lunes, 20 de agosto de 2012

En Santiago de Cuba Los Zafiros cantarán su medio siglo


Santiago de Cuba, agosto 20.- Los Zafiros, el grupo cubano que mejor supo contener la avalancha musical europea y norteamericana en los años 60 y 70, está celebrando el medio siglo de existencia y para festejarlo estará en esta ciudad desde hoy hasta el 26 de agosto.
Desde su creación a inicios de la década del 60, el cuarteto vocal ha gozado siempre de una  aceptación especial por parte del público santiaguero, algo que los integrantes actuales han vivido reiteradamente en sus giras por el territorio. 
Las presentaciones que harán Los Zafiros en Santiago de Cuba se suman a las actividades del período vacacional denominado Verano con Más, que tiene un respaldo total del Estado, a lo largo y ancho del archipiélago.
Quienes componen hoy la agrupación han rebasado la cantidad de años que reinaron los Zafiros originales: Leoncio Morúa (Kike), Miguel Cancio (Miguelito), Ignacio Elejalde, tenorino de un alto registro; Eduardo Elio Hernández (El Chino) y Néstor Milí, director y guitarrista, sustituido luego por Manuel Galbán.
El cuarteto se presentará el lunes 20 de agosto en el Piano Bar, a las 22:00 horas; el martes 21, en la Plaza Central de la localidad de La Maya, a las 21:00 horas; el 22 estará en la Cabaret Son Caney, a las 22:00 horas, y el jueves 23, a las 22:00 horas, lo hará en el Círculo Recreativo Orestes Acosta, antiguo Vista Alegre Tennis Club.
Los Zafiros actuarán nuevamente el 24 de agosto, en el Café Cantante del Complejo Cultural Heredia, a las 21:00 horas; el sábado 25 se presentarán a las 18:00 horas en el cine Liberación, en Palma Soriano, y luego, a las 22:00 horas, estarán en el cabaret Son América, en el Centro Urbano José Martí, en el oeste de esta ciudad. 
Para cerrar su gira santiaguera, el popular conjunto vocal actuará el domingo 26 de agosto, a las 21:00 horas, en la Plaza Central de la localidad de Mayarí Arriba, el mayor conglomerado poblacional del municipio montañoso de Segundo Frente.
El itinerario actual reviste especial significación para el cuarteto, no solo por el nuevo encuentro con el público santiaguero sino porque los cuatro cantantes y su guitarrista están festejando el medio siglo de existencia del conjunto.
Ellos conocen –y lo han hecho muy bien-- la responsabilidad que implica ser continuadores de aquellos jóvenes que en 1961 y prácticamente de manera empírica, asombraron a todos por su armonía vocal.
Porque si bien Los Zafiros tuvieron como inspiración a grupos vocales como los norteamericanos The Platters, Los Cinco Latinos, de Argentina…, bien pronto establecieron la línea que delimitó su estilo en el que predominó el bolero; también, hicieron un calypso cubanizado casi irrepetible; incorporaron a su repertorio baladas, bossa nova, rock; hicieron congas… y lo principal: sus interpretaciones llevaban tal carga sentimental y ritmática según el caso, que enseguida alcanzaron el pináculo de la fama y el reconocimiento popular.
Aún hoy cuesta trabajo entender cómo sin una formación académica, sin una herencia musical a no ser la del barrio, El Chino cantara temas como Hermosa Habana; Ignacio retara a los ángeles con esa voz y esa afinación únicas; Kike incursionara con tanto acierto lo mismo en un calipso muy movido o en un bolero cadencioso… 
Para generaciones de cubanos, Los Zafiros constituyeron el referente nacional más sólido ante el sonido europeo de The Beatles y de otras agrupaciones españolas y norteamericanas que “coparon” la atención popular. Y fue tal el impacto del cuarteto surgido en la meca del “filin”, el barrio de Cayo Hueso, en La Habana, que se hizo imprescindible en el panorama musical cubano.
Es muy doloroso la forma en que desaparecieron varios integrantes originales del grupo: En plena juventud, con 37 años y una salud  quebrantada por el alcohol, Ignacio dijo adiós a este mundo, en 1981; dos años más tarde, le siguió Kike por el mismo motivo.
Al Chino lo vimos personalmente por última vez, en ocasión de un Carnaval Santiaguero: hacía voces en una orquesta llegada de La Habana, y su físico anunciaba el final que llegó el 8 de agosto de 1995. Miguelito Cancio emigró a los Estados Unidos en los noventa, donde aún vive.
Manuel Galbán salió del grupo cuando presagiaba el desastre inminente. Durante años tocó en un conjunto cubano, en el restaurante Habana, en Sofía, Bulgaria; luego integró con éxito el Buena Vista Social Club y el año pasado, ya octogenario, murió en La Habana, con todo el reconocimiento por su labor. 
No obstante, el cuarteto nunca se perdió, ya que otros jóvenes talentosos, amantes de aquel estilo y ayudados inicialmente por El Chino, optaron por mantener vivo los destellos de piedras preciosas como el refulgir de Los Zafiros.


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