sábado, 2 de mayo de 2015

El mejor premio: el Reconocimiento a su trabajo




A una Heroína del Trabajo de la República de Cuba

ANGELINA, TÚ ERES LA POESÍA

Texto y fotos: M.Sc. Miguel A. Gaínza


Santiago de Cuba, mayo 2.- Pasada la medianoche de ayer, las imágenes del resumen noticioso de la TV Cubana mostraron aspectos del acto de condecoración de Héroes y Heroína del Trabajo de la República de Cuba en la capital, La Habana, como resumen de las actividades por el 1. de Mayo, Día Internacional de los Trabajadores.

José Ramón Machado Ventura, segundo secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba; Miguel Díaz-Canel Bermúdez, primer vicepresidente del Consejo de Estado y de Ministros, y Esteban Lazo Hernández, presidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular, encabezaron a los dirigentes que colocaron las distinciones a los homenajeados.

Entre los agasajados resaltaba una mujer, Angelina Prada Martínez, la única en 2015 con la condición de Heroína del Trabajo de la República de Cuba, para orgullo de los santiagueros, hija de esta ciudad que está a punto de cumplir medio milenio de existencia.

Recordé, entonces, sus palabras minutos antes de salir hacia La Habana a los actos por el 1. de Mayo:

“Santiago de Cuba es una poesía”. Pero ocurre que la poesía es ella, que habla con alma de poeta y tiene el sortilegio, por encima de muchos mortales, de descubrir lo hermoso, lo maravilloso hasta en las cosas aparentemente intrascendentes.  

Angelina acaba de recibir en La Habana el título de Heroína del Trabajo, entregado por el Consejo de Estado a propuesta de la CTC. Y es cuando uno, que la conoce desde hace tantos años, repasa, con la celeridad del relámpago y sin orden cronológico, esa vida tan ejemplar. 

Muchos, como los vecinos de las torres habitacionales de la Avenida Victoriano Garzón, en Santiago de Cuba, añoran a la sonriente y amable instructora en los Días de la Defensa (habitual preparación militar del pueblo cubano), en el Consejo Popular 30 de Noviembre “porque siempre trae poesías o relatos y los intercala en las clases, para hacerlas amenas. En eso nadie la supera”.    

No es casualidad que en esta ciudad y en incontables lugares de Cuba veneren a esta mujer de ojos hermosos y gracia infinita al hablar, y que la saluden con un cariño especial. Acaso ¿cuántos suman los que le agradecerán sus enseñanzas artísticas, o el consejo casi maternal en barrios, comunidades, plazas, unidades militares,  calles, montes, teatros… a lo largo de medio siglo en el arte?

PASIÓN POR EL CHE

Desde muy joven, Angelina sentía pasión por la imagen de Ernesto Guevara de la Serna, el inolvidable Che, y luego de conocer más sobre la vida del Guerrillero Heroico comenzó a idolatrarlo. Así lo expresó cuando muy joven pasó a ser trabajadora civil de las FAR, y luego instructora graduada en la Escuela Nacional de Arte; en el Instituto Técnico Militar, en La Habana; metodóloga de teatro en el Consejo Nacional de Cultura en la antigua provincia de Oriente; instructora de arte en los “Camilitos”, en Santiago de Cuba…

Nunca se ha detenido. Y así, en su devenir social y artístico, ha creado programas infantiles en Tele Rebelde; agrupaciones artísticas de aficionados en el Palacio de Pioneros Una Flor para Camilo y en diversas comunidades santiagueras. Como instructora, es multipremiada en festivales del MININT y las FAR; funda casas de cultura en Siboney y frente al Parque Céspedes; el Contingente Cultural Juan Marinello; es profesora universitaria y como dirigente sindical ha transitado desde la base hasta el Comité Nacional; por extensión, dentro del movimiento obrero se ha hecho acreedora de todas las distinciones.  

