domingo, 22 de marzo de 2015

Un regalo musical de alta factura para Santiago de Cuba



Inolvidable actuación de Bárbara Hendricks, 
de Estados Unidos, en Santiago de Cuba


Texto y foto: M.Sc. Miguel A. Gaínza Chacón



Santiago de Cuba, marzo 22.- “Inolvidable”; “… Uno de los acontecimientos culturales más grandes ocurridos en esta ciudad”;  “… era como un ángel que bajó para cantarnos”. Así resumieron algunos santiagueros al salir de la Sala de Conciertos Dolores, la actuación anoche de la mezzosoprano norteamericana Bárbara Hendricks.    

La expectación creada en el público de esta ciudad sur oriental de Cuba, por ir al encuentro con la intérprete calificada como una de las artistas de su género más amada y admirada en el mundo, tuvo su recompensa con más de una hora de música y voz sublimes.

Esta fue la primera presentación de Bárbara Hendricks en Cuba y   ningún escenario pudo ser mejor que el de la “Dolores”, una sala para conciertos entre las mejores del Continente, por su acústica.

La intérprete, nacida en Arkansas, Estados Unidos, reside actualmente en Suecia; a los 20 años se graduó como Bachiller en Matemática y Química; estudió en la Escuela de Música Julliard, en Nueva York, y en 1974 hizo su debut operístico en la Ópera de San Francisco, para de ahí eslabonar una carrera siempre ascendente, en la que ha actuado con las mejores óperas del mundo, y ha sido dirigida por los mejores directores del ámbito mundial.

El programa de la noche incluyó la Sinfonía No. 1 de P.I. Tchaikosvsky, de la ópera Las bodas de Fígaro, de Mozart, aria de Cherubin, “Voi que sapete”; aria de Susanne, “Giunse alfil il momento, Deh vieni nom tardar”; obertura Las bodas de Fígaro, y aria de la Contesse “E Susana non vien, Dove sono”;de la Ópera Carmen, de Georges Bizet, aria de Carmen “La Habanera”; Here’s to life, y It might as welf spring, con arreglos de Magnus Lindaren; de mla Ópera Porgy and Bess, de George Gershwin, aria de Clara “Summertime, y “Freedon” Medley con arreglo de Lindgren, y para cerrar, el famoso Pata Pata de Miriam Makeba, también con arreglo de Magnus, tema que en la voz de Bárbara Hendricks, puso de pie a la sala.

Igualmente, brillaron el solista invitado Magnus Lindgren, saxofonista, clarinetista y arreglista de Suecia; la Orquesta Sinfónica de Oriente, bajo la batuta de la directora invitada, la maestra Daria Abreu; el segmento vocal con integrantes de coros de la ciudad, y las intervenciones del oboísta Jorge Ruiz y otros instrumentistas de la “Sinfónica”, y del guitarrista también sueco, Ulf Englud, todo como respaldo a las magistrales interpretaciones de Bárbara.

Lindgren, en muy buen español, agradeció la acogida del público y saludó la presencia en la Sala de la Embajadora de Suecia y el Embajador de Francia.    

Hoy por la noche, la famosa Bárbara Hendricks se presentará con su grupo en el Iris Jazz Club, en otra de sus facetas como intérprete: el jazz.  

Para mañana lunes, a las 15:00 horas, Hendricks ofrecerá en la propia Sala Dolores, una clase magistral, con lo que cerrará su primera visita a Cuba.

No hay comentarios:

Publicar un comentario