Multitudinario encuentro del sonero Cándido Fabré

con el público de la ciudad de Santiago de Cuba 

 

M.Sc. Miguel A. Gainza Chacón

Santiago de Cuba, enero 22.- El mejor improvisador de Cuba: el sonero Cándido Fabré, su banda  y el público de aquí escenificaron este fin de semana, un encuentro multitudinario en varios puntos de esta urbe cubana, la más dañada por el huracán Sandy, a finales del mes de octubre de 2012.

Esta vez, la presentación de Fabré y su orquesta tuvo como hilo conductor la grabación de un video sobre la canción Te vamos a levantar, que Cándido compuso y orquestó para dedicarla a Santiago de Cuba y a su pueblo que labora afanosamente por reconstruir lo destruido por el ciclón.

Apenas en días, el tema trasmitido por las emisoras locales de esta ciudad y cuyo texto publicó hace dos semanas la edición impresa del semanario Sierra Maestra, se ha convertido en un hit y es entonado en las calles, por hombres, mujeres, niñas y niños.   

Luego de grabar en varias locaciones de la urbe dañadas por el “Sandy”, Fabré, la centenaria conga de Los Hoyos, una representación de quienes laboran en las tareas de recuperación en la ciudad, y miles de santiagueros, desfilaron por la Avenida Victoriano Garzón, al compás de la canción Te vamos a levantar.

Posteriormente, el cantante e improvisador, junto con su orquesta realizó un concierto, en el escenario portátil levantado en la intersección de las avenidas Victoriano Garzón y De los Libertadores, a un costado del imponente edificio del Palacio de Justicia.

En un gesto solidario, inherente a su característica personal, el cantante enardeció al público cuando dijo: “Desde esta tierra de gigantes; desde esta tierra de generales mambises; mirando las estrellas para que te iluminen, pedimos todos que Hugo Chávez  pueda levantarse”, mensaje que trasmitió luego en forma de canción para el presidente de la bolivariana Venezuela.   

La presentación se extendió casi hasta las 04:00 horas, mientras se sucedían las improvisaciones y canciones del artista, coreadas por miles y miles de bailadores reunidos en una de las arterias principales de esta ciudad, quienes entonaban: te queremos, Fabré, te queremos, y si tú no paras contigo amanecemos.