Proponen Monumento Nacional
al
Parque Arqueológico Batalla Naval
de 1898 en Santiago de Cuba
M.Sc. Miguel
A. Gaínza Chacón
Santiago de Cuba,
junio 15.- El
Parque Arqueológico del Patrimonio Cultural y Natural Subacuático Batalla Naval
de Santiago de Cuba’1898 ha sido propuesto como Monumento Nacional y pudiera
ser declarado como tal durante el Simposio de Actividades Subacuáticas
“Simposub’2015” que se realizará en esta ciudad del 1 al 4 de julio venidero.
Un enjundioso expediente argumenta la propuesta, que
implícitamente resume unos 40 años de investigaciones científicas y
expediciones submarinas, dijo aquí el Dr.C. Vicente González, ingeniero
informático, fotógrafo subacuático, buzo especialista y uno de los mayores
animadores de la conservación y explotación de los valores sumergidos.
El Parque Arqueológico ocupa una franja costera de unos 120
kilómetros de longitud, desde la zona del balneario de Siboney hasta el entorno
de Río La Mula, en Ocujal del Turquino, área marina en cuyo fondo se encuentran
varios de los pecios (barcos con más de 100 años hundidos) que intervinieron en
la batalla naval de julio de 1898, cuando la poderosa y moderna armada
estadounidense aniquiló la escuadra española del vicealmirante Pascual Cervera
y Topete.
En seis sitios arqueológicos a lo largo del “Parque…” descansan las armazones y vestigios de
aquellas naves, no solo españolas pues hay dos norteamericanas: una a pocos
metros de la playa, en Siboney, y el USS Merrimac, prácticamente en la entrada
de la bahía de Santiago de Cuba.
La inutilización del “Merrimac” --nombre que durante mucho
tiempo llevó un tramo de orilla en la rada, después conocido como Barrio
Técnico-- fue el resultado de una estrategia de los nortemericanos, que falló
debido a la cadencia de fuego ibérica.
Es probable que USA intentara bloquear la “boca” de la
bahía, evitar la salida de las naves españolas, y finalmente apoderarse de la
armada hispana. El fuego español y fallas en el plan inhabilitaron la nave y se
dice que los pocos marinos estadounidenses a bordo fueron sacados del mar por
sus enemigos.
Como recoge la historia, la llamada batalla naval más bien
consistió en una cacería, pues los disparos de las baterías españolas apenas
llegaban cerca de los barcos norteamericanos que organizados en un semicírculo
y dotados con potentes cañones esperaban la salida de las naves ibéricas para
“fusilarlas”.
En el fondo marino se encuentran pecios y evidencias
materiales de los buques vinculados con el desembarco norteamericano al sureste
de la ciudad de Santiago de Cuba, y al
encuentro naval en el litoral, por ejemplo de España: cazatorpedero Furor, en
playa Mar Verde; cazatorpedero Plutón, en Rancho Cruz; el crucero acorazado
Almirante Oquendo, en playa Juan González; crucero Vizcaya, en playa
Aserradero, y el crucero Cristóbal Colón, en playa La Mula.
El crucero acorazado español Cristóbal Colón descansa en el fondo marino santiaguero |
El “Cristóbal Colón” era prácticamente nuevo. No llevaba ni
dos años en el mar, pues fue botado en septiembre de 1896 sin los dos poderosos
cañones de más de 250 mm para proa y popa que debía llevar; en mayo de 1897 fue
entregado al Gobierno español, y luego del período de prueba, en mayo de 1898
llegó a Santiago de Cuba. Era rapidísimo por eso el 3 de julio llegó hasta frente
a La Mula, pero ya tenía encima a sus perseguidores. Pasadas las 13:00 horas ante la realidad de que
la nave cayera en manos norteamericanas, el capitán mandó a abrir los registros
de sentina y el magnífico “Colón” se hundió en un veril, a unos 50 metros de profundidad.
Por eso es el barco sumergido de su tipo y su época mejor conservado en el
mundo.
De concretarse la declaración de Monumento Nacional del
Parque serían situadas placas, una en el Castillo del Morro San Pedro de la
Roca, y otra sumergida, en el entorno precisamente del crucero Cristóbal Colón.
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