domingo, 1 de diciembre de 2013

Voces, música y reflexiones en el homenaje 
al maestro Electo Silva en Santiago de Cuba

Texto y fotos: M.Sc. Miguel A. Gaínza Chacón

Santiago de Cuba, diciembre 1.- Anoche el XXX Festival Internacional de Coros en esta ciudad, y una repleta Sala de Conciertos Dolores, rindieron homenaje al maestro Electo Silva Gaínza por sus 85 años de vida. Pero más que por el onomástico, por su impronta en el movimiento coral en Cuba.
La Coral Universitaria (de la Universidad de Oriente), en la que Electo cantó cuando era estudiante de ese alto centro de estudios y luego él la dirigió, le dedicó al maestro Silva Gaínza “Dulce embeleso”, de Matamoros, y “Sole-uh”, del folclor haitiano, con una versión coral del propio Silva.
El presentador de la noche, Ado Sanz, leyó una extensa biografía del homenajeado, lectura que fue escuchada en medio de un silencio absoluto, y respetuoso, del recinto lleno de público en la platea, el balcón y los pasillos.
Correspondió entonces hablar al maestro Silva. No utilizó micrófonos; tampoco subió al escenario. De frente al auditorio, su voz demostró alcance inusitado, cuando pasa de los 85 años.
Deleitó a los presentes, muy atentos a la intervención, con pasajes de su vida, de lo que ha representado para él la música y los coros, y con énfasis en sus palabras, abogó por retomar en Santiago de Cuba y en todo el país, el movimiento masivo de coros.
El agradecimiento de la ciudad se infirió del aplauso, extenso y vibrante, que le dedicó el público.
Junto a Electo se encontraban Lázaro Expósito Canto y Reinaldo García Zapata, primer secretario del Partido Comunista de Cuba (PCC) y Presidente de la Asamblea del Poder Popular (Gobierno) en la provincia, respectivamente, y Julio Camacho Aguilera, uno de los protagonistas del alzamiento armado del 30 de Noviembre de 1956 fuera de Santiago de Cuba, en apoyo al desembarco de los expedicionarios del yate Granma.


En la velada no podía faltar el Orfeón Santiago, una de las agrupaciones más prestigiosas de su tipo en el país, fundada y dirigida por Electo Silva desde 1960.
El Orfeón Santiago cantó un programa cuidadosamente escogido: Para ti, con texto de Fayad Jamis; Misa Caribeña, de Electo; Pido silencio, con texto de Pablo Neruda; La rosa roja, de Oscar Hernández; Pensamiento, de Teofilito; Santiaguera, de Matamoros, El castigador, de Ignacio Piñeiro; A veces, con textos de Nicolás Guillén; Iré a Santiago, letra de Federico García Lorca, y Gracias a la vida, de Violeta Parra, absolutamente todas con músicas o versión coral de Silva Gaínza.
Y luego del agasajo a cargo del Centro Provincial de la Música y de la Universidad de Oriente, en las personas de Nerys Montoya y Víctor Hugo Leyva, vicerrector de Extensión Universitaria, la velada dirigida por Eliades Quesada, cerró con las canciones que el Coro Nacional de Cuba, con la maestra Digna Guerra Ramírez al frente, le regaló al maestro Electo Silva, Premio Nacional de Música, promotor de coros en Cuba y el mundo, y ante todo: santiaguero para siempre.   

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