miércoles, 26 de febrero de 2014

Eloína y Vitelio homenajeados



A Eloína Miyares y Vitelio Ruiz 
Placa de Reconocimiento “Heredia” 



M.Sc. Miguel A. Gaínza Chacón


Santiago de Cuba, febrero 26.- Los destacados defensores del buen hacer en la gramática y la lingüística en Cuba, los santiagueros Eloína Miyares y Vitelio Ruiz. Héroes del Trabajo, recibieron ayer la Placa de Reconocimiento José María Heredia que otorga la Dirección Provincial de Cultura.

La ceremonia se desarrolló en el Museo Casa Natal del poeta José María Heredia, en el centro histórico de esta urbe sur oriental del archipiélago, donde Tania Fernández Chaveco, directora provincial de Cultura, puso la distinción en manos de la homenajeada y el homenajeado.

Luego de escuchar la resolución de otorgamiento, dada a conocer por la Dra. Marta Cordié Jackson, vicepresidenta del Comité Provincial de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC), Eloína habló por ella y por su esposo, Vitelio.

La destacada profesora de generaciones agradeció emocionada la Placa Heredia para ella y para Vitelio, un reconocimiento, dijo, que es extensivo al Centro de Lingüística Aplicada y a todo aquel que luche por el mejoramiento y los avances de la gramática y el idioma.

Enfatizó sus palabras al puntualizar que la ceremonia tenía lugar en la casa natal de Heredia y recordó con mucho amor a su hijo, Oscar Ruiz Miyares, lamentablemente fallecido en esta ciudad, quien se consagró al estudio de la obra del Cantor del Niágara.

Al acto asistió, además, Vicente González, vicepresidente del Consejo de la Administración Provincial; Orlando Vergés, director de la Casa del Caribe; el destacado compositor Enrique Bonne, otros miembros de la UNEAC en la ciudad, y casi en pleno el colectivo de trabajadores del Centro de Lingüística Aplicada.

Hace solo horas, en una revisión al periódico digital Trabajadores apareció la siguiente referencia al matrimonio de Julio Vitelio  Ruiz Hernández y Eloína Miyares  Bermúdez, quienes a lo largo de seis décadas lo han compartido todo:

“Hay amores –señalaba la periodista Betty Beatón-- que no caben en una alcoba,  un hogar, ni siquiera en una  ciudad. De tan especiales rompen  las ataduras de lo íntimo para convertirse  en una suerte de espejo público  en el que tantas parejas  quisieran verse reflejadas”.  

Y en verdad, entre Vitelio y Eloína la colaboración trasciende el amor, va hasta las responsabilidades científicas, pasa por la lingüística, por la condición de ambos como Héroe del  Trabajo de la República de Cuba…

Explicaba Beatón en su trabajo, que desde 1943 se juntaron las aspiraciones de Eloína y Vitelio en la  Escuela  Normal para Maestros de Oriente, y recreaba otros momentos sublimes: el matrimonio el 27 de  noviembre de 1952; las investiduras de él como  Doctor en Ciencias Filológicas, y de  ella Doctora Honoris Causa  de la Universidad de Oriente; y los libros publicados, la fundación del  Centro de Lingüística Aplicada de  Santiago de Cuba; las jornadas de Vitelio en el extranjero en el Doctorado y de Eloína al frente de la familia   

Por eso cobra connotación especial que ambos hayan recibido, juntos, la Placa Heredia. Otra declaración de amor entre dos vidas ejemplares y muy queridas en Cuba, en general, y en Santiago de Cuba en particular.








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