domingo, 29 de noviembre de 2015

En ningún sitio de Cuba como en Santiago de Cuba se han conservado mejor las huellas de los cafetales franceses



Cumplen 15 años como Patrimonio 
Mundial de la Humanidad  cafetales 
franceses en el Oriente de Cuba

Texto y foto: M.Sc. Miguel A. Gaínza Chacón

La Isabelica y su entorno: pasado hecho realidad
Santiago de Cuba, noviembre 29.- Trabajadores y directivos de Patrimonio Cultural en esta ciudad, celebraron ayer el aniversario 15 de la Declaratoria de Patrimonio Mundial de la Humanidad del Paisaje Arqueológico formado por los cafetales franceses del siglo XIX ubicados en la región oriental de Cuba.
El 29 de noviembre de 2000 la UNESCO declaró como Patrimonio de la Humanidad esta huella arquitectónica, especialmente en su entorno de la Gran Piedra y en la finca y museo La Isabelica, área protegida en las estribaciones de la Sierra Maestra, que en su conjunto son la única representación de los cafetales franceses en el país y conforman hoy un monumento abierto al mundo para conocer este segmento de la historia colonial y cultural franco-africana en Cuba.
Montes de la Gran Piedra, en la Sierra Maestra
Debía realizarse la celebración cerca de la comunidad de la Gran Piedra, a 26 kilómetros montaña arriba, en el este de la ciudad de Santiago de Cuba, pero fue trasladada para la “Casa Dranguet”, en el corazón urbano santiaguero, porque así lo determinaron las condiciones meteorológicas en la vía tan escabrosa.
Nada iguala a hacer café en colador artesanal
La Casa Dranguet es el Centro de Interpretación y Divulgación del Patrimonio Cultural Cafetalero, puesto a punto como parte de las instituciones abiertas este año, en ocasión del medio milenio de la fundación de la otrora villa santiaguera.     
Yaumara López, directora de la Casa trasmitió una felicitación a los homenajeados y leyó los apuntes enviados al acto por Marileydis Brunet Horruitiner, directora del Museo La Isabelica, quien se restablece de una dolencia.
López, además, dio a conocer una convocatoria a la I Jornada Científica que tendrá lugar en el “Centro de Interpretación…”, mediante la presentación de investigaciones concluidas o en curso, relacionadas con este paisaje cultural cafetalero en los temas: patrimonio construido, patrimonio natural, trabajo socio culural comunitario… “en fin, dijo, serán ponencias para analizar, y que tendrán la peculiaridad de presentarse en un entorno del café. Muchas acciones del arte y la cultura mundial han sido primero discutidas en medio de un buen café” y eso ocurrirá aquí mientras los especialistas degustan infusión tan aromática. 

La Tumba Francesa La Caridad de Oriente presente en el homenaje
“Será como una ‘tormenta de ideas’, en la que se interrelacionarán los profesionales que estudian este Paisaje para crear de conjunto, caminos hacia la práctica social de los resultados de esas pesquisas”, anotó Yaumara, quien intervendrá en su condición de co-directora del proyecto Caminos del Café. Ella, además, espera contar con la asistencia de personalidades como la Dra. Lourdes Rizo, de la Facultad de Construcciones de la Universidad de Oriente; Marileydis, del Museo La Isabelica; la Dra. María Elena Orozco, presidenta de la Cátedra de Estudios Franco-Cubanos y Caribeños; el M.Sc. y arquitecto Omar López, director la Oficina del Conservador de la Ciudad, y otros investigadores y estudiantes universitarios. 

Un pastel enorme para celebrar el aniversario
Ritmo, voces y tradición en la Tumba Francesa

Las plantaciones cafetaleras francohaitianas de la Sierra Maestra son un ejemplo del paisaje cultural como contenedor patrimonial y de la interacción entre el hombre y la naturaleza, afirmó en sus notas Brunet Horruitiner.
El Paisaje Arqueológico de las primeras plantaciones cafetaleras del sudeste de Cuba se extiende por cientos de ha, en un perímetro que abarca zonas de las orientales provincias de Santiago de Cuba y Guantánamo en 171 haciendas fundadas por colonos franceses que llegaron aquí con sus dotaciones de esclavos, luego de huir de la Revolución Haitiana a finales del siglo XVIII y principios del XIX. 
El quinteto vocal Las Adalias, con “Color café”, tema francés de Seredi Gueinsbur, y “Baja y tapa la olla”, de Lorenzo Hierrezuelo; el fondo musical de “Un sorbito de amor”, de Rubén Lester, que es la canción de ambiente en la Casa Dranguet, y la Tumba Francesa La Caridad de Oriente, conformaron el momento artístico del aniversario.  


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