domingo, 3 de junio de 2012


En Santiago de Cuba se quedaron 

EL ALMA Y EL “BUQUÉ” 
DEL MEJOR RON DEL MUNDO

M.Sc. Miguel A. Gaínza Chacón 
Fotos: Del autor


SANTIAGO DE CUBA.- Hay un museo singular en esta ciudad, en la calle San Basilio esquina a Carnicería: Ud. va, paga dos pesos (MN), lo reciben con un buen trago de ron Añejo Santiago, y luego se sumerge en una historia fascinante de siglo y medio, que explica cómo se hace el mejor ron del mundo. Es decir: el santiaguero… el paradigma.
Antigua llenadora. Aún funciona.
Precisamente, aquí: en la meca del ron más auténtico y más señorial, por estos días la gente celebra a su manera cada quien, los 150 años de haber comenzado a producir una bebida, que adecuadamente consumida da prestancia.    
Con sus dólares, los Bacardí se llevaron la marca. Pero en Santiago se quedaron el cerebro: los maestros roneros, y el misterio rodeado de anécdotas: el influjo del Sol en la ciudad, que a través de tejas traslúcidas en el techo, llega hasta el corazón de las naves de añejamiento; el agua, la madera de los toneles, la cercanía del mar, el estremecimiento de las estibas, al paso de los trenes, y el “buqué” dado por los catadores.
Caldero original para la melaza de caña
Han sido infructuosos, todos los intentos de reproducir la calidad del ron santiaguero en otras zonas del Caribe. Para cualquier buen bebedor del mundo, incluidos los de más alcurnia, está claro que lo que se hace en esta ciudad portuaria y oriental de Cuba en materia de ron es simplemente una bendición: agradable al paladar, hasta el aliento luego es una fragancia. Y eso solo se logra aquí.
“A quien Dios se lo dio, San Pedro que lo bendiga”, dijo un viejo trabajador de las bodegas de añejamiento en Santiago de Cuba, cuando llegaba a su casa cerca de la famosa Trocha del Carnaval.
“Esto nació en esta ciudad y aquí se ha quedado. Es una manera única de hacerlo. Nadie nos lo puede quitar.”
Llenadora, revisadora, etiquetadora... y funcionan.
Esa historia precedente, la muestra el Museo del Ron, con exponentes en equipos, instrumentos, diagramas, maquinaria de principio del siglo XX, fotos, etiquetas, y vitrinas con todos los rones producidos en Santiago de Cuba.
Noel Calafel, ya jubilado, fue un puntal en la “Hatuey”, por ser un maestro cervecero de primera. Pero también conoce de rones y entre él y Carlos Edgar Martínez Bueno, especialista principal del Museo abierto el 24 de junio de 1996 y ubicado en lo que fue la mansión de la familia Gómez Villasaña, recibimos una guía excepcional en el recorrido por el local.
Construcción de toneles
Durante 20 meses la institución se mantuvo cerrada para acondicionarla mejor y enriquecer el muestrario de exponentes. Hay ahora una nueva museografía al alcance del público, desde diciembre de 2011.
El visitante inicia su recorrido por seis salas dedicadas a la industria azucarera, de donde sale la principal materia prima para hacer el ron ligero, y siguen el proceso de fabricación, el trabajo de tonelería, las máquinas, la sala de los fundadores del ron en Santiago de Cuba, donde se incluye a Facundo Bacardí, fundador en 1862, a Castillo, Albuerne, Palau, Álvarez Cans… También muestran la etapa a partir del triunfo de la Revolución, desde la nacionalización, con las tres principales empresas productoras: Cuba Ron (incluido el Havana Club Internacional), EMBER y Tecnoazúcar.
Bodegas de añejamiento
 “Tenemos previsto dos salas más: una para los maestros roneros, que son siete en Cuba, tres de aquí que se mantienen en Santiago de Cuba, aunque se prepara una mujer en Villa Clara, y la otra sala, que será una réplica de la nave de añejamiento Don Pancho.
“Conferencias, intercambios, narraciones estarán a cargo, indistintamente, de José Navarro Campa, maestro de maestros y responsable del Havana Club; Tranquilino Palencia, del Ron Santiago de Cuba, y Julio Allán Rial, que es el más joven.”
El museo funciona de lunes a sábado, de las 09:00 horas a las 17:00 horas.
Etiquetas diversas
Un enorme caldero, original, para la melaza; el vínculo del negro con el aguardiente, el catador y la evaluación sensorial, el aroma, el sabor y el color; los principales ingenios en la jurisdicción de Santiago de Cuba, la diferencia entre alcohol y aguardiente, la incidencia del roble blanco en el añejamiento, máquinas de inicio del XX, que gracias al empeño y la gestión del colectivo del museo, incluso aún funcionan.
Maqueta de naves de añejamiento y parte de la industria
También hay muestras de rones especiales por encargo y otros que ya no se fabrican: Matusalem, Caribbean Club… y un extintor de la destilería, colección de etiquetas, desde la más antigua hasta la actual; relación de fundadores y comerciantes, maquetas de la Ronera Santiago (Ron Caney) y de la Matusalén, los Premios obtenidos en certámenes nacionales e internacionales…
El extintor de grandes ruedas, es admirado por los visitantes. En su momento ayudó a sofocar un incendio y evitó que desapareciera el populoso barrio de San Pedrito, aledaño a la destilería.
Los lunes, de las 10:00 horas hasta el mediodía, en el patio de la institución se desarrolla la peña cultural del grupo vocal femenino Vidas, único que le ha dedicado un tema al ron.
Rita González Jiménez, la guía; Coralia Hechavarría Noa, técnica de museo, y Ervio Chaín Pérez, auxiliar, integran con Carlos el colectivo del Museo del Ron. .
Pequeña muestra de rones
Y como museo al fin, el del ron en Santiago de Cuba va aumentado poco a poco sus exponentes, que cobran cada día un valor excepcional pues reflejan el quehacer de una industria que lleva consigo el acervo cultural de la ciudad. Porque el ron santiaguero es parte indisoluble de la cultura cubana y santiaguera.


PERSONALIDADES MÁS IMPORTANTES EN EL


DESARROLLO DE LA INDUSTRIA RONERA CUBANA


. Y principalmente en Santiago de Cuba
Facundo Bacardí Massó, Facundo Bacardí Moreau, Juan Bautista de la Torre, Humberto Corona, Mariano Lavigne, Ramón Lozada,
José Albuerne Carreño, Pedro Palau, Eduardo Ibarra, Arturo García, César Vega, Roberto Cuco Trompeta… 
Y quienes aún ofrecen sus conocimientos en la primacía mundial del ron cubano:
José Pablo Navarro Campa, Tranquilino Palencia Estruch y Julio Enrique Allán Rial.


REFLEXIONES QUE SON COMO UN LIBRO
Una botella de Havana Club con mil botellas
 “La gente dice que en Santiago de Cuba tenemos un secreto para fabricar el ron, y no es verdad. Aquí lo que hay es un método, un estilo de trabajo que nos permite producirlo siempre con la misma calidad: la mejor.” Humberto Corona
 “En Santiago de Cuba el ron deja de ser una mercancía. Aunque lo es, es aquí donde el ron se transforma en una expresión de cultura y tradición, en su fase productora y posterior a esta. Y este ron, esta cultura que nace en Santiago, se ha ido trasladando a otras fábricas del país. No ahora en la Revolución sino desde los años 40 y 50 del pasado siglo.” José Pablo Navarro, primer maestro ronero de la Corporación Cuba Ron

 
 

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