Para llenar la copa
de cristal de
Baccarat
del poeta Jesús Cos Causse
M.Sc. Miguel
A. Gaínza Chacón
Santiago de Cuba, octubre 15.- Para las tertulias en Vista
Alegre, Oscar Sintes Alemany le había separado a Jesús Cos Causse, como
deferencia, una copa de cristal de Baccarat. Cuando el poeta murió, Oscar
entregó a la Casa del Caribe el fino recipiente, al que adosó un epitafio:
“Si en la Casa del
Caribe se deja de llenar la copa en que Jesús Cos Causse bebía, yo la llenaré
con la mía. La que siempre se llenaba no debiera estar vacía. Si se evapora…
llénala con alegría. Es la copa del poeta que dejó de tomar un día.”
Hoy Cos cumpliría 70 años. Sintes leyó otra vez
el epitafio. La copa sigue allí y como homenaje al bardo, quedó abierta en la
Casa del Caribe una
exposición, se declamaron poemas, y se rememoró la vida y obra de El Quijote
Negro.
Autor de Con el mismo
violín, El
último trovador, Monólogo interior
del machetero, Las canciones de los
héroes, Escribo Fidel, De antaño, Las islas y las luciérnagas… Cos Causse falleció a los 62 años, hace ocho agostos, aquí, en
su ciudad natal.
Esta mañana, Raúl Ruiz
Miyares dijo las palabras de apertura de la exposición colectiva “Homenaje”, montada
en el vestíbulo de la Casa del Caribe. Once piezas, algunas retratos del bardo
negro, hechas por Pozo, Joa, Carlos Parra, Adrián Soler, Agustín Jiménez,
Hermes Rodríguez, Pedro Luis Rodríguez, Danisbel Abad y Fernando Goderich.
La actriz Ana Gloria
Buduén declamó “El Quijote Negro”, del propio Cos, y el grupo Abure Eyé con sus
tambores batá invocó a Yemayá.
Hijos y familiares de
Cos estaban presentes; Alberto Lescay Merencio y otros artistas, también.
Esta noche, en el café
teatro Macubá, en el centro histórico de la ciudad, será recordado Causse, en
una actividad encabezada por la actriz Fátima Patterson, directora del Grupo
Teatral Macubá.
Para el momento de su
deceso, Cos Causse ya era un renombrado poeta, dramaturgo, antólogo y
periodista cubano, que pronto traspasó las fronteras del archipiélago por el
alcance, la belleza y el lirismo no solo de su poesía sino de incontables
crónicas sobre la ciudad, Cuba, la herencia negra del escritor, personalidades
de la cultura… siempre con una prosa fina y llena de imágenes subyugantes.
Una síntesis
biográfica del llamado Quijote Negro (su apariencia recordaba el personaje
creado por Cervantes), señala que vino al mundo el 15 de octubre de 1945 en el
seno de una familia bien humilde, motivo por el cual en su niñez, alternó la enseñanza
primaria con trabajos para ayudar a sostener el hogar.
Al triunfar la
Revolución Cubana asume labores políticas sin dejar de trabajar, hasta que en
1962 se incorpora al sistema de becas del Gobierno Revolucionario, se hace
bachiller, y comienza Agronomía en el Instituto Rubén Martínez Villena, en La
Habana.
En su currículo
general aparecen viajes por la antigua Unión Soviética, Corea del Norte, China;
es codirector del Boletín del Poeta, editado en Santiago de Cuba, al tiempo que
escribe para el “Caimán Barbudo” y las revistas OCLAE (Organización Continental
Latinoamericana y Caribeña de Estudiantes), La Gaceta de Cuba, Unión, Revista
Santiago, de la Universidad de Oriente; Revolución y Cultura…
En el ámbito
santiaguero, además, Cos Causse fue un colaborador permanente de la sección
cultural del periódico Sierra Maestra. Por eso, la poeta, Nancy Galano, de la
Casa del Caribe, se ha dado a la tarea de recopilar lo que él publicó en “Temas
del Caribe”: decenas de crónicas con los enfoques más diversos.
Una de las creaciones más geniales de Cos fue la
instauración del Taller Internacional de Poesía El Caribe y el Mundo, y el
Congreso Mundial de Poesía, que tienen espacio, cada julio, en el Festival del
Caribe.
Más atrás en el tiempo,
Cos fue “responsable general de la Sección de Literatura de la Columna Juvenil de Escritores y Artistas de Oriente y miembro del consejo de redacción
de la revista literaria Columna. Trabajó en el Departamento de
Literatura del Consejo Nacional de Cultura en la antigua provincia de Oriente.
Fue representante en Cuba de las revistas Ruptures (Canadá) y Air (España),
miembro del comité de redacción de la revista Il Majakovski (Italia),
del consejo de redacción de la revista Del Caribe, del tabloide cultural Perfil de
Santiago y de Guía Caribeña”.
Igualmente, fue
vicepresidente de la UNEAC en Santiago de Cuba, miembro de la Unión de Periodistas de Cuba (UPEC) y de
la Sociedad Cultural José Martí, y alternó su
labor poética con la de segundo secretario de asuntos culturales de la Embajada
de Cuba en Jamaica; fue asesor del Ministerio de Cultura en Cuba y miembro de la Sociedad de Amistad Cubano Africana.
Con estoicismo y
tranquilidad esperó el desenlace final en la ciudad que amó y a la que no se
cansó de “cantarle” con su poesía. Casi postrado en la casa que su amigo Oscar Sintes
Alemany le brindó en Vista Alegre, tuvo la entereza de hablarme de proyectos y
de recordar momentos felices, de música y poemas, junto otro entrañable
amigo: Lorenzo Fong, cerca de la escalinata de Padre Pico.
Hasta el hogar de Sintes
pasaron a saludar al herido: Abel Prieto, Miguel Barnet, Pablo Armando
Fernández, Choco, Víctor Villegas, poetas dominicanos, puertorriqueños,
mexicanos, italianos, amigos santiagueros y de mil lugares más.
El 23 de agosto de 2007
se despidió El Quijote Negro. Pero tuvo el cuidado, para hacerse eterno, de
dejarnos su huella imborrable. Y su poesía.
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