sábado, 29 de septiembre de 2012


PARA ESTUDIAR BIEN… VIVIR EN CUBA

M.Sc. Miguel A. Gaínza Chacón

Santiago de Cuba, septiembre 29.- Mis dos hijos acaban de salir de casa. Es bien temprano en la mañana. El varón lleva mochila, libretas y puesta una chaqueta blanca anuncio de que en pocos años será médico; la hembra, con su uniforme blanco y marrón, le da los toques finales a su último año en el preuniversitario aunque no sé qué va a estudiar en la enseñanza superior, ya que es una decisión muy personal y dice que será una sorpresa.
Pero tengo la certeza y la tranquilidad inmensa, de que ambos serán dos profesionales bien instruidos por el formidable sistema educacional cubano. Y ni ellos ni yo ni su familia estarán hipotecados cuando se hagan de una carrera y de un trabajo.
Reflexiono sobre lo precedente, porque a fuerza del hábito para los cubanos de ahora lo más corriente en la vida es estudiar y prepararse sin que en esto medie posibilidad económica de padres o familia ni la preocupación, como en otros países, del monto que habrá de ser pagado al concluir la etapa de enseñanza.
Cuartel Moncada hoy Ciudad Escolar 26 de Julio
Nuestro sistema social: esta obra inigualable que construimos, tiene una importante carga martiana en sus principios, y el más universal de todos los cubanos, José Martí, llamó siempre a educar y después en pago, ayudar a la educación de los demás. Sobre esta base se ha erigido el sistema educacional cubano a partir del triunfo de la Revolución, algo que aún en medio de la guerra de liberación en las montañas y los llanos del país, se presumía con las escuelitas abiertas en las zonas liberadas por el Ejército Rebelde con Fidel Castro al frente.
La Campaña de Alfabetización en el temprano 1961 y las 10 000 escuelitas rurales abiertas casi al unísono con el triunfo revolucionario, anunciaban cuán importante sería desde entonces para el Estado llevar la enseñanza a planos insospechados hasta entonces.
Reflexiono hoy por la mañana cuando mis hijos se han marchado hacia sus institutos, porque leo en la red:
“Uno de cada cinco hogares (19%) de Estados Unidos tenía una deuda en 2010 por préstamos estudiantiles, el doble de hace más de 20 años y un 15% más que en 2007, según un estudio del Instituto Pew sobre la deuda educativa, un problema que afecta a millones de estadounidenses.
Según el Centro de Investigación Pew, el 40% de los hogares con jefes de familia menores de 35 años -un récord- mantenía deudas.
Desde 2007, el porcentaje de deuda estudiantil aumentó en el gasto de los hogares, independientemente de su composición social, por efecto combinado de una mayor carga y menores ingresos.
La deuda media pasó de 23 349 dólares en 2007 a 26.682 dólares en 2010. La deuda estudiantil en Estados Unidos, que en 2011 llegó a 1.000 millones de dólares, envenena las vidas de millones de estadounidenses, estudiantes, ex alumnos y sus familiares, y los expertos se preguntan si esta ‘bomba’ no será la próxima gran crisis de la economía de Estados Unidos.
El tema ha estado presente en la campaña electoral. El mes pasado, el presidente Barack Obama lo aprovechó para atacar a su rival republicano y aspirante a la Casa Blanca, Mitt Romney, a quien acusó de no estar interesado en el costo de la educación superior para la clase media joven.
Inspirado por su propia experiencia, el presidente estadounidense dijo que tanto él como su esposa Michelle se habían graduado de universidades de prestigio gracias a subvenciones y préstamos que recientemente habían terminado de pagar.
Hace solo tres o cuatro semanas en Cuba comenzó el curso escolar 2012-2013 y alrededor de 2 000 000 de estudiantes de todas las educaciones se encaminaron alegres hacia más de 10 000 centros docentes y las instituciones de enseñanza superior.
Al respecto, en La Habana, el periódico Granma calificaba al período lectivo como de una continuidad en  la superación del personal docente, la formación en valores y en el conocimiento de la Historia Patria; la motivación de los jóvenes por el estudio de las carreras técnicas y de ciencias y su formación como profesionales competentes.
Y a pesar de nuestras carencias, que son reales y en las que gravita indefectiblemente el bárbaro bloqueo de los Estados Unidos a nuestro Patria; por encima de cuantas limitaciones económicas pudiesen existir, la voluntad política de nuestro Estado es garantizar la educación y la preparación profesional del pueblo, en especial de las nuevas generaciones.
Así, mientras en el rico y poderoso vecino del Norte gobierno y aspirantes se arrancan tiras de piel y se echan en cara los problemas de la educación; mientras allá estudiantes y padres se hunden cada vez más en el pantano de una deuda contraída por aprender, aquí, en la Cuba bloqueada pero bien plantada, el Ministerio de Educación informaba que el curso escolar 2012-2013 se iniciaba con el aseguramiento de la base material de estudio, el equipamiento informático y la cobertura docente, necesarios.
Y un despacho de la Agencia de Información Nacional (AIN) fechado en La Habana, refería que la ministra de Educación, Ena Elsa Velázquez, tras un recorrido por las provincias, destacó que el claustro cuenta con 175 mil docentes que satisfacen el 93,2 por ciento de las necesidades, y que se cuenta, además, con el apoyo
de mil 600 maestros en formación.
La hazaña de dotar a Cuba de un régimen de enseñanza poderoso, que como señalamos tuvo su embrión en las aulas abiertas en las zonas dominadas por el Ejército Rebelde y siguió, indetenible, con la Alfabetización, medio siglo más se ha convertido en un sistema de enseñanza de calidad, gratuito y obligatorio en el país.
Como millones de padres cubanos siento una seguridad en la que a veces ni reparo. Aquí el problema no son las escuelas ni maestros ni profesores ni universidades ni institutos ni base material de estudio ni puestos donde trabajar sino perfeccionar lo que tenemos en materia educacional y mantener estimulados a los estudiantes, tarea en la que escuela y familia cierran filas para disminuir hasta el mínimo posible la deserción pues en el curso pasado, sin incluir la enseñanza superior, alrededor de 1 500 estudiantes abandonaron las aulas es decir el 0,00000078%
Aquí en mi terruño del municipio de Santiago de Cuba, sin incluir la enseñanza superior, hay más de 82 000 alumnos que están en las aulas en más de 300 escuelas de diversos perfiles: círculos infantiles (Jardines de la Infancia), escuelas primarias, secundarias básicas, preuniversitarios, centros de enseñanza Técnica-Profesional, enseñanza especial (alumnos con discapacidades), educación de adultos y centros mixtos
Mi hijo va por el segundo año de Medicina. Siente vocación por ayudar a sus semejantes así que implícitamente tiene puntos adicionales que lo ayudarán a ser un buen médico; sabe, además, que ya va acumulando una deuda por pagar pero no es como la  preconizada por Obama o Romney. Su deuda es con el mundo: llevar la Medicina allí donde más falta le hace al ser humano no importa la latitud del planeta en que se encuentre. Eso también se enseña en las escuelas en Cuba y es otra fortaleza del sistema educacional cubano. 



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