuvo consagrada a su persona y a su devenir en la canción romántica.
Era él una de las pocas figuras del mundo de la Cultura en Santiago de Cuba que llamaba Miguelito a este periodista. Dicha familiaridad estaba sustentada en una vieja amistad que nació en las incursiones periodísticas por cabarets de esta urbe musical, noctámbula y de las serenatas. Y también a la coincidencia en la calle Santa Lucía, a pocas cuadras de la bahía, en el corazón del barrio Tivolí.   
De ninguna manera Eddy podía ser en 2013, el mismo que conocimos a finales de la década del 60, cuando aparecía en casi todas las carteleras de los centros nocturnos de Santiago de Cuba. De cualquier manera, su canto y su “ángel” le granjeaban más y más amistades.
Y cuando una persona así parte definitivamente, es profundo el pesar que se siente. Eso ocurrió este viernes, pues inesperadamente dejó de existir el legendario vocalista Eddy Álvarez, una pérdida irreparable para la cultura y el bolero en Cuba.
En retrospectiva, a finales de la década del 50, cuando su hermano Fernando impone calidad y originalidad en el universo musical cubano y latinoamericano, la RCA Víctor contrata a Eddy y le graba dos temas, con el respaldo de la orquesta de Bebo Valdés. Era su momento, porque también hace actuaciones especiales con la orquesta Sensación, por Tele Mundo, un popular espacio de la TV con el cual Pumarejo enfrenta el embate de CMQ.
Pumarejo necesitaba figuras impactantes y el hábil empresario enseguida se fijó en el santiaguero Eddy Álvarez, con el aval indiscutible no solo de ser hermano de Fernando, “la voz nueva de América”, sino porque el registro y el estilo eran muy similares…
Recuerdo de una conversación con Eddy, que manifestaba haber trabajado en algo de ómnibus o de autos de alquiler y que luego de las incursiones en la Capital optó por regresar a su natal Santiago de Cuba. En aquella etapa condujo el Departamento de Espectáculos del Instituto Nacional de la Industria Turística (ININT), cuyas oficinas radicaban en los bajos de la Catedral santiaguera y era la entidad facultada para organizar las presentaciones artísticas en los cabarets de la ciudad.
Eddy sobrevivió muchos años a su hermano Fernando. Y los amantes del bolero en la ciudad santiaguera encontrábamos salida a la añoranza, cuando coincidíamos con el vocalista fallecido el viernes en la madrugada, en su comunidad del reparto Abel Santamaría, en el este de la urbe.
María del Carmen González Puig, compositora cantante y pianista, no oculta su tristeza.
“Trabajé muchos años con él, acompañándolo con el piano en el ‘Club Kontiki’ y en el ‘Lido Club’. Era una persona maravillosa; era alguien que tenía el don de arreglarle el ánimo a quien lo conocía. Siempre tenía un cuento a flor de labios que aflojaba ltesiones… Yo lo consideraba como un padre y voy a decir más: Eddy vivía para su hijo Eduardo, pianista instrumentista en el Centro Recreativo Orestes Acosta, y como le digo esto le aseguro que Eduardo vivía para su padre. Era una relación hermosa, ejemplar.
“Estuvo Eduardo a su lado hasta el último instante. Lo asistió, le dio respiración ‘boca a boca’ mientras llegaba la ambulancia, y Eddy, con todo su conocimiento, tuvo tiempo de despedirse del hijo.”
Lo cierto es que desde el amanecer del viernes 23 de mayo de 2014, en el concierto bolerístico de Santiago de Cuba falta una voz y una imagen imprescindibles: las de Eddy Álvarez.  


  

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