lunes, 15 de junio de 2015

Impresionante la riqueza arqueológica sumegida en Santiago de Cuba



Proponen Monumento Nacional 
al Parque Arqueológico Batalla Naval
de 1898 en Santiago de Cuba 

M.Sc. Miguel A. Gaínza Chacón

Santiago de Cuba, junio 15.- El Parque Arqueológico del Patrimonio Cultural y Natural Subacuático Batalla Naval de Santiago de Cuba’1898 ha sido propuesto como Monumento Nacional y pudiera ser declarado como tal durante el Simposio de Actividades Subacuáticas “Simposub’2015” que se realizará en esta ciudad del 1 al 4 de julio venidero.

Un enjundioso expediente argumenta la propuesta, que implícitamente resume unos 40 años de investigaciones científicas y expediciones submarinas, dijo aquí el Dr.C. Vicente González, ingeniero informático, fotógrafo subacuático, buzo especialista y uno de los mayores animadores de la conservación y explotación de los valores sumergidos.        

El Parque Arqueológico ocupa una franja costera de unos 120 kilómetros de longitud, desde la zona del balneario de Siboney hasta el entorno de Río La Mula, en Ocujal del Turquino, área marina en cuyo fondo se encuentran varios de los pecios (barcos con más de 100 años hundidos) que intervinieron en la batalla naval de julio de 1898, cuando la poderosa y moderna armada estadounidense aniquiló la escuadra española del vicealmirante Pascual Cervera y Topete.

En seis sitios arqueológicos a lo largo del “Parque…”  descansan las armazones y vestigios de aquellas naves, no solo españolas pues hay dos norteamericanas: una a pocos metros de la playa, en Siboney, y el USS Merrimac, prácticamente en la entrada de la bahía de Santiago de Cuba.

La inutilización del “Merrimac” --nombre que durante mucho tiempo llevó un tramo de orilla en la rada, después conocido como Barrio Técnico-- fue el resultado de una estrategia de los nortemericanos, que falló debido a la cadencia de fuego ibérica.

Es probable que USA intentara bloquear la “boca” de la bahía, evitar la salida de las naves españolas, y finalmente apoderarse de la armada hispana. El fuego español y fallas en el plan inhabilitaron la nave y se dice que los pocos marinos estadounidenses a bordo fueron sacados del mar por sus enemigos.

Como recoge la historia, la llamada batalla naval más bien consistió en una cacería, pues los disparos de las baterías españolas apenas llegaban cerca de los barcos norteamericanos que organizados en un semicírculo y dotados con potentes cañones esperaban la salida de las naves ibéricas para “fusilarlas”.

En el fondo marino se encuentran pecios y evidencias materiales de los buques vinculados con el desembarco norteamericano al sureste de la ciudad de Santiago de Cuba,  y al encuentro naval en el litoral, por ejemplo de España: cazatorpedero Furor, en playa Mar Verde; cazatorpedero Plutón, en Rancho Cruz; el crucero acorazado Almirante Oquendo, en playa Juan González; crucero Vizcaya, en playa Aserradero, y el crucero Cristóbal Colón, en playa La Mula.

El crucero acorazado español Cristóbal Colón descansa en el fondo marino santiaguero
El “Cristóbal Colón” era prácticamente nuevo. No llevaba ni dos años en el mar, pues fue botado en septiembre de 1896 sin los dos poderosos cañones de más de 250 mm para proa y popa que debía llevar; en mayo de 1897 fue entregado al Gobierno español, y luego del período de prueba, en mayo de 1898 llegó a Santiago de Cuba. Era rapidísimo por eso el 3 de julio llegó hasta frente a La Mula, pero ya tenía encima a sus perseguidores.  Pasadas las 13:00 horas ante la realidad de que la nave cayera en manos norteamericanas, el capitán mandó a abrir los registros de sentina y el magnífico “Colón” se hundió en un veril, a unos 50 metros de profundidad. Por eso es el barco sumergido de su tipo y su época mejor conservado en el mundo.  

De concretarse la declaración de Monumento Nacional del Parque serían situadas placas, una en el Castillo del Morro San Pedro de la Roca, y otra sumergida, en el entorno precisamente del crucero Cristóbal Colón.

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