sábado, 31 de diciembre de 2011

DIPLOMA A FIDEL POR SER LA PERSONALIDAD DE MAYOR ESTANCIA EN EL HOTEL VERSALLES

M.Sc. Miguel A. Gaínza Chacón

Santiago de Cuba, dic 31.- Al Comandante en Jefe Fidel Castro, líder de la Revolución Cubana, el colectivo de trabajadores del Hotel Versalles, en Santiago de Cuba le otorgó un Diploma de Distinción, por sus 28 visitas a la instalación, y las 26 ocasiones en que se ha alojado allí,
El centro acaba de celebrar los 50 años de su apertura el 26 de diciembre de 1961.
Para la ocasión, las organizaciones del centro turístico de mayor tradición de excelencia en la única Ciudad Héroe de la República de Cuba, celebraron una velada política y artística, cuyo momento esencial fue el otorgamiento a Fidel de la condición de “Personalidad de mayor estancia” en el “Versalles”.
La celebración fue dedicada también al inolvidable Comandante de la Revolución Juan Almeida Bosque, con la proyección de un audiovisual que muestra las ocasiones numerosas en que Almeida participó en el desarrollo y consolidación del hotel.
De ahí que toda la música utilizada en la gala por el aniversario 50 del centro es del compositor Juan Almeida, y ser recordó que cuando el hotel llegó a las cuatro décadas de funcionamiento, el Comandante de la Revolución tuvo un gesto especial para el colectivo, al hacerle una canción, “Hotel Versalles”, que se estrenó en la voz de Inalvis Margarita Durán, secretaria ejecutiva de la instalación, recordó Débora Breff Fonseca, especialista comercial.
La gala celebrada el pasado 26 de diciembre, reconoció también a los mejores trabajadores de 2011 y a un grupo de fundadores y trabajadores jubilados.
Desde su apertura hace medio siglo en la cúspide de las elevaciones conocidas como Alturas de Versalles, en las afueras y el sur de Santiago de Cuba, el hotel, perteneciente hoy al Grupo Hotelero Cubanacán, es considerado insignia del sector, con sus 72 habitaciones y un servicio de excelencia, homologado por diversos premios y reconocimientos.
El “Versalles” está a unos 10 minutos en automóvil del Parque Céspedes, corazón urbano de la ciudad. De hecho, la ubicación del hotel y la panorámica que ofrece desde allí la segunda urbe en importancia de Cuba, lo convierten en uno de los sitios más apreciados por el turismo tanto nacional como internacional.
Un repaso a la historia de la instalación, permite conocer que su construcción se inició en 1958, a cargo de la Compañía Urbanizadora Versalles S.A., que llevaba adelante en ese mismo perímetro, la ejecución de un reparto residencial exclusivo, bien cerca del antiguo Club de Cazadores, cuyos socios eran en su mayoría de la llamada alta sociedad.
El fragor de la lucha revolucionaria, el desplome de la tiranía pronorteamericana de Fulgencio Batista y el clima político interno que siguió a la victoria popular de enero de 1959 detuvieron la obra por unas semanas, aunque poco después se reiniciaron como parte de un plan de construcciones sociales y turísticas de la Revolución.
Y se trabajó con tanto entusiasmo que algunas capacidades pudieron utilizarse el 26 de Julio de 1960, para recibir a  los invitados al acto por el VII aniversario del Asalto revolucionario al Cuartel Moncada, en esta ciudad, ocurrido el 26 de julio pero de 1953. Pero de manera oficial es el 26 de diciembre de 1961 que abre sus puertas al turismo nacional e internacional.  
Documentos de la dirección del centro explican que el proyecto arquitectónico conjuga la funcionalidad de las instalaciones y los elementos típicos de las construcciones tradicionales cubanas, con un sello caribeño que le confiere originalidad, frescura e intimidad familiar, al combinar las tejas rojas y maderas preciosas de los bosques tropicales cubanos para los techos; ladrillos rojos expuestos en las paredes; baldosas de piedras “chinas pelonas” para pisos de las escaleras y pasillos; en cada habitación balcones privados y amplios ventanales, y una exuberante jardinería en el entorno.
