jueves, 25 de junio de 2015

Santiago de Cuba espera con impaciencia para ver las muestras de la cultura popular de las Bahamas



Asistirá Primer Ministro de Bahamas 
a gala de su país en el 35. Festival 
del Caribe en Santiago de Cuba

M.Sc. Miguel A. Gaínza Chacón

Santiago de Cuba, junio 25.-  Perry Christie, primer ministro de la Mancomunidad de las Bahamas, asistirá a la gala de su país en el Teatro Heredia de aquí, durante el 35. Festival del Caribe que del 3 al 9 estará dedicado a Bahamas y al medio milenio de la fundación de la villa santiaguera.
La Mancomunidad asistirá a la Fiesta del Fuego con una de las delegaciones más numerosas, pues entre artistas de la cultura popular, personalidades, y autoridades serán más de 300 los bahameses que llegarán a Santiago de Cuba para el festejo caribeño.
Lo precedente lo adelantó esta tarde Orlando Vergés, director de la Casa del Caribe, en conferencia de prensa para ultimar detalles sobre la Fiesta de las culturas populares de la región.
Perry Christie será una de las personalidades que estará presente en el Teatro Heredia, en la Avenida de las Américas, el día 6 de julio en la Gala de Bahamas.
A principios de diciembre del año pasado, Perry Christie participó en la V Cumbre Caricom-Cuba, en el Palacio de la Revolución, en La Habana, ocasión en que destacó la contribución que Cuba ha realizado no solo a su país sino a toda la región, dijo.
Bahamas ha recibido la cooperación de Cuba en los sectores de Educación y Salud.
Desde julio de 2014 se dio a conocer en Santiago de Cuba que el 35. Festival del Caribe de 2015 estaría consagrado a la Mancomunidad de las Bahamas y hace pocas semanas, el propio Orlando Vergés adelantó que el Premio Internacional Casa del Caribe será entregado al junkanoo, expresión popular autóctona de esas islas, que consiste en danzas tribales al ritmo de tambores y campanas, y bailes con máscaras y atuendos coloridos.
Hay versiones sobre el origen del junkanoo. La más conocida: cuando la esclavitud, ya en el siglo XVIII, muchos esclavos recibían tres días de libertad después de Navidad, y celebraban la ocasión en las calles, con cantos, bailes y desfiles en los que llevaban la cara pintada o cubierta con máscaras.

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