La constancia del
pintor Pedro Vázquez
Texto y fotos: M.Sc. Miguel A. Gaínza Chacón
El pintor explica una de sus obras en "Evocación" |
Santiago de Cuba,
noviembre 29.- Pedro
Vázquez de la Fe (Bayamo, 11 de mayo de 1957) es incansable y lo mejor: en cada
obra nueva se observa que su pintura evoluciona, crece; nunca se cohíbe sino
que multiplica lo aprendido al graduarse de Dibujo y Pintura en la Academia José
Joaquín Tejada de esta ciudad, en 1978, y luego como Licenciado en Artes
Plásticas, en el Instituto Superior Pedagógico “Frank País García”, en 1992.
Es bayamés de nacimiento; de la vecina localidad de San Luis
por convicción, y santiaguero de corazón, “porque –dice-- de esta ciudad se enamoran todos los artistas; de sus
paisajes, su música, sus colores”.
¿Por qué es incansable? Busque y comprobará que en
poquísimas exposiciones colectivas faltan obras de Pedro, y luego, ha
arrastrado con él a Branli, el hijo, por lo que en ese hogar poco se hablará
que no sea de pintura.
Hace dos semanas, Vázquez inauguró otra muestra personal,
Evocación, por los 500 años de la ciudad de Santiago de Cuba. Esas obras
distinguen hoy el Patio de los Dos Abuelos, y en la apertura, Pedro y Branli le
obsequiaron un óleo al famoso Eliades Ochoa, con la figura del trovador y su
guitarra. Un retrato auténtico, que Ochoa agradeció con sinceridad.
Este creador de las artes plásticas, tiene obras en
colecciones privadas de Alemania, Suiza y en otros países de Europa,
Latinoamérica…, en Australia y en Estados
Unidos. Es, también, uno de los más entusiastas en los INTERNOS, y desde 1995
para acá tiene 21 exposiciones personales, 45 colectivas, y 10 en pinacotecas
en el extranjero.
Así, acumula más de 20 premios en diversas categorías, desde
aquel segundo lugar en el Salón de Estudiantes de la “José Joaquín Tejada”, en
la Galería Oriente, en 1977, su primer éxito relevante y que nunca olvida.
Con el paso de los años ha acumulado méritos suficientes
como integrante de la UNEAC santiaguera, y su nombre es parte de la historia de
los salones de la Ciudad,
30 de Noviembre, Internacionales del
Caribe, Pequeño Formato, además de las exposiciones personales en Ciudad México,
en 2003 y 2010.
“Pinto porque se me hace imprescindible para el espíritu.
Como el compositor que crea sin cesar; el músico que toca sin horario, así hago
con la pintura”, afirma Vázquez al hablar sobre cómo asume el arte.
De él, otras han dicho también: “No busquéis en la pintura
de Pedro Vázquez el sentido hedonista que aparece en las obras de otros
autores. Aquí el uso de sombras,
transparencias y colores múltiples nos incitan a buscar lo inescrutable, y a encontrar por siempre el hallazgo poético de los
enigmas que caracterizan por siempre el espíritu.” Lic. Raúl Miyares, de la Casa
del Caribe, en febrero de 1999.
“Destacado por su reconocida labor en el diseño gráfico,
Pedro muestra su empeño en la realización
pictográfica. Aparte de haber demostrado sus dotes en paisajes realistas,
evidencia un acercamiento hacia los senderos abstractos. Amante de la metáfora
y de los influjos del informalismo, a través de la pincelada gestual y la
expresividad atenuada por los tonos pasteles, conforma sus creaciones y
subvierte realidades”. Revista Caserón (UNEAC), en 2007.
Por eso Vázquez no se detiene. Y pinta más y más. Hace bien
pues de otro modo él no existiría.
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