Un restaurante para casi 100 comensales al mismo tiempo, rodeado de hermosos vitrales; una piscina de configuración artística, el acogedor bar-club Salón Rojo,  y un servicio de excelencia completan las bondades que el turista encuentra en el hotel.
Esas características atrajeron siempre la atención de huéspedes y visitantes muy distinguidos y de personalidades políticas, científicas, artísticas y deportivas, de ahí que aparezcan junto al nombre de Fidel Castro Ruz, los de Ernesto Guevara de la Serna, el Che; el Comandante de la Revolución  Juan Almeida Bosque, y numerosos jefes de Estado, primeros ministros, cancilleres de Europa, Asia, África, América Latina y el Caribe.
Así, la excelencia en el servicio y el confort del “Versalles” recibieron elogios de Erik Honecker, Presidente del Consejo de Estado de la antigua República Democrática Alemana; Phan Van Dong, Primer Ministro de la República Socialista de Viet Nam; Michael Manley, Primer Ministro de Jamaica; Omar Torrijos, Comandante en Jefe de la Guardia Nacional de Panamá; Agosthino Neto, Presidente de la República Popular de Angola; Marién Ngoabí, Presidente de la República Popular del Congo; Nicolae Ceausescu, Presidente de la ex República de Rumania; Samora Machel, Presidente de la República de Mozambique; Maurice Bishop, Primer Ministro de Granada; Yasser Arafat, Presidente del Comité Ejecutivo de la Organización para la Liberación de Palestina; Francois Mitterrand, entonces Secretario General de Partido Socialista Francés; Luis Corvalán Secretario General del Partido Comunista de Chile.
En el hotel son recordadas las visitantes de la primera mujer cosmonauta en el mundo: Valentina Tereschkova, del primer cosmonauta latinoamericano, Arnaldo Tamayo Méndez,  la vedette de impacto mundial, la norteamericana Josephine Baker; Joan Manuel Serrat, Ana Belén, Víctor Manuel, Luis Gardey, Moncho el Gitano del Bolero; el bailarín Antonio Gades, Sergio Endrigo, Lucía Altieri, Miguel Aceves Mejías, Alberto Cortés, Mercedes Sosa, Sonia Silvestre, Danny Rivera, Lucecita Benítez, el carismático actor cinematográfico Pierre Richard, el Premio Nobel de Literatura, José A. Saramago...
En fin, la lista de distinguidos en el “Versalles” es extensa, pues aparecen también nombres como los del inigualable Ignacio Villa, “Bola de Nieve”; la prima ballerina assoluta Alicia Alonso, Rosita Fornés, Silvio Rodríguez, Pablo Milanés, Elena Bourke, Farah María, Pacho Alonso, las orquestas Aragón y los Van Van...
Y también lo han visitado equipos e individualidades deportivas de relieve mundial, procedentes de Canadá, Estados Unidos, Perú, la antigua Unión Soviética, Polonia, Rumania, Bulgaria, ciclistas de ediciones de la Vuelta a Cuba, y atletas participantes en los Juegos Centroamericanos y del Caribe, en 1983, y en Juegos Panamericanos, en 1991.
A lo largo de medio siglo, en el “Versalles” su personal ha constituido el pilar fundamental no solo para la satisfacción de sus huéspedes y visitantes, sino para que el centro muestre resultados loables como los de Vanguardia Nacional, dentro de la emulación socialista que desarrolla el movimiento obrero en Cuba. Y más: la categoría de Colectivo Eficiente, ser Centro Promotor Nacional de las Donaciones de Sangre y los aportes voluntarios del colectivo, al sistema de Salud cubano.

Es muy conocido en el ámbito del sector turístico en Cuba, cómo sistemáticamente gran cantidad de trabajadores del hotel santiaguero ofrecen voluntariamente su sangre para cubrir parte de  las necesidades del territorio. Y también es notorio el aporte que hacen, a partir de las propinas que reciben en moneda libremente convertible, al sistema de Salud, una ayuda modesta, pero de  enorme significación humana y política.
Cincuenta años después de aquel 26 de diciembre de 1961 si bien hay orgullo entre los trabajadores y directivos del Hotel Versalles, más aún es el de la ciudad de Santiago de Cuba cuando puede mostrar al visitante, nacional o extranjero, un sitio que es emblema en el siempre exigente trabajo hotelero.
 

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