miércoles, 12 de septiembre de 2012

“MATAMOROSON” CONSOLIDA AL GÉNERO Y A SANTIAGO COMO PLAZA SONERA DE EXCELENCIA M.Sc. Miguel A. Gaínza Chacón Santiago de Cuba.- El Festival MatamoroSon, del 5 al 9 de septiembre en esta urbe, no solo consolidó al son como género musical tradicional en el país sino que afianzó a esta ciudad como plaza sonera de excelencia en Cuba. El son, según afirma el prestigioso Dr. en Musicología, Danilo Orozco, nació en las faldas de la Sierra Maestra, el sistema montañoso más importante de Cuba. Y la ciudad santiaguera lo abrigó, al conjuro de cantores e instrumentistas memorables, quienes le dieron prestancia e influyeron en su ulterior difusión nacional e internacional. Más recientemente, el maestro Adalberto Álvarez ha liderado un movimiento, también nacional, que coloca al son en el lugar que siempre debió tener. Y en ese empeño, el fundador de Son 14 ha tenido un apoyo inestimable en Santiago de Cuba. Pero cuando se habla del son y se nombra a esta ciudad sur oriental de Cuba, la referencia incluye una amalgama de personalidades, autoridades e instituciones, y al pueblo, claro está. Todas y todos ponen su “granito de arena”, de ahí que el Festival MatamoroSon constituya un pilar sólido sobre el que se erige este “género vocal, instrumental bailable, que constituye una de las formas básicas dentro de la música cubana”, señala Helio Orovio, en su Diccionario de la Música Cubana. Odilio Urfé puntualizaba que el son es el exponente sonoro más sincrético de la identidad cultural nacional y que su existencia verificada comienza concretamente en las postrimerías del siglo XIX, en una ubicación zonal múltiple que comprende los suburbios montuneros de algunas ciudades orientales como Guantánamo (con el changüí), Baracoa (que al decir de Sindo Garay fue el sitio donde nació el tres cubano), Manzanillo (con sus órganos) y Santiago de Cuba, con sus barrios folclóricos de emplazamientos sub-urbanos. Así, “por sus características sonoras y coreografías, extracción, desarrollo, y uso social, el son cubano devino históricamente, medio de expresión más idóneo y representativo de las capas humildes de la población”. Agrega Urfé que el son cubano transitó triunfalmente por el Caribe, América Latina, Norteamérica, Europa y otras áreas del mundo, cuando ya en 1909, aproximadamente, se había trasladado de Oriente a La Habana, de la mano de los soldados permanentes, quienes a su vez dejaron por acá la rumba. Música que aunque Ud. no baile al menos le hace mover el cuerpo o con las manos tratar de marcar el sonido de las claves, el son sabe a Cuba, y esa característica es la que más defienden el “MatamoroSon” y sus organizadores. Gracias a la adhesión de todos, el Festival logró vencer una agenda considerable: momentos solemnes, decenas de presentaciones artísticas, reconocimientos, un evento teórico que reflexiona sobre las aristas más diversas y actuales del son; veladas, conferencias de prensa, trasmisiones televisivas y de radio, conciertos… Por ejemplo, en el cierre de la gala inaugural, en el Complejo Cultural Heredia, el presidente del Instituto Cubano de la Música, Orlando Vistel, dio a conocer la resolución mediante la cual el son fue declarado Patrimonio Cultural de la Nación, categoría que de manera extraoficial el pueblo le había otorgado desde época remota. El museo casa natal del poeta Heredia acogió un momento especial del “MatamoroSon”, cuando fue entregada de la Placa de Reconocimiento Heredia a Fernando Dewar, director del Septeto Santiaguero; al Septeto Turquino, y a la Orquesta Chepín Chovén, en su cumpleaños 80. En la sede de la Asamblea Municipal del Poder Popular (Alcaldía) y en nombre del pueblo de Santiago de Cuba, el presidente del órgano de Gobierno, Raúl Fornés Valenciano declaró Hijos Ilustres de la ciudad, a los maestros Frank Fernández y Adalberto Álvarez. El festejo no pasó