Alrededor de 20 ocasiones Angelina ha sido Vanguardia Nacional y posee la Orden Jesús Menéndez y la Orden Lázaro Peña (I, II, III grados). Desde anoche, oficialmente, ostenta el título de Heroína del Trabajo; en 2006 las FAR le entregó la Réplica del Machete del Generalísimo Máximo Gómez; ganó el Premio Nacional Olga Alonso, en 2002;  el Premio Nacional de Cultura Comunitaria en 2001; es creadora del espacio Confesiones, en la “Elvira Cape”, y ocupa un lugar especial entre los instructores más emprendedores de Cuba. Quizás, entonces, no exagera quien afirma que el reparto Santa Bárbara en esta ciudad de artistas y cantores, vibra a la par de los latidos del corazón de Angelina…



AÚN “OLÍA” A ESTUDIANTE Y… 

Santiago de Cuba recibió este 1. de Mayo con un orgullo adicional: una de sus hijas más entrañables, Angelina Prada Martínez, es la única Heroína del Trabajo de la República de Cuba en 2015. Y ¿qué reflexión hace la propia Angelina? 

“Es un compromiso más; una carrera de vida con título. Es eso ser Héroe del Trabajo: una carrera de vida, que no termina hasta que uno deja de existir. 

“Ahí han valorado una etapa de madurez sobre todo laboral pero muy humana. Eso sí: es un gran compromiso, pues como cubana es lo más importante. Y como santiaguera… este es un sitio muy especial.

“Hoy recuerdo con cariño, a esa Heroína, instructora de arte como yo: Sara Gamerán, que ya murió. Fue la primera instructora de cultura, metodóloga en la provincia de Oriente, en conseguirlo. Desde entonces ninguna otra instructora había alcanzado este título. Yo estaba muy lejos de pensar que me tocara algo de esa magnitud. Hago mis cosas por amor infinito a la Revolución y por compromiso con ella, a la que agradezco estar viva. Por esta Revolución soy una mujer cubana plena, libre, independiente, con principios, valores, con mi voz…

“Pero estoy consciente de que hay muchas heroínas cubanas en el quehacer diario, en todas esas tareas importantes que hacemos cotidianamente para sostener nuestro proyecto socialista. Para nosotros no se ha hecho el descanso; no hay impasse pues es una continuidad de vida. Eso es ser Heroína del Trabajo.

 Qué coincidencia: el Título en el aniversario 500 de la villa 

“¡Quién me iba a decir eso: ni amigo ni nadie. Eso no se planifica. Hay comisiones que hacen una labor… que siguen los pasos de quien acumula vida y trabajo. Recuerdo ahora esa maravilla de hombre que fue José Julián Aguilera Vicente. Estaba ya en su camino de Héroe; igualmente, Inaudis Paisán. Fueron hombres que marcaron pautas y siguieron haciendo hasta que circunstancias a veces irónicas los quitaron de la tierra. De ellos aprendí que no hay manera más hermosa de vivir que colaborar, crear. Estoy muy convencida de eso y de lo que me ha tocado vivir en esta región de Santiago de Cuba que para mí es super mágica, muy especial.

“Estas distinciones son grados que uno va alcanzando y que otros van evaluando. Yo he ido pasito a pasito, sin pensar jamás en llegar a la estrella dorada. Yo he hecho todo lo que estaba convencida que ayudaba en la vida de los niños, jóvenes, hombres y mujeres de la tercera edad, de los ancianos… y todo en mi marco profesional: las artes dramáticas del sistema de Casas de Cultura. Y otras funciones que me dieron al mismo tiempo: sindicato, Partido, mi Contingente adorado (el Contingente Cultural Juan Marinello). “Uno trabaja sostenidamente, acumula esfuerzos, tiene resultados… resultados que cambien, que aporten. Y eso a uno lo marca pero sin saber hasta dónde uno va a llegar. 

“Y si hay algo bello en Cuba es eso: cómo se estimula a los trabajadores. No es darme una casa o un carro; o cambiarme no sé qué cosa. Sino ocupar un lugar como cubano, como ser humano, y que reconocen tu esfuerzo que no tiene otro precio que seguir viviendo en esta Patria querida, y trabajar más cada día por hacerla aún más bella.

