Voces, música y
reflexiones en el homenaje
al maestro Electo Silva en Santiago de Cuba
Texto y fotos: M.Sc. Miguel A. Gaínza Chacón
Santiago de Cuba,
diciembre 1.-
Anoche el XXX Festival Internacional de Coros en esta ciudad, y una repleta
Sala de Conciertos Dolores, rindieron homenaje al maestro Electo Silva Gaínza
por sus 85 años de vida. Pero más que por el onomástico, por su impronta en el
movimiento coral en Cuba.
La Coral Universitaria (de la Universidad de Oriente), en la
que Electo cantó cuando era estudiante de ese alto centro de estudios y luego
él la dirigió, le dedicó al maestro Silva Gaínza “Dulce embeleso”, de
Matamoros, y “Sole-uh”, del folclor haitiano, con una versión coral del propio
Silva.
El presentador de la noche, Ado Sanz, leyó una extensa
biografía del homenajeado, lectura que fue escuchada en medio de un silencio
absoluto, y respetuoso, del recinto lleno de público en la platea, el balcón y
los pasillos.
Correspondió entonces hablar al maestro Silva. No utilizó
micrófonos; tampoco subió al escenario. De frente al auditorio, su voz demostró
alcance inusitado, cuando pasa de los 85 años.
Deleitó a los presentes, muy atentos a la intervención, con
pasajes de su vida, de lo que ha representado para él la música y los coros, y
con énfasis en sus palabras, abogó por retomar en Santiago de Cuba y en todo el
país, el movimiento masivo de coros.
El agradecimiento de la ciudad se infirió del aplauso,
extenso y vibrante, que le dedicó el público.
Junto a Electo se encontraban Lázaro Expósito Canto y
Reinaldo García Zapata, primer secretario del Partido Comunista de Cuba (PCC) y
Presidente de la Asamblea del Poder Popular (Gobierno) en la provincia,
respectivamente, y Julio Camacho Aguilera, uno de los protagonistas del
alzamiento armado del 30 de Noviembre de 1956 fuera de Santiago de Cuba, en
apoyo al desembarco de los expedicionarios del yate Granma.
En la velada no podía faltar el Orfeón Santiago, una de las
agrupaciones más prestigiosas de su tipo en el país, fundada y dirigida por
Electo Silva desde 1960.
El Orfeón Santiago cantó un programa cuidadosamente
escogido: Para ti, con texto de Fayad Jamis; Misa Caribeña, de Electo; Pido
silencio, con texto de Pablo Neruda; La rosa roja, de Oscar Hernández;
Pensamiento, de Teofilito; Santiaguera, de Matamoros, El castigador, de Ignacio
Piñeiro; A veces, con textos de Nicolás Guillén; Iré a Santiago, letra de
Federico García Lorca, y Gracias a la vida, de Violeta Parra, absolutamente
todas con músicas o versión coral de Silva Gaínza.
Y luego del agasajo a cargo del Centro Provincial de la
Música y de la Universidad de Oriente, en las personas de Nerys Montoya y
Víctor Hugo Leyva, vicerrector de Extensión Universitaria, la velada dirigida
por Eliades Quesada, cerró con las canciones que el Coro Nacional de Cuba, con
la maestra Digna Guerra Ramírez al frente, le regaló al maestro Electo Silva,
Premio Nacional de Música, promotor de coros en Cuba y el mundo, y ante todo:
santiaguero para siempre.
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