¿QUÉ SUENA TAN BUENO?
… EL SEPTETO PINEDA SON
Texto y
fotos: M.Sc. Miguel A. Gaínza Chacón
Santiago de Cuba, mayo 29.- Por la zona del antiguo ingenio
Algodonal o por Platanillo; en el parque central de la localidad de Alto Songo
o por El Socorro, San Benito, La Maya o Ti Arriba… usted pregunta y no solo conocen
al Septeto Pineda Son sino que comentan sobre lo bien que suena.
Esa es la carta de presentación que usa siempre Rubén Pineda
López, el cantante principal, maracas y director del Septeto nacido el 6 de
octubre, hace siete años en Alto Songo, en el barrio anexo a la Avenida de los
Libertadores.
Familia al fin, los deseos de cantar y tocar dieron paso a
la integración del conjunto, y luego siguió buscar el nombre. Y ninguno mejor que
el de Pineda Son, si en definitiva casi todos son parientes: Hubert Pineda, que
toca el tres; Arturo Pineda, que toca el contrabajo; Miguel Ávila, el guitarrista;
Ángel López en los bongoes; Alexis Plana en las tumbadoras, y Generoso Guzmán,
que hace la voz segunda y toca las claves.
“Tenemos varios temas que son de nuestra autoría,
especialmente del guitarrista, que es el compositor principal del septeto,
aunque Hubert también ha escrito varios números para el conjunto”, explica
Rubén.
“En la actualidad el grupo dispone de un repertorio activo
de más de 25 canciones, es decir están montadas y listas para sonar; hay otras
que ahora mismo las estamos trabajando, perfilándolas para incorporarlas a la
lista.
“Principalmente tocamos son, pero incursionamos en la
guaracha, en el bolero, en la canción, el merengue… Es decir: la mayoría de los
géneros que gustan en la población cubana nosotros los tocamos.”
El escenario fijo del conjunto es la bella Casa de Cultura
en Alto Songo, en la planta alta de un edificio de la primera mitad del siglo
XX, muy bien conservado, enfrente del parque de la localidad.
Fue allí donde disfrutamos de un mini recital del “Pineda
Son” y en verdad quedamos gratamente complacidos: la voz líder es clara,
sonora, de un timbre agradable, y con mucho ritmo, esencial en la agrupación;
los coros, y las voces ocasionales según los temas, igualmente se escuchan con
agrado y no hace falta oído especializado para saber que están bien afinadas.
La instrumentación es otro aval del conjunto. Sin lugar a
dudas, los ensayos programados sistemáticamente dos veces a la semana, al
margen de las actuaciones, ya dan resultados audibles, porque todo se compacta
con exactitud: por un lado, el tres, la guitarra acompañante y el bajo; por el
otro, el segmento de percusión: bongoes, cencerro y tumbadora… y cuando arranca
el conjunto se percibe enseguida el acople.
No por casualidad, el septeto aparece con frecuencia en la
programación cultural y artística del municipio de Songo-La Maya, y también en
eventos como el Platanal de Bartolo, en San Luis; la conclusión del verano, en
Santiago de Cuba; en el Son más largo de Cuba…
Cuatro trabajadores estatales, un jubilado y dos
trabajadores por cuenta propia integran el septeto, que ya exhibe categorías
municipal y provincial dentro del movimiento de artistas aficionados.
“Y nos estamos preparando, porque nos dijeron que ahora en
junio o julio vienen de la nacional y trataremos de alcanzar esa categoría,
también”, dice Rubén.
“A Santiago’ es un son compuesto por el guitarrista, que ellos
dedican a la Ciudad Heroica próxima cumplir medio milenio de existencia; es el
número que los identifica donde actúan; otro de puntería es “El Caguairán”,
cuyo autor --Hubert, el tresero— se
inspiró en la etapa de recuperación del Comandante en Jefe Fidel Castro.
“Si se nos olvida tocarlo, la gente se encarga de pedirlo.
En verdad gusta mucho El Caguairán.”
Desde hace siete años están juntos estos cultores de la
música popular en Alto Songo. El único que ha cambiado es el de la tumbadora;
los otros son los mismos que iniciaron la aventura.
Los martes y los jueves ensayan en la Casa de Cultura; en
ocasiones, por algún motivo de fuerza mayor no comienzan a la hora prevista
“pero hacemos un gran esfuerzo entre todos para ser puntuales, porque en la
disciplina está una buena parte del éxito al que aspiramos”.
Los terceros domingos de cada mes “Pineda Son” protagoniza
su peña; allí tienen un público fiel que va a su encuentro en el parque de Alto
Songo.
Dejan a un lado los reconocimientos, y entonces con la
humildad que los caracteriza dicen que los más importante que han ganado ha
sido la categorización. Lo demás, la popularidad entre la gente, es la ‘cosecha’
que están recogiendo luego de sembrar hace siete años, la semilla de la música.
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