viernes, 7 de diciembre de 2012


MURIÓ UN EMBLEMA DE LA CULTURA

M.Sc. Miguel A. Gainza Chacón

Santiago de Cuba, 8 dic.- La cultura en el mundo acaba de perder un emblema. Porque Oscar Niemeyer no solo era un arquitecto de talla universal sino un promotor cultural que no escatimó esfuerzos ni fronteras para difundir el arte de las curvas y las líneas, en lo que era un genio, y la confianza en el mejoramiento humano desde su óptica comunista que nunca ocultó. Por eso defendió hasta el último suspiro, las causas justas en cualquier lugar. Qué mejor ejemplo de ampliador de la cultura.
Imposible olvidar cuando desde nuestra visión casi infantil aún, mirábamos asombrados en las publicaciones, las fotos de Brasilia y creíamos ver una “ciudad del espacio” donde solo faltaban las naves siderales y los extraterrestres de la mano de los humanos.
Niemeyer se despidió. Nadie duda que a los 104 años todavía soñara con curvas y proyectos atrevidos. Pero hace apenas horas, en Río de Janeiro, sus riñones y la neumonía marcaron el cierre vital de un gran amigo de Cuba y de Fidel.
Su impronta artística sigue allí en la UCI habanera y cuando en Santiago de Cuba a los graduados de informática en la universidad ideada por el Comandante en Jefe le obsequiaron presentes, entre estos aparecía uno que imploramos poder hacernos de este: un catálogo bellamente impreso, con imágenes de obras y la firma del “mago de la arquitectura moderna”.
Oscar Niemeyer era mundialmente conocido por sus diseños monumentales y por su convicción política e ideológica a favor del comunismo.
Fue Oscar Ribeiro de Almeida Niemeyer Soares Filho un joven  brasileño común y corriente, más bien bohemio casi por lógica, al nacer en el barrio Laranjeiras, en la dinámica ciudad de Río de Janeiro, el 15 de diciembre de 1907.   
Murió apenas unos días antes de cumplir 105 años pero dejó lo que todos califican como “asombroso legado artístico en sus obras emplazadas en Brasil y el mundo”.  

Fugaz como la vida misma: Terminó la Secundaria a los 21 años y se casó con Annita Baldo, hija de inmigrantes italianos; mientras trabajaba, estudió en la Universidad; se graduó  como arquitecto en 1934, en la Escuela Nacional de Bellas Artes; enviudó de Annita 70 años después, y en 2006 se casó con Vera Lúcia Cabreira, su secretaria por largo tiempo; en 1945, ya con prestigio profesional, se unió al Partido Comunista de Brasil hasta el final; era un trabajador infatigable, al punto que su obra se hizo mundial; las curvas de las montañas, los ríos y las mujeres brasileños inspiraron sus obras; mantuvo una empatía admirable con Cuba y Fidel y la defendió en todos los órdenes de su existencia; fue el arquitecto principal de Brasilia, capital de Brasil desde 1960 en lugar de Río de Janeiro; concibió en Brasilia una localidad del futuro, sin lugar a dudas, y en 1987 la urbe fue declarada por la UNESCO Patrimonio de la Humanidad, única ciudad construida en el siglo XX con ese título ; el criterio de que "… Lo mejor para un hombre es tener una mujer al lado y que sea lo que Dios quiera. La mujer es indispensable", también lo defendió siempre; en 1988 ganó el Premio Pritzker, algo así como el Nobel de arquitectura, por la Catedral de Brasilia; las curvas y las líneas de sus proyectos asombraban a todos y son paradigmas de arquitectos del mundo entero; aseguró que "el contenido plástico del concreto armado es tan fantástico que este es el camino a seguir"; entre su obra prolífera aparecen la Plaza Niemeyer, en La Habana, con la que homenajeó a su amigo Fidel; la sede del Partido Comunista en París y de Naciones Unidas en Nueva Cork; vivió en Francia para escapar de la dictadura brasileña; cuando regresó a Brasil defendió los principios del Movimiento de los Sin Tierra y era admirador y partidario de Luiz Inácio Lula da Silva y Hugo Chávez Frías; trabajó casi hasta su muerte en su estudio frente a la playa Copacabana, y para Brasil existe la misma cota de popularidad para Pelé,  Tom Jobim, el pionero de la Bossa Nova, y  Oscar Niemeyer. Por eso, en las ofrendas florales enviadas por Fidel y Raúl va también el respeto del pueblo cubano por un amigo entrañable.
 

No hay comentarios:

Publicar un comentario