sábado, 31 de octubre de 2015

La riqueza mayor reposa en los anaqueles de las bibliotecas




Por 30 años conservan “tesoro” entre
lomas del santiaguero Segundo Frente 

M.Sc. Miguel A. Gaínza Chacón
Fotos: Daniel Idalberto Calvet Pérez

Santiago de Cuba, octubre 31.- A lo largo de 30 años y hasta el presente, en el poblado de Mayarí Arriba, en el municipio de Segundo Frente,  han conservado con celo en el valle bordeado de montañas, un “tesoro” de inapreciable valor: la Biblioteca Enma Rosa Chuy, sitio al que se va en silencio, con la seguridad de que uno se apropiará de los conocimientos más universales.
Mayarí Arriba, a unos 60 kilómetros en el noreste de Santiago de Cuba, tiene en su entrada un entorno natural precioso, con pastizales  enormes --vaquerías incluidas-- que llegan hasta las lomas cercanas.
Como parte del poblado --el más importante del municipio Segundo Frente-- hay construcciones de diseños bellos, que saludan  al visitante: el motel Rancho Méjico o El Sombrero como le dicen por la configuración de la cubierta de su restaurante; la Casa de Abuelos; un poco más abajo, la sede de la Asociación de Combatientes de la Revolución Cubana, y en el centro de la localidad,  esculturas “marineras” que embellecen el lugar.  
Del Mayarí Arriba al triunfar la Revolución apenas quedan vestigios. El más relevante: el círculo infantil (guardería), frente al campo deportivo, en la casa que donara el matrimonio Cruz Clavel y Minga Aguilar, para ubicar allí esa institución donde se cuida a los niños de madres trabajadoras.
Pero hay otra edificación que también es orgullo de los mayariceros, no solo por su diseño moderno y atractivo, sino por el rol que desempeña en la promoción y consolidación de la cultura: la Biblioteca, inaugurada el 10 de diciembre de 1985, como parte de un programa  llevado adelante por el Gobierno Revolucionario, para dotar a los municipios cubanos de al menos 10 instituciones básicas culturales.
Cuando restan solo semanas para el aniversario 30 de la “Enma Rosa Chuy”, los integrantes de su colectivo tienen la satisfacción de ser continuadores de una labor que durante  décadas ha permitido al centro organizar, mantener, actualizar y conservar la documentación y los libros, y ponerlos a disposición de los usuarios.
Poder consultar lo que el conocimiento humano ha acumulado, y que se atesora en las bibliotecas, es el regocijo mayor para cualquiera; en el caso de los estudiantes, habituarse a ir a este lugar especial les abre un mundo de posibilidades.  
Idalmis Paz Chacón, la directora, está consciente de la importancia de la institución bibliotecaria, tarea que asumió en 2009.
“En Mayarí, el antecedente de nuestro centro hay que localizarlo en una pequeña colección de libros que existía en la sede del Comité Municipal del Partido Comunista de Cuba (PCC), pero en 1985 se terminó este edificio que ocupamos hoy, para sede la Biblioteca Municipal. Aquí laboramos 13 técnicos; dos en informática y el resto en información y bibliotecología. Están, además, los trabajadores de servicio. Somos 18 en total.”
En la unidad asumen 35 modalidades de extensión en los consejos populares del municipio. Suman, entonces, 26 mini bibliotecas, una sala de lectura, en el barrio rural de Sabanilla; dos buroes de préstamos: uno en la Casa de Abuelos y otro en el Hogar Materno, ambos en Mayarí Arriba, y otros servicios afines, en la Sala de TV, en el lejano y montañoso Tío Felipe, y en la Sala de Video, en  el barrio de Soledad.
“Nuestro objetivo básico es prestar este servicio para satisfacer las necesidades de la población, y al mismo tiempo promocionar la lectura”, afirma Idalmis, quien agrega:
“Nuestra biblioteca es una de las siete que existen en Cuba, donde se ha implementado el proyecto de la UNICEF Por un mundo de derecho, por eso recibimos un módulo de TV, DVD, equipos de música, computadoras, escaner, y un fondo bibliográfico, fundamentalmente para el segmento infantil de los usuarios.”
De lunes a viernes, de 08:00 horas a las 18:00 horas, y los sábados, de 08:00 horas a las 16:00 horas presta servicio la unidad en Mayarí Arriba, y mensualmente, se realizan también acciones de superación del personal técnico, mediante seminarios, talleres… sin desatender, tampoco, las tareas que la sección sindical lleva adelante, de manos de Niurka Colunga, la secretaria general.

El colectivo pone mucho empeño en el proyecto Camino a la Sabiduría, que promueve el hábito de la lectura en comunidades, barrios, y parajes intrincados hasta donde llega la influencia de la “Enma Rosa Chuy”.

Mientras lo anterior acontece en lo más intrincado del monte, en el poblado de Mayarí Arriba funcionan establemente las salas Infantil-Juvenil, la Sala General, y la Sala de Lectura (con  extensión en Sabanilla), además de la sala de navegación, que posee 10 computadoras.
El de Mayarí es un trabajo más sencillo. Pero cuando es loma arriba hacia lo último de las montañas, los de la biblioteca echan mano a lo que aparece: burro, mulo, caballo, camión, carreta… Pero llevan los libros y sus acciones culturales hasta sitios inimaginados.
“De forma general estamos trabajando, para que cada día el servicio sea mejor. Hay satisfacción en la población porque lo dicen las encuestas. Pero ni así estamos conformes: queremos ser la mejor biblioteca municipal del Plan Turquino en Cuba”, sentenció Idalmis. 

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