Emblema dentro de una
trilogía
orgullo de Santiago de Cuba
Texto y fotos: M.Sc.
Miguel A. Gaínza Chacón
Museo Bacardí: edificio majestuoso en el corazón de Santiago de Cuba |
Santiago de Cuba,
octubre 24.- Hay
orgullo multiplicado entre los santiagueros: su centenario Museo Emilio Bacardí
Moreau, emblema de la ciudad y el primero de su tipo en Cuba, es ahora mucho
más bello e interesante, tras ser remodelado, y además, forma
parte de una trilogía de instituciones que distinguen al territorio, junto con
la flamante Sala de Arte y el Taller de Restauración de Bienes Museables. Así,
para esta urbe, el resto del país y el mundo, nace aquí en este octubre, el
Complejo Cultural Bacardí.
En dos cuadras del centro histórico de la ciudad, en
Aguilera, de Carnicería hasta San Pedro, se ubican los tres centros del arte.
El más antiguo es el Museo, que cuando cumplió 100 años en 1999, fue declarado
Monumento Nacional.
RESTAURACIÓN DE BIENES
MUSEABLES
De los tres edificios, el del Taller tiene dos fases de
trabajo: una primera, que se desarrolla en estos momentos, y la segunda, que se
acometerá próximamente. Por lo pronto, ya va tomando forma lo que será sitio para
salvar, restaurar y preservar los valores patrimoniales en la región oriental
de Cuba.
MUSEO Y SALA: A LA
ORDEN
Mientras, el “Emilio Bacardí” y la Sala de Arte ya reabrieron
sus puertas al público y se impone decir que han quedado bellamente remozados.
Del museo una estampa: Si a quien lo conoció en la década de
los años cincuentas y los sesentas del siglo XX, y luego se ausentó de la
ciudad, Ud. ahora le tapa los ojos, lo sitúa exactamente en el interior del
inmueble y luego le descubre la visión, no sabría decir dónde está. Y es que el
exterior conserva la estructura, especialmente su fachada ecléctica decorada
con elementos neoclásicos, que ha hecho famosos a la institución y al
arquitecto Carlos Segrera pero su interior es otro, completamente. Y más aún
después de las labores para resarcir los daños que le ocasionó al inmueble el
huracán “Sandy”, en octubre de 2012.
En esencia, tres años después de los destrozos que le produjo
el ciclón más famoso en las últimas cinco décadas, una combinación de
santiagueros y cubanos de otras regiones han hecho renacer aún más hermoso al
Museo y ningún momento mejor para reabrir sus puertas oficialmente, que en
saludo a los 147 años de haberse cantado en Bayamo el Himno Nacional por
primera vez en Cuba.
Oscar Vera Noa, especialista principal del “Bacardí”
recuerda que en la etapa revolucionaria del Museo, la institución con más de
100 años de funcionamiento ha tenido, en este edificio de la calle Carnicería y
Aguilera, cuatro intervenciones. Es decir: que ha cerrado para labores de
reparación, y fueron en 1963, en 1988, en 1995 y en 2013.
“Aquí hay un nuevo guion museológico muy atractivo, novedoso
e ilustrado para que el público visitante se lleve toda la información que
requiera, y eso lo conseguirá al observar objetos, informaciones, pancartas… en
las tres grandes salas del recinto, por ejemplo la Sala de las Artes Plásticas,
donde los visitantes van a encontrar obras cubanas y foráneas. (NR: una de las
últimas donaciones recibidas por el Museo y que ya se exhibe, es una obra del
fallecido maestro e Hijo Ilustre de Santiago de Cuba, Miguel Ángel Botalín
Pampín)…
“Está la Sala de Historia, que recoge etapas que van desde
los aborígenes, la Colonia con la llegada de los españoles a Cuba, hasta el
triunfo de la Revolución.
“Y la tercera Sala, que es de etnografía religiosa, que
muestra las grandes culturas de las civilizaciones mayas, los aztecas, los
incas…”.
Entre las mejoras al “Bacardí” aparece que las salas de
etnografía religiosa y de artes plásticas han sido climatizadas, lo que ofrece
un confort especial al visitante.
También, el Museo cuenta ahora con un Centro de
Documentación donde los visitantes, o estudiantes e investigadores específicamente,
pueden revisar publicaciones y papelería de diferentes épocas, incluidos
periódicos, fotos… en fin, alrededor de 1 500 documentos desglosados en
personalidades de la historia, de Don Emilio, fotos muy importantes de la
historia, el arte y la cultura de Santiago de Cuba y del país en general, en un
servicio que brinda el “Bacardí” los martes, jueves y sábado, de 09:00 horas a
las 12:00 horas, y de las 14:00 horas a las 16:00 horas.
Como parte de la Sala de Historia, la institución cuenta ahora
con tres nuevas áreas: La guerra hispano-cubana-norteamericana, La neocolonia,
y La Revolución en el poder.
