martes, 3 de enero de 2012

EL TEATRO CUBANO, Y EL SANTIAGUERO EN ESPECIAL, ESTÁN DE LUTO

M.Sc. Miguel A. Gaínza Chacón

Santiago de Cuba, ene 3.- No bien ha comenzado el año y una noticia entristece y opaca la alegría con la que despedimos a 2011 y recibimos a 2012: Murió de cáncer un amigo entrañable, teatrista, creador, infatigable: Ramiro Herrero Beatón.
Infatigable porque hasta los últimos instantes de su existencia, con una voz apenas audible, hablaba de proyectos, y de terminar libros sobre el teatro.
Pero la realidad es en ocasiones cruel y así Ramiro, que se aferraba a la vida, perdió este combate con la muerte. Falleció a las 14:20 horas de hoy, en el Hospital Oncológico Conrado Benítez, en esta ciudad. Y con su partida, el teatro y la cultura santiagueros en particular, y en general el arte en Cuba, perdieron una figura de calibre. Porque prácticamente, todo lo acontecido alrededor del teatro en Santiago de Cuba y en los principales escenarios del país después del triunfo de la Revolución en enero de 1959, estuvo ligado a Ramiro Herrero, quien nació en esta ciudad hace 73 años, por coincidencia a pocos metros de la Sala Teatro Van Troi, sede primero del Conjunto Dramático de Oriente y luego del Cabildo Teatral Santiago. 
Hace apenas una semana, la Compañía de Variedades infantil juvenil Arcoiris, su director general y artístico Wilfredo, conjuntamente con la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC) le habían dedicado un homenaje a Ramiro Herrero. Pero no pudo estar en el Teatro Heredia para escuchar las cosas hermosas que dijeron de él, porque estaba ingresado en el hospital, enfrentado a una crisis a la que no pudo sobreponerse. Solo días después, hoy en las primeras horas de la tarde, el cáncer y la metástasis en la cabeza, derrumbaron un espíritu que parecía infalible.  
Porque aun aquejado mortalmente por la dolencia, Ramiro trabajaba infatigablemente, y en una carrera contra el tiempo terminó un libro y daba los toques finales a otros textos sobre la historia del teatro en Cuba y en esta, su ciudad natal.
Artista de gran inteligencia y vasta cultura, esta figura combinó la actuación con la dirección y la creación de obras, además de una sobresaliente labor pedagógica tanto en Cuba como en el extranjero.
En su currículo se pueden encontrar detalles así: como director artístico ha montado más de 150 obras: Cefi y la Muerte, De cómo Santiago Apóstol puso los pies en la tierra, Asamblea de mujeres, Macbeth, Angélica, Yepeto, El otoño del Rey Mago, Los dos viejos pánicos..., y de ese total, más de 30 de esas obras son de él como dramaturgo. 
En ocasión explicó que en la Universidad de Oriente hizo la Licenciatura en Letras y Literatura Hispanoamericanas, y que también matriculó en la Cátedra de Teatro, adscripta a la Facultad de Filosofía y Letras, en la que recibió clases de ilustres profesores como el Dr. Prats, el Dr. Sabourint, la Dra. Cossío, el Dr. Ferraté, la Dra. Labarta, la Dra. Maggi, el profesor Nils Castro, el profesor Ricardo Repilado, el Dr. José A. Portuondo; y especialmente de teatro, de Francisco Morín, uno de los teatristas más significativo de la década de los años cincuenta en Cuba.   
En una vida laboral intensa, a sus inquietudes artísticas siempre unió diversos trabajos en almacenes, en bufetes, en la entidad Minera de Moa, en el sector de la Educación...
Incluso se incorpora también a la Campaña de Alfabetización que declaró a Cuba Libre de Analfabetismo no bien iniciada la década del 60, y luego pasa a ser maestro-instructor en el Caney de las Mercedes, en la actual provincia oriental de Granma, una de las primeras escuelas de becados creada por la Revolución, esta especialmente para los hijos de los campesinos.
En 1964 y hasta 1977, Ramiro Herrero Beatón estuvo con mil ideas, proyectos y realizaciones en el Conjunto Dramático de Oriente, en el  que compartió con figuras como Raúl Pomares, Carlos Padrón, Rogelio Meneses, todas auténticas personalidades de los escenarios cubanos.
Luego, hasta 1995, se incorpora al Cabildo Teatral Santiago... y no deja nunca de dirigir proyectos, grupos por lo que jamás se separa del teatro.
Herrero viaja con sus experiencias hasta Uruguay, Argentina, Jamaica, Madrid, en España; Caracas, Venezuela; Guanajuato, México, en el Festival Cervantino; Managua, Nicaragua; en Panamá, Guyana, Colonia, Alemania; Bulgaria... sin olvidar su trabajo como instructor y profesor adjunto en la Universidad de Oriente; monta obras, imparte talleres, participa en los festivales del Caribe, asesora a la TV santiaguera, y más recientemente, de 2000 hasta el 2006 aparece como director artístico del grupo A dos Manos (Santiago de Cuba), de Gestus (Santiago de Cuba), Fuerteteatro (España), Calibán Teatro (Santiago de Cuba)...
La impronta de Ramiro ha quedado en el teatro santiaguero, fundamentalmente por su labor tan diversa que extendió a la radio, la TV y al cine, de ahí que el público recuerde obras como Iván el explorador, Doña Guiomar, El mar del tiempo perdido, La recurva, Ya estamos en combate, Vía Crucis, El Renunciamiento, La carga al machete, La Cueva del muerto, En el aire...
También, su pasión por servir le permite colaborar periodísticamente y ejecutivamente en numerosas publicaciones editadas en Santiago de Cuba y en el extranjero.  
Herrero Beatón había sido reconocido con la Distinción Raúl Gómez García, la Medalla por la Alfabetización, la Distinción por la Cultura Nacional, la Placa José María Heredia... hasta sumar más de  40 galardones.
Su experiencia y sus probados conocimientos le valieron el respeto a su voz en simposios, Congresos, encuentros, y festivales internacionales, nacionales y territoriales.  
Cuando joven participó activamente en las luchas estudiantiles contra la dictadura de Fulgencio Batista y luego del triunfo de la Revolución Cubana en 1959, se incorpora con entusiasmo a cuantas tareas es convocada la juventud cubana. 

Por lo tanto, su vida política pudiera resumirse así: 1958, Movimiento 26 de julio y luchas estudiantiles; 1959, Sindicato Minero; 1960, Sindicato de los Trabajadores de la Construcción  y de la Enseñanza; 1960, Partido Socialista Popular (PSP); 1961, Organizaciones Revolucionarias Integradas (ORI); 1962, Partido Unido de la Revolución Socialista (PURS), 1965 Unión de Jóvenes Comunistas (UJC); 1970 Partido Comunista de Cuba (PCC).
Con la muerte esta tarde de Ramiro Herrero Beatón, la cultura y el arte cubanos pierden también al Profesor Auxiliar de la Universidad de Oriente,  al pedagogo de la Escuela Internacional de Teatro América Latina y del Caribe, al director artístico, al profesor  de actuación del instituto  Superior de Arte... Y la ciudad de Santiago de Cuba a uno de sus hijos, a Ramiro, que también la amó entrañablemente y con la que decidió siempre compartir sus glorias, alegrías y sus penas... hasta el último instante.  

 

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