Desde ayer Santiago
de Cuba con su 35.
Festival del Caribe es más caribeña
M.Sc. MIGUEL A. GAÍNZA CHACÓN
Santiago de Cuba,
julio 4.- Desde ayer
comenzó en Santiago de Cuba la historia breve de siete días, hasta el 9 de
julio, del 35. Festival del Caribe, ese encuentro que trae a la ciudad una mezcla
única e insuperable de culturas populares de pueblos hermanos de la región y de
latitudes remotas, ávida de mostrarse en todo su esplendor para saludar el ya cercano medio milenio de la
localidad que los acoge como solo saben hacerlo los santiagueros.
La cita inaugural fue en el “Heredia”, quizás el primer
saludo oficial a la Mancomunidad de las Bahamas, país invitado de honor en
2015, y ocasión para dar a conocer que ya la Casa del Caribe trabaja en la organización
de la Fiesta del Fuego de 2016 que estará consagrada a la cultura popular de
Costa Rica.
Lapso breve el de una semana pero inmenso y mancomunado el
esfuerzo durante un año, cuando en julio de 2014 se oficializó el Festival
saludaría el aniversario 500 de la villa y que sería Bahamas la nación
homenajeada.
Como cada 3 de julio, esta vez Orlando Vergés, director de
la Casa del Caribe, igualmente se esforzó por sintetizar en cuatro cuartillas
el significado de la Fiesta del Fuego, sus añoranzas, el alcance insondable de
hermanar culturas y de ponderar lo tradicional y ancestral que palpita en cada
pueblo.
No se detuvo en el esfuerzo realizado ni en los obstáculos
vencidos ni en el desvelo por cada detalle, algo cotidiano en la Casa en cada
Festival, pero sí recordó, que el arco que forman las islas de la Mancomunidad
se extiende desde las proximidades de la Florida, y el
islote más cercano a Cuba está a escasos 12 kilómetros de la costa oriental
cubana, de ahí la posibilidad de que el carácter festivo y la fama de hábiles
bailadores que tienen los bahameses se debiera a que algunos cubanos habrían
cruzado a Las Bahamas, por la proximidad geográfica.
Lo precedente: el nexo entre pueblos es lo usual en la
Fiesta del Fuego, un encuentro que como dijo Vergés, ha fundado amores y
desamores, alegrías y lágrimas, felicidad y sentido de pertenencia; se ha
convertido en acontecimiento respaldado por el pueblo y las autoridades; “es realmente,
un producto caribe porque ha permitido que los pueblos se expresen y que la
gente común se encuentre y comparta, en un acto de fe y apego a la solidaridad
humana”.
El otro momento de la apertura fue la entrega del Premio
Internacional Casa del Caribe para el poeta Waldo Leyva, con las palabras
hermosas de otro poeta: Marino Wilson Jay, y para fundadores (vivos) del Festival con un
mensaje de Daniela como salido del corazón, para Fátima Patterson, Gladys
González Bueno (La India), Agustín Mateo, Manuel Alejandro Ruiz Vila, Abelardo Larduet,
Alexis Alarcón, Carlos Padrón, José Ramón Balaguer…
Entonces irrumpieron en el escenario del “Heredia” la
música, el color, el sonido, el ritmo del Caribe para echar a andar siete días
inolvidables en los que estarán en la ciudad más de 1 150 visitantes de 42
países –record en asistencia de naciones-- , incluidos más de 300 bahameses,
que se unirán a más de 2 000 cubanos (artistas populares e intelectuales
santiagueros y de otras regiones de Cuba) para compartir en más de 40 áreas
repartidas en la Cuna de la Revolución Cubana, una sede excepcional para un
festejo único.
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