por alto fechas importantes vinculadas con el género y consagró su celebración a Electo Rosell “Chepín” y Compay Segundo en el aniversario 105 del natalicio de ambas estrellas del pentagrama cubano; a los 80 años de la Orquesta Chepín Chovén y la Orquesta Anacaona; a los 85 años del Septeto Nacional y el vocalista santiaguero Pacho Alonso; los 30 años del Septeto Turquino, y a la figura de Arsenio Rodríguez, por sus aportes al son. Otro momento de especial connotación dentro del Festival fue sin dudas la “Serenata morena”, que cantantes, compositores, músicos, y otras figuras del arte en el país, por una idea de Adalberto Álvarez, le dedicaron a la Virgen de la Caridad, en ocasión del jubileo por los 400 años del hallazgo de la imagen de la Patrona de Cuba. El guión y la dirección artística estuvieron a cargo de Santiago Carnago, y la dirección general del laureado cantautor José Aquiles Virelles, con un elenco de lujo, en cuya relación aparecían Luis Carbonell, Frank Fernández, Eduardo Sosa, Eduardo “Tiburón” Morales, el tenor italiano Darío Balzanelli, el dúo ocasional de Adalberto Álvarez y la vocalista Yaíma Sáez, Eliades Ochoa, Olga González, Jesús Estrada, Grisell Gómez, José Aquiles, Ernesto Camacho y su grupo Pasaporte, Eva Griñán, el guitarrista Gabino Jardines, Trío Peregrino, el Coro Diocesano y la voz en off de Rosalía Arnaez. En la Casa del Caribe actuó la Orquesta Chepín Chovén, de fiesta por sus 80 años, en medio de una velada dedicada a Electo Rosell en ocasión de lo que sería el cumpleaños 105 del célebre músico santiaguero. Orlando Vergés, director de la institución, ponderó el alcance de la creación de Chepín, durante la presentación del documental Con la música adentro, de Raizari Mariol, y el libro Chepín, la música de una ciudad, de Lorenzo Jardines, subdirector de la Casa del Caribe, cuya editorial tuvo a su cargo la obra literaria. Y coincidiendo con el “MatamoroSon”, el periódico Sierra Maestra de esta ciudad, celebró el aniversario 55 de su fundación en el fragor de la lucha en la clandestinidad, por iniciativa de Frank País García, jefe de Acción y Sabotaje del Movimiento Revolucionario 26 de Julio. Para el momento del rotativo santiaguero, el Festival consagró la tarde del sábado 8 de septiembre en la Sala Dolores y la actuación magistral de la Orquesta de Cámara Ensemble Alternativo, bajo la dirección de la maestra Greta María Rodríguez Martín. El grupo habanero dedicó al “Sierra Maestra” temas del fonograma ENSEMBLE ALTERNATIVO, que obtuvo en noviembre de 2009, el Gran Premio en el 1. Festival Nacional del Disco Independiente Cubano. La velada fue altamente apreciada por el público, pues la música de la camerata se inscribe en lo diverso y en lo magistralmente ejecutado. Durante cinco jornadas, el “MatamoroSon” regaló al público santiaguero lo mejor del son cubano, tanto en las dos magníficas galas en la sala principal del Complejo Cultural Heredia, dirigidas por Eliades Quesada, como en el entorno del recinto teatral, el parqueo de la Ciudad Deportiva, la Casa de la Trova, el Salón de los Grandes, el Patio de Los Dos Abuelos, la Casa de la Música… De tanto ajetreo musical; de tantas personalidades y agrupaciones puntuales como la Original de Manzanillo, Cándido Fabré y su Banda, Pupy y Los que Son Son, Karachi, Anacaona, Septeto Turquino, Septeto Santiaguero, Ecos del Tivolí, Yumurí y sus hermanos, Yuma, de Francia; Siglo XXI, Angelito y su Banda, Salsón, Son Akira, y decenas de otros grupos y orquestas santiagueras y visitantes quedó la mejor experiencia: el son se muestra fuerte y el evento bianual MatamoroSon’2012 ayudó a consolidar el género y a Santiago de Cuba como plaza sonera de excelencia. Los más contentos: El pueblo cubano, los santiagueros en especial, y el maestro Adalberto Álvarez, pues tanto esfuerzo valió la pena.

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