Un arduo trabajo investigativo realizado por el equipo
técnico del “Emilio Bacardí Moreau”, ha permitido que la institución disponga
hoy de un caudal de información muy superior, que acompaña a la muestra permanente de unos 1 500 exponentes, aunque
en depósitos hay alrededor de 15 000 más, desglosados en diferentes secciones:
historia, arte, ciencias naturales, etnografía religiosa, objetos musicales,
condecoraciones, numismática, filatelia…, entre los que sobresalen, por
mencionar algunos:
. El chaleco y el frac que usara José
Martí Pérez, Héroe Nacional de Cuba, en varios momentos de su quehacer
revolucionario
. Torpedo construido por los mambises
(patriotas cubanos) artesanalmente para destruir embarcaciones españolas en el
río Cauto
. Objetos personales de Carlos Manuel
de Céspedes, el Padre de la Patria
. Momia traída desde Egipto por
los fundadores del museo, y las momias
paracas del Perú. La egipcia la compró Don Emilio en Thebas, actualmente
Luxer, y es una mujer joven, de la 18
dinastía faraónica, o sea, unos 2 000 años a.n.e.
. Pinturas de célebres maestros de la
ciudad, de todos los tiempos
. Numerosas reliquias de las guerras
de independencia del siglo XIX, donadas por miembros del Ejército Libertador, o
por familiares de estos, e incluso antiguos oficiales del Ejército español
. Algunas de las obras pictóricas del
Museo del Prado traídas por el Gobierno español, llevadas luego a Estados
Unidos por los interventores yanquis, y rescatadas por Don Emilio Bacardí
. Vasijas y objetos de trabajo de los
primeros pobladores de Cuba
. Polainas del Mayor General Antonio
Maceo Grajales y la hamaca en la que fue recogido el cuerpo mortalmente herido
del Titán de Bronce,
. Estuche dental, con doble fondo
para transportar mensajes de Nueva York a Manzanillo, en 1894
. Pedazos de madera del primer ataúd
en que se trasladó el cuerpo inerte de José Martí, y el lazo-corbata que usaba
al morir en Dos Ríos
. Valiosísima colección de pintura
colonial, incluida del Renacimiento español, y de pintores cubanos, entre estos
algunos contemporáneos como Wifredo Lam, José Joaquín Tejada, Carlos René
Aguilera, René Portocarrero, Amelia Peláez, Miguel A. Botalín Pampín…
DE LOS FUNDADORES Y
OTRA DISTINCIÓN AL “BACARDÍ”
Una pequeña sección muestra al público, por ejemplo, por donde transitó el inmueble
en la ciudad, hasta llegar al edificio emblemático que hoy admira a cuantos lo
observan. Es un recinto breve pero de gran trascendencia por las referencias a
los fundadores, objetos de ellos, documentos, fotos de los locales que ocupó la
institución hasta su ubicación definitiva.
En agosto pasado, al conmemorar un aniversario más de la
muerte de Emilio Bacardí, el Museo
empezó a funcionar extraoficialmente. Ese fue un momento de dicha para el bien plantado equipo técnico de la
institución. El otro fue este 20 de Octubre con la reapertura oficial. Pero
falta más. Y Tania Fernández Chaveco, directora provincial de Cultura tiene los
detalles:
“La reunión nacional de directores provinciales de Cultura,
que desde hace más de 30 años se realiza siempre en la sede del Ministerio de
Cultura, en La Habana, ahora saldrá de allí para celebrarse en Santiago de
Cuba, del 9 al 13 de noviembre.
“El Ministro, autoridades del sector, y los directores
provinciales de toda Cuba completarán la reapertura del Complejo Bacardí. Ellos
podrán observar que el Museo se restauró completamente y disfrutar de su nuevo
guion museológico.”
La Directora de Cultura en la provincia santiaguera, y
Suitberto Frutos, director provincial de Patrimonio Cultural, explicaron que el
montaje fue carísimo, y que la restauración lo abarcó todo, incluidas todas las piezas que se exponen y otras que se
mostrarán luego.
Así era el Museo Bacardí, al menos en los años 50 del siglo XX |
“Fue muy destacado el trabajo de los especialistas
santiagueros y los del equipo de Eusebio Leal y la Oficina del Historiador de
la Ciudad, en La Habana, en las intervenciones hechas a cada pieza. Todas están
en la ciudad y se expone la mayor cantidad, pero se estudia ampliar el área de
exposición mediante paneles, debido a que la climatización requirió montar
siete grandes consolas y estas “robaron” espacio… pero lo vamos a recuperar.”
A 800 000 CUC (pesos convertibles) ascendió la puesta a
punto del “Bacardí Moreau”, un regalo
para la otrora villa santiaguera en su medio milenio de existencia y que ve
“rejuvenecer” una institución nacida el 12 de febrero de 1899 por la iniciativa
de Don Emilio, y la que todo santiaguero debe visitar, al menos una vez en su
vida.
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