domingo, 2 de marzo de 2014

La vida de La Lupe en el Teatro Martí con María Teresa Pina



En el Teatro Martí de Santiago de Cuba 
Cierra hoy “La gran tirana” 
sobre la vida de La Lupe

M.Sc. Miguel A. Gaínza Chacón

Santiago de Cuba, marzo 2.- Hoy finalizará el ciclo de tres días en el Teatro Martí, con el espectáculo “La gran tirana”, sobre la tormentosa existencia de la cantante cubana La Lupe. Serán con la de este domingo, tres nuevas oportunidades que habrá tenido el público de esta urbe para disfrutar de una de las piezas teatrales más seguidas en Cuba en los últimos años, gracias a la creación de Carlos Padrón, la dirección de una maestra del arte dramático: Verónica Lynn, y la actuación admirable de María Teresa Pina, quien encarna a la polémica intérprete cubana de los años 60, fallecida en los Estados Unidos a inicios de los 90.   
Luego del éxito que significó hace dos años su estreno aquí y en otros escenarios cubanos, retorna a esta ciudad la obra inspirada en la turbulenta vida de La Lupe, quien nació en 1936 en el barrio santiaguero de San Pedrito.
“La gran tirana” recrea la existencia de Guadalupe Victoria Yoli, alias La Yiyiyi y La Lupe (1936-1992), quien fue  calificada por algunos como la cantante más libre y estrafalaria que haya pasado por los escenarios cubanos.
Surgida como cantante en su ciudad natal, imitando a Olga Guillot, de ella apunta el diario “Juventud Rebelde” digital, que era una actriz-vocalista de su propia vida, que rompió con los prejuicios de la mujer de la época.
La tarde del pasado jueves, a solo horas del espectáculo en Santiago de Cuba, María Teresa Pina, en una prueba de modestia, consideró que su actuación “es solo la punta del iceberg”, en referencia al excelente trabajo de Padrón y su investigación; Rogelio, Eduardo, Niro, el productor… en fin, el equipo de realización.
“Venir a Santiago de Cuba siempre tiene connotación especial, y ahora más aun, porque este 28 de febrero se cumplen 22 años de la muerte de la Lupe”, dijo. Y habló también de la gestión de la directora de Cultura en la provincia, Tania Fernández Chaveco, y del compositor Rodulfo Vaillant, presidente aquí de la UNEAC, evidentemente un admirador del arte de La Pina y fan de La Lupe, para escenificar la obra en el “Martí”. 
Agregó María Teresa, que en su opinión debe distinguirse con una tarja o algo similar, el sitio donde nació La Lupe en el barrio de San Pedrito, y recordó que en Nueva York, una calle lleva el nombre de la intérprete cubana.
Explicó que para asumir el papel de la polémica artista realizó un estudio profundo de esta, lo que le ha permitido reflejar en el monólogo, lo bueno, lo regular y lo malo de quien fue por medio de la música, reina del alma latina.
También, se refirió a que generaciones de cubanos no saben quién fue La Lupe ni sus virtudes y defectos; ni que las drogas y los excesos en los Estados Unidos la llevaron, luego de tener mucho dinero, a morir en la más absoluta pobreza.
Toda esa amalgama de sentimientos y vivencias; sus nexos con Mongo Santamaría y Tito Puente, sus discos y premios en Caracas, Panamá, Puerto Rico, Nueva York... Sus amores, a veces tormentosos; su vida fuera de Cuba, su fama y su ocaso, todo eso ha retornado con La gran tirana y con María Teresa Pina, quien pocas veces se equivoca pero esta vez sí lo hizo, pues en ella no es –como dijo-- la punta sino el iceberg completo.

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