Si tiene 83 años y la misma
prestancia
del inicio no hay confusión: es la Orquesta del Sabor, la
Chepín-Chovén
M.Sc. Miguel
A. Gaínza Chacón
Santiago de Cuba, agosto 2.- Si Ud. encuentra en Cuba una
orquesta jazz band que 83 años después de su estreno mantiene la prestancia del
inicio y en alto la huella, los sueños y esperanzas de sus fundadores, estará
ante la santiaguerísima “Chepín-Chovén”.
Incalculable que coincidieran en aquel 1932, las
aspiraciones de los maestros Electo Rosell “Chepín” y Bernardo Chovén cuando decidieron
fundar la famosa Orquesta, que aún hoy hace las delicias de los bailadores, o
de quienes solo escuchan sus temas.
¿Sobre qué base descansa la popularidad de esta agrupación y
poder mantenerse así de generación en generación en la preferencia de los
bailadores? En la defensa de las raíces musicales de Santiago de Cuba y haber
sido fiel a un estilo y a una sonoridad a lo largo de más de 80 años, algo que
se dice fácil pero requiere de mucho empeño.
Esto último es lo que anima a “los chepines” contemporáneos,
cuando en cada escenario de Cuba hacen sonar “este sabor único” lo mismo en una guaracha, son, bolero… hasta
hacer que los públicos más diversos identifican enseguida: “esa es la orquesta
Chepín-Chovén”.
Llena de orgullo al maestro José Ramón Hernández Garbey,
trompetista y director, saberse uno de los protagonistas de los éxitos, casi exactamente en todo el último tercio de
la historia del grupo santiaguero.
En esta aventura sublime en la que jamás ha estado ausente
la impronta de Electo y Chovén, José Ramón ha tenido como sostén a Gilberto
Aguilera Caballero o mejor: al popular Papito, saxo, subdirector, y una suerte
de eficiente promotor.
Eso sí: largo camino ha transitado José Ramón para hacer
realidad su sueño de formar parte de la historia de la “Chepín-Chovén”, pues
recuerda su época en la banda del Ejército Oriental, cuando entre himnos y
marchas acariciaba la idea de “sonar” en la Orquesta del Sabor. Con creces lo
ha conseguido, de ahí su orgullo cuando habla de la fidelidad del grupo hacia
la música tradicional y de la infinidad de jornadas de ensayo para lograr esa
identidad, ese sello en boleros, mambos, “chepinsones”, boleros con
estribillos, sus famosos danzones, el son montuno…
Pero ¿qué es un chepinsón? ¡Ah! Eso viene desde la época
fundacional de la orquesta, cuando entre Electo, Bernardo y otros segmentos del
grupo se logra un tumba’o especial del piano, timbal, saxofón… Así ha perdurado
hasta la actualidad y los identifica cada primer y tercer domingo de cada mes
en la Plaza de Marte, a las 8:30 p.m., en las actuaciones realizadas en el
Carnaval del 500 aniversario de la villa, y en sus presentaciones en
comunidades, municipios, sitios de otras provincias; en Francia en 2003 y 2005;
en Italia; en la gira nacional que hicieron por Cuba en ocasión de los 80 años
de la orquesta… Así sonaron los temas de siempre y las composiciones de José
Ramón, de William Calderón, el bajista. Ayuda mucho que la mayoría sean músicos
con más de 50 años pues conjugan experiencia y juventud, según reconoce Osmany
Hernández Sarmiento, el hábil representante de la “Chepín”, agrupación nominada
al CubaDisco 2015 con el tema “Llegó el Chepín Son”.
Y ¿quiénes completan esta aventura de 83 años, además de los
integrantes mencionados? Los cantantes Eduardo Leyva Puente, Alcibíades
Espichicoque Chivás, Eroldo Semanat Castillo y Misael Burgos Ferrer; pianista
Aduaney del Río Suárez; batería Omar Massó Renot; tumbadora, Rolando Vicente
Hechavarría; güiro, Electo Rosell Rodríguez; trompetistas, José Luis Hernández
Garbey, Jorge González Almenares, Ángel Beltrán Contrera; saxo, Orestes Chovén
Lescay y Luis Hechavarría Hechavarría, y los utileros Manuel Ferrera Cruz y
Orbi Hernández Sarmiento.
Con un sitio bien ganado en la cultura cubana, la
“Chepín-Chovén” atesora condecoraciones, premios, medallas, reconocimientos;
presencia en festivales; la condición
de Vanguardia Nacional del sector; Orquesta Patrimonio de la Cultura Nacional;
discos: “Danzón a lo Chepín”, “Arcoiris Musical”, “El que ríe de último…”,
“Bodas de Oro”, “Saludo Cubano”, “A tumbá los cocos”, “De nuevo con Chepín”…
Y la esencia de la orquesta ¿cuál es? Mantener viva la obra
musical del maestro Electo Rosell, de Chovén… Eso se logra mientras los cubanos
sigan disfrutando de “Bodas de Oro”, “Murmullo”, “El Platanal de Bartolo”,
“Diamante Negro”, “Reina Isabel”…
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