A ver: define qué es para ti el sindicato, el sector de la Cultura y esta ciudad irrepetible… 

“Significan mi fortaleza, mi formación laboral. Aunque en este punto me detengo y agradezco tanto a las Fuerzas Armadas Revolucionarias, a las que llegué apenas con 17 años para formarme. Con mil amores recuerdo esa etapa de mi vida, cuando todavía yo olía a estudiante, y lo primero que hice fue continuar la alfabetización de jóvenes que se incorporaban sin el sexto grado. Y estar en un almacén de misceláneas, que lo mismo tú vendías un modelo, un papel, que avituallamiento de limpieza, o explosivos… Era muy especial aquello.

“El sindicato me absorbió desde que empecé. Fui secretaria general varias ocasiones en Casas de Cultura; fui de emulación… Pero casi siempre me ha tocado, incluso en mi núcleo del Partido, en el CDR, ser siempre esa secretaria ideológica que habla, que convence. Para eso hay un método sencillo: llevarlo en el corazón y mostrar con vergüenza, con la verdad siempre, las cosas como son. 

“¿Y Cultura? Bueno, Cultura ha sido como una medicina; Cultura es como un tratamiento espiritual muy profundo. Ocurre que todo ser humano tiene un encanto por dentro, y si uno lo cultiva alivia, porque es la mejor medicina para relajarte, comprender cosas, descargar el estrés. Científicamente dicen que el estrés es una enfermedad; para mí es que no paro hace muchos años.

“¿Santiago? Es como una cobija linda, limpia. Esa que cuando tú entras quedas agradecido, al guarecerte del sol, de la lluvia. Santiago para mí es una gran poesía, que cada vez que leo y releo, voy descubriendo cosas maravillosas que no deben perderse nunca: visión histórica; audacia para escribir e investigar sobre su historia, su belleza y su gente… Una de las cosas más bellas que tiene Santiago es su gente: alegre, corajuda, orgullosa de su estirpe, solidaria. Esa es Santiago de Cuba. Tiembla y a uno se le olvida el temblor y dice: yo no me voy de aquí. Nos adaptamos al calor increíblemente fuerte. Aquí la gente tiene una alegría que contagia. Estoy contenta de ser santiaguera; de los avances, que son palpables. El santiaguero siempre dice: ¿en qué puedo colaborar? Ojalá que la vida me dé un poco más de tiempo. Me falta tiempo en el reloj de mi vida para continuar y hacerme justicia y atender más a la familia y la cobija que tengo. Soy obrera del arte y tengo eso solo. Y no hago para que me den absolutamente nada. Ya me han considerado y lo mejor es que ocupo un lugar en mi país. Y el 3 de julio, cuando suenen los tambores de la Fiesta del Fuego, estaré cumpliendo 66 años con el orgullo de estar viva y en Santiago de Cuba.”



PARA ANGELINA

Estas son algunas consideraciones sobre Angelina Prada Martínez o sobre “Confesiones”, espacio fundado por ella en la Biblioteca Provincial Elvira Cape, en Santiago de Cuba, para hacer lo que más le place a Angelina: ponderar las virtudes de sus semejantes. 


“Tus palabras más recurrentes: Maravilla, lindo, hermoso” (Miguel Ángel)

“Ser grande es saber ser pequeño. Ser artista es tener la exacta comprensión del mundo y de los seres humanos. Así tú eres”. (Fátima)

“Angelina, tan poco que pide y tanto que merece” (Samy, Raciel, Kenia, Beto, Tesorito, Miriam)

“En reconocimiento a su participación en la preparación como cuadro de mando de las Milicias de Tropas Territoriales. 17 de agosto de 1985” (Raúl Menéndez Tomassevich) (Vilma Espín Guillois)

“Como siempre pones el alma a toda acción que emprendes a favor de nuestra cultura” (Tere)

“Sencillo, vivo, tierno y bondadoso es el espacio de esta “Confesión”. Une, pero no ata; te presiona, pero no molesta, y te hace crecer, como esos momentos que nunca pueden olvidarse” (Ado Sanz Milá)  




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