En Santiago de Cuba éxito rotundo en
cierre
de espectáculo teatral sobre cantante La Lupe
Texto y
fotos: M.Sc. Miguel A. Gaínza Chacón




La vida se
encargó de demostrar que fue La Lupe una intérprete excepcional; también, cómo
los excesos, tanto en Cuba como en los Estados Unidos hacia donde emigró en
1962; su proverbial ingenuidad, su bondad como ser humano, y paradójicamente un
carácter indomable, matizado por las traiciones que afrontó en el orden
profesional y sentimental, llevaron al ocaso a una estrella formidable.

Durante
tres jornadas consecutivamente, esta ciudad disfrutó de un texto exquisito,
obra del dramaturgo y actor Carlos Padrón, todo dirigido por la Premio Nacional
de Teatro y Televisión, Verónica Lynn, y un
equipo de realización de excelencia en el diseño de luces, por Carlos
Repilado; de vestuario, Eduardo; de maquillaje y peluquería, de Rogelio Conde;
jefe técnico, Joannis Domínguez, y la producción de Niro de la Rúa.
Fue
precisamente De la Rúa quien en nombre del equipo de realización agradeció el
apoyo recibido en Santiago de Cuba de las autoridades, de la Dirección de
Cultura, el Consejo de las Artes Escénicas, la UNEAC, y la dirección, los
técnicos y los trabajadores del Teatro
Martí.
Al final
del monólogo, la emoción arrancó lágrimas de la actriz María Teresa Pina,
especialmente cuando cientos de personas, de pie, aplaudieron con vehemencia esa
demostración depurada del buen arte escénico que acaba de conmover nuevamente a
Santiago de Cuba, la tierra natal de la inolvidable Guadalupe Victoria Yoli,
alias La Yiyiyi o La Lupe (Santiago de Cuba, 1936- Estados Unidos, 1992).
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