Santiago de Cuba llora a Sonia Silvestre
M.Sc. Miguel A. Gaínza Chacón
Sonrisas de trovadoras hermanadas |
Santiago de Cuba,
abril 19.- No por esperada ha dejado de ser
desconsoladora la noticia desde la hermana Santo Domingo: Sonia Silvestre
perdió la batalla por su vida. Es ahora un recuerdo muy querido entre los
cubanos que la admiramos desde la época en que se convirtió en figura
sobresaliente de la canción social y de protesta en la región, allá por los
años 70 del siglo XX. O cuando sus temas románticos comenzaron a llegar a
nuestro archipiélago, por las ondas de la radio dominicana que aquí se
captaban.
Con el vocalista José A. Garzón |
Había nacido el 16 de agosto de 1952 en la provincia de San
Pedro de Macorís, “aunque creció en la vecina demarcación de Hato Mayor”.
En varias ocasiones Santiago de Cuba la recibió y la aplaudió con delirio, y en correspondencia ella se esmeraba en su canto de voz clara y firme, llena de matices. Aquí vino una vez con Sara González y Lucecita Benítez, en un trío inolvidable de voces femeninas del Caribe.
En varias ocasiones Santiago de Cuba la recibió y la aplaudió con delirio, y en correspondencia ella se esmeraba en su canto de voz clara y firme, llena de matices. Aquí vino una vez con Sara González y Lucecita Benítez, en un trío inolvidable de voces femeninas del Caribe.
Otra ocasión fue con Sara y con Miriam e hicieron vibrar el
repleto parque de la Plaza de Marte, a la manera popular que tanto le gustaba a
ella: bien cerca del pueblo.
A la izquierda el trovador Eduardo Sosa |
En el Teatro Martí también cantó en velada inolvidable,
junto con íconos de la trova cubana.
Se unieron para definir a Sonia, criterios de entendidos en
la música y los de simples admiradores, quienes coincidieron en que la
Silvestre era la más descollante vocalista dominicana de todos los tiempos.
Junto con el autor de este trabajo |
Ahora, nos queda la imagen de su sonrisa pronta; de sus
palabras de amor hacia Cuba y hacia esta ciudad que la acogió con cariño. Por
eso es mucho más triste este momento para quienes la conocimos y compartimos sus
ocurrencias, su desenfado, sus descargas musicales… Y es que tenía el don de
complacer y caer bien. Parecía una santiaguera más, y a ella le encantaba que se
lo dijeran. Personas así jamás se olvidan, aunque prevalezca la dura realidad
de su partida a los 61 años de edad, debido a un accidente cerebrovascular con
el que luchó desde el miércoles hasta hoy.
Dos momentos en el Teatro Martí |
Según se conoció, a finales de 2013 y a inicios de 2014, ella padeció anemia severa e insuficiencia real, y confesó que había temido por su vida. No obstante, en una muestra más de su estirpe, el pasado 5 de marzo cantó en un acto político-cultural
Con el trovador José Aquiles y la esposa de este |
en homenaje a la memoria de Hugo Chávez y por
la libertad de los tres antiterroristas cubanos presos en Estados Unidos. También
cantó por el Día Internacional de la Mujer, actuaciones que quizás hayan sido
como una despedida de su entrañable pueblo dominicano.
Aquella vez en la Plaza de Marte santiaguera, en medio del
crepúsculo, el público no se cansó de aplaudir y de cantar con ella “La tarde
está llorando”. Hoy este mismo pueblo, tan parecido al de ella, está llorando
por Sonia Silvestre, con el consuelo de que nos quedan sus canciones y su
recuerdo eterno.
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