martes, 31 de diciembre de 2013



Fiesta de la Bandera en el Parque Céspedes

Impronta de Don Emilio Bacardí y 
Ángel Moya en 113 años de tradición  

M.Sc. Miguel A. Gaínza Chacón
Fotos de 2012

La Catedral como fondo
Santiago de Cuba, dic 31.- Cuando resuene el Himno de Bayamo en el Parque Céspedes de esta ciudad; cuando 2013 se despida para ser reemplazado por 2014, y en lo alto del vetusto edificio del  Ayuntamiento ondee la Bandera tricolor de la estrella solitaria, Ángel Moya y Don Emilio Bacardí Moreau sentirán, donde quiera que estén, el mismo orgullo que cientos de miles de santiagueros profesan a una tradición esencialmente patriótica.

Septeto Santiaguero
Desde hace 113 años, solo aquí se vive ese momento clímax en el corazón urbano de una urbe donde la costumbre no ha perdido un ápice de emotividad, y vitorear la existencia plena de la Patria, estrechar al familiar o amigo en un fuerte abrazo, o reencontrarse con quien no se ve desde hace meses o años, confirma que tanto por el sentimiento patriótico como por el  familiar o amistoso, la iniciativa de cubanos como Moya y Bacardí en los albores del siglo XX constituye un hecho único e irrepetible.  

Todo lo precedente justifica la satisfacción que manifiestan los integrantes de la Cía. All Star, el director artístico Eliades Quesada Badel, los miembros de la centenaria Banda Provincial  de Concierto, los conductores Ado Sanz y Kenia Campuzano, los adolescentes del Ballet Santiago… por integrar el elenco que recordará a los reunidos en el “Céspedes”, que aquí la tradición es inconmovible.  

Fuegos artificiales
Es el mismo sentir expresado por las muchachas del Quinteto Vocal Las Adalias, la vocalista Marilis González, los integrantes de La Muralla,  los bailarines y bailarinas de Danza Contemporánea, llegados directamente desde las aulas de la Escuela Vocacional de Arte José María Heredia; de los estudiantes universitarios devenidos actores en el grupo ESTOM…

Bandera Cubana en lo alto
No ha podido el paso del tiempo marginar la significación histórica de amor a la Patria que encierra la iniciativa nacida a la hora de despedir al siglo XIX y recibir al siglo XX; ni el protagonismo de quienes animaron aquella acción, como el inquieto Chichi (Ángel Moya), santiaguero y ardoroso amante de ayudar a su comunidad; ni el hecho de que fuese el patriota Don Emilio Bacardí Moreau, primer Alcalde cubano postcolonialismo español, el que izara la enorme y hermosa Enseña Nacional, confeccionada por colecta popular, para que el pabellón tricolor ocupase desde entonces el sitio donde siempre debió estar y que fuera usurpado sucesivamente por el de España y los Estados Unidos. 

Junto a la Bandera Cubana en el Parque Céspedes”, en otra celebración llena de simbolismo, habló Fidel Castro el 1.de enero de 1959 para decir al mundo que por fin Cuba era –y es para siempre-- libre y soberana; el propio Líder histórico cubano regresó al mismo balcón en 1984, para otorgar a la localidad el título de Ciudad Héroe de la República de Cuba, la Orden  Orden Antonio Maceo, y para decir “¡Gracias, Santiago!”.  

Haya brisa o no, para los santiagueros la bandera ondeará porque en ella se sintetiza el sentimiento agradecido hacia la Patria, que experimentan las mujeres y los hombres de esta ciudad.   


Por lo precedente y porque es única en su género, aunque resuene la música en el “Céspedes”, y los fuegos artificiales inundan el firmamento sobre la Catedral, el Ayuntamiento, el “Casa Granda” y la ciudad para anunciar la partida del año viejo y la llegada del año nuevo, la Fiesta de la Bandera conservará la connotación patriótica que le dio origen. Y por tanto seguirá siendo  --lo fue y es imperecederamente-- la fiesta más alegre y cubanísima en toda Cuba.



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